Cada día que pasa es más evidente que el escándalo del caso Mediador no es un caso "aislado", como trata de vender Ferraz, limitado al ya ex diputado Juan Bernardo Fuentes, el Tito Berni. Pese a los intentos del PSOE de dar por zanjado el tema con su dimisión, los datos que están trascendiendo apuntan a una trama que salpicaría a más diputados socialistas.
Pese a ello, medios próximos a la izquierda se están resistiendo a dar al caso la importancia que debieran: este mismo martes, El País obvia el caso en su portada, la de papel y la digital, y es otro escándalo, vinculado con el anterior gobierno del PP, el que ocupa el primer titular: la trama Kitchen.
A ello se han agarrado en la tertulia de La Hora de La 1, el programa de las mañanas de TVE, para diluir el escándalo. Durante la tertulia de la cadena pública, han debatido sobre ambos asuntos y en uno de los bloques han rotulado "Presuntos casos de corrupción en los partidos", evitando así citar al PSOE y poniendo al mismo nivel el escándalo de prostitución y orgías que implicaría al grupo parlamentario socialista, destapado hace sólo unos días, con el caso Kitchen que implica a Jorge Fernández Díaz y otros cargos de interior de la etapa de Rajoy.
El caso Kitchen alude a una supuesta operación policial clandestina orquestada en 2013, hace una década, que implicaría al exministro del Interior y otros cargos de su ministerio, organizada con la ayuda del excomisario Villarejo. Fernández Díaz ya fue suspendido de militancia por el PP en julio de 2021. La Fiscalía ha pide quince años para el exministro de Rajoy.
Mientras, el caso Tito Berni estalló hace diez días y amenaza con convertirse en el gran escándalo de la era Sánchez: lo publicado hasta ahora podría tratarse de la punta del iceberg y, aunque entre los socialistas están tratando de minimizar su impacto y limitarlo al ya dimitido diputado canario, las nuevas declaraciones de los implicados apuntan a una extensa trama de corrupción.