Tras ser agasajado en el Congreso de los Diputados por todas las instituciones del Estado, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, acudió al Palacio Real de Madrid donde se celebró una cena de gala en su honor. Sin embargo, lo hizo sin la prenda que marcaba el protocolo: el frac.
Horas antes, Petro justificó este desprecio argumentando que es una prenda que "tiene que ver con élites y con la antidemocracia". "No me siento cómodo ni con la corbata, ni el frac (...). Es un símbolo que tiene que ver con élites, con la antidemocracia. Yo no me voy a poner eso", dijo el mandatario colombiano en una entrevista con W Radio de Colombia.
Tampoco lucieron frac los hombres de la delegación colombiana que le acompañaban en su visita de Estado. Petro, de 63 años, llevó un traje oscuro y una corbata. Sí lució, sin embargo, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, concedida por el Gobierno español horas después de que el presidente, que perteneció al grupo terrorista M19, hablara del "yugo español esclavista" para referirse a la conquista.
A diferencia de Petro, el resto de asistentes sí lucieron frac. En el caso de las mujeres, el protocolo para la cena fue vestido largo y, como es habitual en este tipo de evento, la reina lució una tiara de brillantes.
A la cena de gala asistieron unos 110 invitados: por parte del Gobierno español, además de Sánchez, han asistido la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el de Industria, Héctor Gómez, y por el PP, su líder, Alberto Núñez Feijóo.
De la delegación colombiana acudieron los cuatro ministros que acompañan a Petro en Madrid: Comercio; Educación; Transportes y Minas. Entre los empresarios, destacaron los presidentes de Telefónica, Repsol, OHL, Sacyry e Indra, entre otros, así como el de la CEOE, Antonio Garamendi.
El menú, elaborado por el Celler de Can Roca, consistió en ensalada verde; lubina con sabores del Mediterráneo y, de postre, haba de cacao.
Con motivo de la visita, los reyes regalaron a Petro y su esposa un juego de tres candelabros de cristal de La Granja, un marco de plata con una fotografía de don Felipe y doña Letizia y una lámina titulada "Los tejados de Madrid".
Por su parte, el matrimonio colombiano obsequió al Rey con un sombrero vueltiao típico colombiano, un libro de los parques naturales del país andino y unos gemelos; a la reina, unas joyas de esmeraldas y una bandeja; y a la princesa Leonor y a la infanta Sofía, dos mochilas indígenas.