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La edil de Maracena raptada por el novio de la alcaldesa socialista "temía represalias" si destapaba "irregularidades"

El marido de Vanessa Romero asegura que su mujer tenía miedo de "lo que le pudieran hacer" antes del rapto. Ahora, "no quiere ni salir a la calle"

El marido de Vanessa Romero asegura que su mujer tenía miedo de "lo que le pudieran hacer" antes del rapto. Ahora, "no quiere ni salir a la calle"
La alcaldesa de Maracena durante el pleno extraordinario celebrado este miércoles. | EFE

Máxima expectación este miércoles en Maracena. El Ayuntamiento ha acogido un pleno extraordinario convocado -supuestamente- para aclarar las circunstancias del secuestro de la edil socialista Vanessa Romero Urbano, cometido el martes 21 de febrero por el novio de la alcaldesa del municipio, la también socialista Berta Linares.

Poco se ha hablado en realidad de los hechos. Como ya hiciera en la rueda de prensa posterior al rapto, la regidora se ha presentado como una víctima más de la situación. Ya son muchos los que piden su dimisión y ella asegura estar padeciendo -junto a la muerte de padre- "los peores momentos" de su vida.

"Ningún acto de violencia tiene justificación", ha dicho al inicio de su comparecencia. "No cabe perdón", ha aseverado. Se distanciaba así del secuestro cometido por su pareja. Pero hay piezas que no encajan y sus declaraciones no ayudan a que lo hagan. Uno de los puntos es el que tiene que ver con el domicilio del agresor.

Desde que se conocieron los hechos, Linares ha insistido en que ellos no vivían juntos. Pero esta mañana no le ha quedado más remedio que reconocer que el agresor estaba empadronado en su casa, a preguntas del portavoz del PP -Julio Pérez-. "Desde hace poco", ha matizado. Aunque su respuesta no ha convencido. Ni siquiera entre sus propias filas.

La concejal socialista Esperanza Romero (tía de la edil secuestrada) le ha vuelto a pedir que se marche. Desde Vox también han pedido consecuencias políticas, ante "las sombras importantes en la gestión y las sospechas de corrupción". Aunque la alcaldesa pueda estar pasándolo mal, "víctimas hay una". "Ustedes son responsables y en primer término la alcaldesa, que representa a su grupo", le han recordado.

Miedo a represalias

Lo que todo el mundo quiere saber es si la alcaldesa ha tenido algo que ver en el secuestro de su compañera de partido y de corporación. Y si, como la propia víctima dijo a los investigadores, el rapto pudo estar motivado por la información comprometedora que ella tenía en su poder.

Un posible caso de corrupción que está en boca de todos y que -de alguna manera- ha venido a confirmar su marido, Luis Sánchez. Eran patentes las diferencias entre ellas y que Linares ya no contaba con Romero. De hecho, no iba en las listas con las que el PSOE concurrirá a las próximas elecciones municipales. Pero sus desavenencias iban más allá.

El esposo de Vanessa ha asegurado este miércoles -a la salida del pleno- que su mujer "temía represalias" y que -por ese motivo- "no sabía si decir algo de las irregularidades" de las que había tenido conocimiento a lo largo de los cuatro años que llevaba en el Ayuntamiento de Maracena. Él espera que todo se aclare y "si hay alguien más implicado" en el rapto también pague.

¿Secuestro planificado?

El propio captor le habría preguntado a la víctima qué sabía y qué documentación tenía en varias ocasiones, mientras la tuvo retenida. El marido de Vanessa está convencido de que el secuestro fue planificado. El novio de la alcaldesa no llevó a las hijas de ésta aquel día al colegio de Atarfe -en el que abordó a su mujer-, como había hecho en otras ocasiones. "Estaba todo preparado".

Sánchez también ha hecho mención a que el varón realizó "dos llamadas" en el trayecto hasta el garaje que tenía alquilado Armilla, que fue donde dejó el vehículo con la edil socialista en su interior. Vanessa no pudo escuchar con quién habló, pero sí "le oyó murmurar". Ella guardó silencio. El varón la había amenazado con "reventarle la cabeza" si no se callaba.

Según ha explicado, la edil ya tenía miedo "de lo que le pudieran hacer" antes del secuestro. Y ahora "no quiere ni salir a la calle". "El secuestrador se fue a comprar un cuchillo para cortar carne" cuando la tenía en el maletero, ha recordado. Afortunadamente, la mujer logró escapar y pedir ayuda. Pero se desconoce lo que su captor tenía pensado hacer con ella cuando volviera.

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