España sigue invirtiendo en materia de Defensa mucho menos dinero del que debería invertir. Una tónica que lleva varias décadas consolidadas y que parece que ni la invasión rusa de Ucrania parece haber alterado. O, por lo menos, de momento no lo ha hecho. Así ha vuelto a quedar patente este martes durante la presentación del informe anual de la OTAN que ha realizado el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg.
Las cifras de inversión española son las segundas más bajas de la treintena de aliados: 1,09 por ciento del PIB. Sólo se supera en porcentaje del PIB invertido a Luxemburgo, que según los datos aliados tan sólo dedicó a materia de Defensa el 0,62 por ciento de su PIB. Eso sí, los datos hechos públicos muestran una ligera mejoría respecto al año 2021, cuando según los datos de la Alianza Atlántica el Gobierno de España sólo había destinado a este capítulo de inversiones el 1,03 del PIB.
Una mejoría totalmente insuficiente, teniendo en cuenta que todos los países de la OTAN acordaron en la cumbre de Cardiff (Reino Unido) de 2014 que todos iban a alcanzar el 2 por ciento del PIB de inversión en Defensa en el año 2024. Por tanto, a apenas dos años de que se cumpla el año pactado en ese cumbre aliada, España está dedicando prácticamente la mitad del dinero que se comprometió a invertir en su momento.
En la pasada Cumbre de la OTAN en Madrid, el Gobierno español anunció que la previsión que tiene en estos momentos es que se pueda alcanzar el 2 por ciento de inversión en Defensa en el periodo 2028-2030, es decir, con entre cuatro y seis años de retraso. Y eso cuando hay varios países aliados que durante la citada cumbre celebrada en la capital de España anunciaron que su objetivo es situarse en el 3,5-4 por ciento del PIB en los próximos años.
Los datos hechos públicos por la Alianza Atlántica indican que hay siete países que invierten ya por encima del mencionado 2 por ciento. Se trata de Grecia, Estados Unidos, Lituania, Polonia, Reino Unido, Estonia y Letonia. Muy cerca de ese límite se encuentran Croacia, Francia, Eslovaquia y Rumanía. Los cinco socios que menos invierten son, por orden ascendente, Luxemburgo, España, Bélgica, Eslovenia y Canadá.
Otro de los compromisos alcanzados en Cardiff fue que, al menos el 20 por ciento del gasto en Defensa, debería ir destinado a partidas de inversión en equipos. El objetivo es que los países no pudiesen inflar de manera artificial sus presupuestos de defensa destinando bolsas de dinero que a la hora de la verdad no iban a fortalecer ni sus fuerzas armadas ni sus sistemas de seguridad y defensa. Es decir, fue una forma de evitar posibles trampas.
Los datos dicen que 25 de los 29 países aliados están cumpliendo lo pactado. Dos están por encima del 19 por ciento y el peor invirtió el 17,9 por ciento. En este caso, España cumple el compromiso y se sitúa en un 26 por ciento destinado a inversión, situándose en el puesto 13. Hay que destacar que hay dos países por encima del 45 por ciento en inversión (Grecia y Hungría) y siete por encima del 30 por ciento: Grecia, Hungría, Luxemburgo, Polonia, Lituania, Noruega y Croacia.