La alcaldesa de Maracena, Berta Linares, se ha apresurado este miércoles a dar explicaciones sobre el suceso que conmocionó ayer a los vecinos del municipio granadino: el rapto de la edil de Agenda 2030, Vanessa Romero, a punta de pistola. Unos hechos que le afectan en lo personal y en lo laboral. Fundamentalmente porque el secuestrador es su novio, con el que -según ha indicado- mantiene una relación sentimental desde hace casi dos años.
Sin duda, ha sorprendido la rapidez con la que la dirigente socialista ha comparecido. Su pareja continúa en dependencias de la Guardia Civil y no pasará a disposición judicial al menos hasta el jueves, han confirmado fuentes cercanas a la investigación a Libertad Digital. Y lo cierto es que ella apenas ha aportado ningún dato nuevo sobre el caso, durante los 30 minutos que ha durado la rueda de prensa.
De hecho, ha afirmado que la información de la que dispone es la que ha leído en los medios de comunicación. Ni siquiera ha hablado con su compañera, de corporación y de partido. Según ha aducido, porque "estaría en mal estado" cuando llamó y habló con su marido. En definitiva, ha sido media hora de intervención que ha utilizado para desvincularse de lo que ha hecho su novio y negar que haya corrupción en el ayuntamiento.
¿Qué hay tras el secuestro?
Según ha asegurado, ella no sabía lo que él varón tenía pensado hacer y desconoce los motivos que le llevaron a acometer el rapto. Sin embargo, llama la atención que ha comparecido como si estuviera acusada por estos hechos. Linares ha afirmado que no vivía con el secuestrador, que no sabía que él tuviera una pistola y que en su casa no hay armas. También ha señalado que de haber tenido alguna noticia sobre sus planes "lo hubiera puesto en conocimiento de las autoridades".
Así salía al paso de los rumores que apuntan a que la edil que ha sido víctima del secuestro iba a sacar a la luz un caso de corrupción urbanística en el seno del ayuntamiento socialista, y que -por tanto- ese sería el motivo de que la pareja de la alcaldesa (con o sin su consentimiento) decidiera raptar a su compañera. La propia Linares ha hecho referencia a este respecto y ha rechazado que Romero quisiera destapar nada.
La regidora ha asegurado que en el tiempo que lleva en el consistorio, alrededor de 15 años, "nunca" ha habido "ningún escándalo" en este sentido. No se está "urdiendo nada", ha añadido. Todo ha estado, ha insistido, "auditado" por órganos como el Tribunal de Cuentas o la Airef, y "nunca" han tenido expedientes con informes en contra del interventor, el secretario o los técnicos.
Se desvincula del rapto
La alcaldesa de Maracena ha asegurado estar sorprendida por lo que ha hecho su pareja. Culpa a sus problemas de salud mental, algo que es "impredecible". Según ha señalado, llevaba unos meses en tratamiento psiquiátrico y psicológico por una "depresión". Pero hasta ahora nunca se había mostrado violento.
Cabe recordar que su pareja engañó a la víctima del secuestro para que le llevara en su coche a una gasolinera y -durante el trayecto- sacó una pistola, la amenazó e hizo que parara el vehículo para maniatarla y meterla en el maletero. Después se dirigió a un garaje de Armilla, donde la dejó durante horas. No obstante, Romero logró escapar y pedir ayuda.
La Guardia Civil acompañó a la regidora a casa "por seguridad", "cambiaron la cerradura" y alrededor de las 16.00 horas detuvieron al presunto autor de los hechos por retención ilegal. La alcaldesa ha insistido en que ellos no viven juntos, que él reside en Málaga y el día anterior habían hablado por videollamada con total normalidad.
La socialista asegura estar "un poco en shock". Pero muchos se preguntan si tuvo conocimiento en algún momento de los planes de su novio, o incluso si éste hubiera podido contar con su aprobación. La víctima ha relatado que su captor hablaba con alguien por teléfono cuando conducía hacia Armilla con la edil en el maletero.