Menú

Una madre por gestación subrogada: "Señora Montero, nuestros hijos son fruto del amor, no de la violencia"

Sonia Ruano, madre por gestación subrogada, tacha de hipócrita a la ministra y le pregunta "dónde está ahora el nosotras parimos, nosotras decidimos".

Sonia Ruano, madre por gestación subrogada, tacha de hipócrita a la ministra y le pregunta "dónde está ahora el nosotras parimos, nosotras decidimos".
Sonia y su marido con sus hijas, junto a Kristin. | SONIA RUANO

"Con 38 años, me diagnosticaron cáncer. Pasé por dieciséis sesiones de quimioterapia y seis operaciones, una de ellas de once horas. Y, una vez pasado el proceso médico, me enfrenté al duelo de la infertilidad": así llegó Sonia Ruano hasta la gestación subrogada. "Tuve la gran suerte de que un médico de un hospital público de referencia en Barcelona me hablara de ello, porque en ese momento tuve que romper con muchos mitos y prejuicios", reconoce durante la entrevista para Libertad Digital.

La gestación subrogada "no es cosa de ricos y famosos", como ella misma creía —explica— hasta que se informó sobre los pormenores del proceso. "No es nuestro caso", señala entre risas esta coach, terapeuta y mediadora. Hay que tener en cuenta que ha sido una solución para "cientos de familias que hoy tienen hijos por gestación subrogada en España" y reclaman que se defiendan sus derechos. No hay más que escuchar cómo cuenta su historia para que nos demos cuenta de que en todo momento ha primado el amor.

El cáncer acabó con la capacidad reproductora de Sonia, pero no con su sueño de ser madre. "Emprendimos nuestro viaje cuando conocimos a Kristin, nuestra gestante", explica. "Mi marido —Javier— y yo preparamos una biografía con nuestra historia de vida y cuáles eran los motivos que nos llevaban a recurrir a la gestación subrogada", relata, "Kristin la vio, le emocionó y nos envió la suya con los motivos que la llevaron a querer ser gestante".

A ella "le había sido tan difícil construir su familia (tuvo que recurrir a un tratamiento de fecundación in vitro para poder quedarse embarazada de sus mellizas) que en ese momento, que ya la tenía, pensaba en cómo lo tendría que pasar alguien que no pudiera hacerlo y tuviera el sueño de ser madre o padre". "Nos dijo que no sería feliz hasta que no hiciera este regalo a alguien", recuerda emocionada, "y nos eligió, libre y voluntariamente". "Decidió ayudarnos a construir nuestra familia".

Un proceso normalizado

El proceso fue mediado por un psicólogo. Forma parte de los requisitos que impone Estados Unidos. "Las dos partes tienen que pasar por unas pruebas psicológicas antes de conocerse", explica Sonia. El encuentro fue en Chicago. "Nos recibieron ella y su marido —Brian— junto a toda su familia, y nos hicieron una fiesta de bienvenida", relata.

"Fue un proceso totalmente normalizado", asegura la española. "Lo apoyaban sus amigos, su familia... Estuvimos en contacto durante todo el embarazo, nos iban mandando fotografías y vídeos de las ecografías, hacíamos llamadas por Skype para ver cómo se encontraba o qué necesitaba. Y así fue hasta que llegó el momento del parto".

Todo fluyó y lo vivieron de una forma muy natural. Entre los cuatro (las dos parejas), habían decidido que fuese Brian quien estuviera con Kristin cuando diera a luz. La idea era que los padres de las criaturas —porque venían dos—, esperaran en una habitación del hospital hasta que las niñas nacieran. Pero su gestante quiso regalar a Sonia un momento único, que nunca podrá olvidar.

"Entró una enfermera y me dio un paquetito azul", cuenta Sonia. Ella preguntó: "¿Esto qué es?". Kristin la miró y le dijo: "He pedido a la dirección del hospital que dejen por favor que tú también estés en el parto, porque tú eres la mamá y quiero que seas la primera persona en cogerlas". "Fue un momento súper emocionante", exclama.

"Desde ese momento, yo ya constaba en toda la documentación médica y en la partida de nacimiento como madre de las niñas", explica, "en Estados Unidos está muy regulado y los abogados se encargan de que esté todo preparado antes del nacimiento, con lo cual esa parte fue muy sencilla". Después ya sólo tuvieron que ir al consulado español de Chicago a inscribir a las pequeñas.

Nuestra familia americana

No todas las historias son iguales, cada familia lleva el proceso de la forma que mejor se adapta a sus circunstancias. Pero en el caso de Sonia y Javier se ha creado un vínculo muy especial con la mujer que gestó a sus niñas. "A mis hijas les preguntas y ellas saben perfectamente que estaban en la barriguita de Kristin y han nacido en Chicago", explica.

"Es algo que está totalmente naturalizado en casa y nuestro modelo de familia", añade. "Lo defendemos y nos sentimos súper orgullosos del proceso que hemos hecho y de cómo hemos cuidado a Kristin", señala. "Fue una experiencia súper bonita, y esta ha sido mi realidad del proceso de gestación subrogada".

Tanto es así que siete años más tarde mantienen la relación con Kristin y Brian. "Son nuestra familia americana", exclama. De ahí su indignación ante ciertas críticas que ha tenido que oír sobre su modelo de familia a raíz de la noticia de la nueva maternidad de Ana Obregón.

Si hay algo que Sonia quiere que quede caro es que "los niños nacidos por gestación subrogada son fruto de muchísimo amor y de procesos de muchísima generosidad", en clara alusión a las palabras de la ministra de Igualdad, Irene Montero acerca de su modelo de familia como una forma de "violencia contra la mujer".

familia-sonia-ruano-gestacion-subrogada-3-310323.jpg
Sonia y Kristin, en uno de los controles del embarazo (Chicago).

La hipocresía de Montero

Charlando con Sonia resulta obvio el descontento con la clase política en general y la titular de Igualdad en particular. "Es de una hipocresía absoluta lo que están haciendo nuestros representantes políticos, en especial la señora Montero", señala. "Se permite hacer declaraciones hablando por boca de todas las gestantes, cuando nunca ha conocido a ninguna".

"Mi caso no es un caso edulcorado, y tampoco es único. Hay muchísimas gestantes que estarían dispuestas a hablar con la señora Montero si ella quisiera, para que pueda comprobarlo", asevera. "Todos estamos de acuerdo en que no podemos permitir que haya casos de gestación subrogada que no sean llevados a cabo con total garantía para todas las partes. Ahí coincido con Montero, pero para que eso no exista tiene que haber una regulación" adaptada a la realidad de hoy.

"Las soluciones a las realidades sociales son las regulaciones, no la prohibición", afirma. "Lo que acaba de hacer la señora Montero en la reforma de la ley del aborto, que ha metido de rondón la gestación subrogada diciendo que es violencia contra la mujer, que los padres de hijos por gestación subrogada hemos hecho un proceso atentando contra las mujeres... Es una vergüenza".

Como explica Sonia, "lo ha metido con calzador", sin consenso y sin diálogo. "La gestación subrogada requiere de un debate por separado. Es un tema complejo, con muchas aristas", advierte, "hace falta serenidad". "Hay que ver cómo podríamos hacerlo estudiando los modelos de países donde hace más de 40 años que está regulado y que no son dudosos de hacer leyes para explotar a sus mujeres, como puede ser Canadá, Reino Unido o Estados Unidos".

Por ese motivo, la asociación Son Nuestros Hijos (a la que Sonia pertenece y representa) ha solicitado a la ministra de Igualdad una reunión con expertos en la materia —abogados, médicos, psicólogos—. Se hace imprescindible que la ministra de Igualdad "se acerque a la realidad de la gestación subrogada, en lugar de hacer leyes sin escuchar a todas las partes". "La nueva ley de familias contempla una gran variedad de familias", señala Sonia, "¿no hay sitio para la nuestra, señora Montero?".

Lo que es incomprensible es que teniendo a los mejores profesionales en nuestro país, estas familias se vean obligadas a irse al extranjero e "hipotecarse de por vida" para poder hacerlo en un país que ofrece todas las garantías legales. "No tiene ningún sentido querer ponerle puertas al campo, a una realidad que es imparable. Están entrando 1.000 niños al año por gestación subrogada", indica.

"Hay que regularlo como se hizo con el aborto, para que las mujeres no se fuesen fuera, o lo hicieran de cualquier manera y sin garantías". La representante de Podemos —dado el ministerio que dirige— "debería tratar a nuestras familias con igualdad y no fomentar un discurso que claramente nos ataca, a nuestras familias y en especial a nuestros hijos". "Señora Montero, el interés superior del menor está por encima de todo", le recuerda Sonia.

Montero, ¿quién es usted?

A Sonia le indigna además escuchar como Irene Montero también se permite el lujo de hablar por todas las mujeres o todas las feministas. "No nos está representando a todas. Yo, como mujer y feminista, no me siento representada", asevera. "¿Quién es usted para decirle a mi amiga, a mi prima, o a mi hermana lo que tiene que hacer o no con su cuerpo? ¿Dónde está ahora el nosotras parimos, nosotras decidimos?", le pregunta.

"Señora Montero, deje de hacer daño a nuestras familias, deje de exponer a nuestros hijos diciendo que vienen de procesos de violencia contra la mujer", asevera. "Nada más lejos de la realidad", insiste, "son fruto de muchísimo amor y generosidad". "Es insultante lo que esta señora está haciendo y cómo está estigmatizando a nuestras familias con ese discurso del odio".

"¿Con qué superioridad moral se cree usted para decir que todas las mujeres que son gestantes son mujeres explotadas? ¿Cómo se cree usted con el derecho de preguntarme a mí, o a cualquier persona que sufre infertilidad, que por qué no adopto? Esos niños los puedes adoptar tú también, ¿por qué no adoptas? ¿Alguien le pregunta a las mujeres que van a un centro de medicina reproductiva a hacerse un tratamiento de fecundación in vitro por qué no adoptan?", añade Sonia.

"Porque yo le podría contestar para empezar que las personas que hemos sufrido de cáncer no tenemos derecho a adoptar. No somos aptas, no te dan la idoneidad", explica. Pero ni siquiera habría que llegar a explicar las motivos particulares de cada familia, "la gestación subrogada es una técnica más de la medicina reproductiva, en la que hay una donación de la capacidad de gestar, y se llama gestación subrogada (o por sustitución) porque así lo define la ONU. Lo que se subroga es la gestación, no la maternidad".

Temas

En España

    0
    comentarios