Los seis carros de combate Leopardo 2A4 enviados por el Gobierno español a Ucrania para tratar de apoyar al Gobierno de Kiev en su intento de liberarse de la invasión rusa ya están a las puertas del país eslavo. Es más, su entrada en territorio soberano ucraniano es solo cuestión de horas. Eso sí, ahora llega el momento más complicado, su introducción y envío a las zonas de combate sin que sean detectados por la aviación rusa.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha confirmado este viernes que, siguiendo el calendario previsto, los seis carros han llegado esta mañana a un puerto polaco que no ha querido desvelar, aunque los envíos de apoyo a Ucrania están entrando todos por Gdansk y Gdynia, ubicadas al norte de Polonia. El siguiente paso es en tren, aunque ahí ya sí se desconoce hacia qué zona de la frontera polaco-ucraniana se dirigirá.
Lo que tardará más en llegar a suelo ucraniano será la segunda remesa de carros Leopardo 2A4 comprometidos con Ucrania por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su última visita a Kiev. Son otras cuatro unidades que se están reparando, como lo fueron los anteriores, en el complejo de General Dynamics-Santa Bárbara Sistemas en la localidad de Alcalá de Guadaira, a las afueras de Sevilla.
"Los otros cuatro carros de combate tardarán unos dos meses en poder ser enviados. Estaban en peor estado que los primeros y su reparación durará más", ha dicho Robles en el Cuartel General del Aire, donde ha firmado junto a los ministros de Defensa de Francia (Sebastian Lecornu) y Alemania (Boris Pistorius) el siguiente contrato para poner en marcha el FCAS, el sistema de combate del futuro que incluye un futuro caza de sexta generación.