"Tenemos el placer y el orgullo de comunicar que el desalojo del Kubo se ha suspendido. Las fuerzas represivas del estado no se ven capaces de desalojarnos. Por este motivo el juzgado ha suspendido el lanzamiento. Muchas gracias a todxs por el apoyo. Atentxs a proximas noticias". Este es el texto subido a Twitter por un grupo de okupas que se hace llamar "La Ruina" y que llevan desde 2016 en un antiguo edificio de oficinas de la calle Sant Joan de la Salla, en La Bonanova, una de las zonas más caras de Barcelona.
Tenemos el placer y el orgullo de comunicar que el desalojo del Kubo se ha suspendido
Las fuerzas represivas del estado no se ven capaces de desalojarnos. Por este motivo el juzgado ha suspendodo el lanzamiento.
Muchas gracias a todxs por el apoyo.
Atentxs a proximas noticias. pic.twitter.com/4drpYSptQN
— La Ruïna (@laruinamalanova) March 22, 2023
El desalojo estaba previsto para este jueves, pero Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana no han recibido las órdenes pertinentes para llevarlo a cabo. Los okupas han montado barricadas en los accesos tanto al edificio de oficinas, al que llaman el Kubo, como a la finca adyacente, que controlan desde 2019. Además, han atacado a los vecinos con pistolas de balines, como se puede apreciar en el vídeo y las imágenes, y con material pirotécnico. Y al parecer, a nadie le interesa que se produzcan más disturbios a dos meses de las elecciones municipales mientras los okupas celebran que sus amenazas de incendiar el barrio hayan surtido efecto.
En el solar que alberga los inmuebles usurpados se tenía previsto construir pisos, pero la crisis inmobiliaria de 2009 liquidó el proyecto. Años después, los okupas se hicieron amos y señores de los edificios, que son un centro de reuniones de grupos antisistema. La situación es idéntica a la de Can Vies (unos almacenes de Transportes Metropolitanos de Barcelona), cuyo desalojo frustrado provocó una semana de disturbios en el barrio de Sants en 2014, siendo alcalde el convergente Xavier Trias.
Aquellos incidentes fueron claves para el relevo en la alcaldía protagonizado por Ada Colau. Los okupas se salieron con la suya. El edificio, parcialmente demolido por orden del Ayuntamiento, fue reconstruido y sigue en manos de los okupas con el nombre de "Centro Social Autogestionado Can Vies".
Protesta de Valents
Y los dos edificios del barrio de La Bonanova llevan el mismo camino. De momento, sólo el grupo municipal de Valents, encabezado por Eva Parera, exige el desalojo de los dos edificios y sostiene que "es una vergüenza que Colau y el PSC permitan la barra libre de infracciones a okupas violentos que lanzan cohetes y disparan con pistolas de balines contra los vecinos". "Esperamos que el desalojo no se haya parado por motivos electoralistas ante las amenazas del colectivo okupa de hacer arder el barrio de Sant Gervasi y ante el miedo de la alcaldesa Ada Colau y PSC de tener un conflicto como Can Vies a dos meses de las elecciones municipales del 28 de mayo", ha añadido la alcaldable de Valents.
Según Parera, "llevamos 12 años de alcaldes cómplices con los okupas. Empezó con Trias, con el 'Banc Expropiat' y 'Can Vies', pagando y mirando hacia otro lado. Y ha seguido con Colau, que ha llegado al punto de gastar recientemente 40.000 euros del dinero de todos los barceloneses para arreglar el local okupado de Tres Lliris en Gràcia. No podemos seguir así".
Los vecinos de la zona de La Bonanova han hecho llegar a Valents el material gráfico que da cuenta de los ataques de los okupas. Se da la circunstancia de que esta formación inició una campaña contra la okupación en Barcelona delante del Kubo y La Ruina el pasado 6 de febrero.
Vox pide el desalojo inmediato
El candidato de Vox a la alcaldía de Barcelona, Gonzalo de Oro, se ha personado este jueves frente a los dos inmuebles usurpados para exigir su desalojo inmediato y denunciar que los okupas llevan desde 2016 haciendo la vida imposible a los vecinos "gracias a la complicidad de Colau y Collboni". Gonzalo de Oro ha hablado con algunos de los vecinos afectados y se ha comprometido a trabajar por una Barcelona "libre de okupas".