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La prensa de un vistazo

"Fue Vox quien rompió con el PP cuando se negó a dar su voto a Ayuso"

Encuestas y mucha inquietud en un momento político que no está nada claro ni a derecha ni a izquierda.

Encuestas y mucha inquietud en un momento político que no está nada claro ni a derecha ni a izquierda.
Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea. | EFE

El Mundo

"Feijóo, a puerta cerrada con la Comisión Europea: "Me preocupa la herencia que deja Sánchez con la reforma de las pensiones"". Feijóo se reunió con Von der Leyen y eso enfureció a Sánchez, que cree que la comisaria europea es de su propiedad. También cabreó a Calviño que teme que en Europa descubran que España se parece más a Venezuela – en el trato al jefe de la oposición se acerca a Daniel Ortega – que a Europa. Y hala, los consabidos berridos de ‘antipatriota, ‘desleal’, etc, etc, etc. Les faltó llamarle narcotraficante, pero claro, eso es un delito y corren el riesgo de acabar en el trullo por calumnias e injurias.


"El PSOE cree que Podemos ya ve ganador a Feijóo y trabaja para un futuro con Irene Montero". Emilia Landaluce dice que "el día de la moción, la e-mociónada, Yolanda nos endosó un discurso de una hora y pico plagado de tópicos anodinos. Habló sin papeles (en doble sentido) y no dijo nada que no esperaran los suyos, que al parecer tampoco esperan de ella nada más que esa nada". "El tonito regañón, vacío, buen rollazo, dicen que servirá para devolver a la izquierda la ilusión, desilusionada por Pedro Sánchez". ¿Yolanda? Pero si no es más que un producto mediático, no hay quien la aguante. "Si leemos el análisis de Iván Redondo en La Vanguardia hay que pensar que sí: «Su triunfo en la moción de censura fue absoluto. La moción no moverá votos, pero sí transferencias de confianza hacia la vicepresidenta". No es la primera vez que Redondo coloca a Yolanda en La Moncloa, parece que le mola la rubia comunista.

"Pero no será un camino fácil para la vicepresidenta. La batalla en la candidatura de Yolanda Díaz se presupone cruenta. Pablo Iglesias ya empieza a afilar la lengua contra la que dejó como heredera porque amenaza con finiquitar el partido con el que aspiraba a ganar las elecciones". La va a triturar. "La distancia que intenta poner Yolanda Díaz con Iglesias tiene un motivo lógico. El comunicador es un lastre para las aspiraciones presidenciales de Diaz". Y un mal enemigo dentro de la izquierda. Solo Ayuso supo ponerle en su sitio.

Federico Jiménez Losantos comenta el escándalo en la Guardia Civil. "María Gámez venía del sur, aunque no de tan abajo. Pero su abrupta salida rodeada de generales «para no manchar la imagen del cuerpo», je, la sitúa en otra era del afane: el de la segunda generación del PSOE andaluz, caracterizada por su rechazo al bandolerismo suelto y su técnica de saquear fondos públicos a través de empresas familiares desdobladas y redobladas, a saber: la pareja ganzúa y una nube de cuñados y concuñados".

"En esa ceremonia de elogio de sí misma y humillación del generalato verde, Gámez no se refirió, por modestia, a la riqueza familiar. Pudo hacerlo: los Martínez ya andaban en lenguas y hacía una semana que los investigaban por rendir culto idolátrico a Monipodio. Pero, humildísima, ya digo, se limitó a glosar una «cultura individual» de honradez; ni tribal ni de partido, ojo".

El País

"El Congreso reabre ella causa de la policía patriótica del PP" para tapar el caso del Tito Berni. La izquierda está desesperada, la política y la mediática. Pepa Bueno dedica un editorial a hablar de corrupción. Varios párrafos a los casos del PP. Menciona la Gürtel. Ni palabra de los ERE.

"Las negociaciones entre Podemos y Yolanda Díaz encallan en la semana crucial para el lanzamiento de Sumar". Nada, que no sumamos.

"El partido de Belarra acusa a la vicepresidenta de rechazar una última propuesta de acuerdo este domingo, y el equipo de ella sostiene que no aceptará pactos bilaterales y que es Podemos quien se ha "levantado de la mesa"". Ah, qué maravilla ver a los podemitas a torta limpia.

Xavier Vidal Folch critica a Feijóo por ausentarse de la moción de censura pero que haga "críticas a distancia, que no pueden replicarse en directo, en vivo y en persona". Verás, Xavier, te explico una cosita que por lo que veo desconoces. Feijóo no es diputado, por lo que no podía intervenir en el Congreso. Sólo podía haber acudido como invitado y aguantar los consabidos insultos de Sánchez sin poder replicar en directo, en vivo y en persona. A ver si nos informamos un poco.

ABC

"El hundimiento de Podemos deja a Sánchez lejos de gobernar". Dice el editorial que el voto no se mueve. "El nuevo sondeo de ABC sobre intención de voto para las elecciones generales, realizado por GAD 3, ofrece una fotografía fija muy estable y prácticamente invariable respecto al escenario manejado en su último estudio de noviembre". "Difícilmente la suma de todos los socios de Pedro Sánchez en esta legislatura podrá reeditar la actual alianza de gobernabilidad", que es lo que importa.

"Sin embargo, el sondeo no es todo lo satisfactorio que el PP desearía ya que en la práctica se calcan los resultados de la oleada de noviembre, lo que demuestra que no tienen prácticamente ningún efecto favorable sobre Núñez Feijóo las sucesivas crisis vividas por el Gobierno".

Otro dato increíble de la encuesta es "Sánchez, preferido como presidente, y Feijóo cede en su anterior empuje". ¿La encuesta se ha hecho entre gente normal o en un psiquiátrico? Y Vox resiste. Si se mantiene en el 15% "ni Sánchez tendrá opciones verosímiles de revalidar el mandato ni Feijóo podrá cumplir su aspiración de gobernar en solitario", dice Ignacio Camacho.

"El barómetro de Michavila para ABC contiene para el líder del PP una noticia buena y dos malas. La primera es que conserva el primer puesto, por encima del 32 por ciento y con casi cinco puntos de ventaja. Las otras son que Vox no afloja y que el PSOE está en la cifra más alta desde 2019, lo que le permite albergar una lejana esperanza, un vago atisbo de remontada". "La coalición gubernamental tiene derecho a sentir un relativo optimismo. Al menos, a pensar que su desalojo todavía no está decidido". Puf, Feijóo, espabila.

La Razón

"Feijóo ofrece un programa de gobernanza, no de resistencia". Lo que quiera, pero tiene que echar a Sánchez. "El presiente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha denunciado este domingo una "pinza surrealista" de PSOE y Vox contra el Partido Popular y ha acusado al jefe del Ejecutivo de querer "destruir" a la oposición y de "manipular" sus palabras, después de que este sábado ante la comunidad hispana asegurara que sentía orgullo por no rendir "pleitesía a gobernantes autócratas".

Unas horas antes, desde República Dominicana, donde se celebra la Cumbre Iberoamericana, Pedro Sánchez ha atribuido "insolvencia" y "mala fe" al jefe de la oposición". Digamos que es cierto que Sánchez quiere hacerse un Daniel Ortega, el dictador nicaragüense, con la oposición y digamos que también es cierto que metió la pata con la cumbre iberoamericana en la que también estaba el Rey. Sin excusas.

Dice Marhuenda que "a pesar de la euforia gubernamental y los denodados esfuerzos de la izquierda mediática sembrando la duda sobre un futuro gobierno del PP, la campaña contra Feijóo demuestra que la realidad es diametralmente opuesta. A ella se ha sumado gozoso Abascal y Vox que parece que se sienten cómodos en la oposición.

"El problema es que desalojar a los comunistas del gobierno y acabar con la influencia de los independentistas, los filoetarras, los antisistema y otros aprovechados que han montado su chiringuito en el Congreso requiere que el centro derecha gane las elecciones". Es vital. El que lo impida pagará por ello un alto precio. Recordemos a Rivera.

Vicente Vallés se compadece de Feijóo. Yo también. "No es fácil ser Feijóo. No es fácil ser el líder del principal partido de la oposición que aspira a sustituir al Gobierno actual, que no quiere hacerlo con la desaconsejable compañía de Vox, pero que probablemente no pueda ser presidente sin Vox". Feijóo es, probablemente, el único político que verdaderamente se ha sacrificado por su partido y por su país. Porque él estaba tan tranquilito en su querida Galicia donde gobernaba con mayoría absoluta, nadie le tosía, sin oposición y a punto de jubilarse y venir a Madrid le ha complicado mucho la vida.

"Sin embargo, la parte débil del discurso monclovita es la misma que la parte fuerte. Porque es difícil justificar las críticas a una eventual coalición de PP y Vox, cuando Pedro Sánchez enarbola su coalición con Yolanda Díaz y Podemos y ERC y Bildu como el gran invento político que hayan visto los tiempos. El PSOE trata de convencer a los españoles de que un pacto de la izquierda con la extrema izquierda y los independentistas no es equiparable a un pacto de la derecha con la extrema derecha. Quizá lo consiga. Quizá, no". Tiene a toda su tropa mediática empleada en ello.

En cuanto a la ruptura de Ayuso con Vox, "en realidad, fue Vox el partido que rompió con el PP hace semanas cuando se negó a dar su voto a Ayuso". ¿A qué juega Vox?

En España

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