Uno de los sacerdotes jóvenes con más futuro en Cataluña dio un paso atrás hace algo menos de un año y anunció que se tomaba una pausa en su vida presbiteral. Simó Gras era en aquel momento párroco de la localidad tarraconense de Montblanc, así como canciller, moderador y portavoz del arzobispado. Con tan sólo 43 años ejercía como báculo del arzobispo Joan Planellas.
En el momento de aquel anuncio de Gras, se especuló con un nuevo caso Xavier Novell (el obispo de Solsona que abandonó el sacerdocio para casarse y fundar una familia). Gras, que apuntaba maneras de obispo tanto por el escaso número de los sacerdotes que van quedando en Cataluña como por su juventud, se apartaba del sacerdocio. En los ambientes clericales de la archidiócesis de Tarragona se dice que Simó Gras está en la misma situación que Novell, manteniendo una relación con una mujer y en proceso de secularización. En la propaganda electoral se ha desprendido del alzacuellos y lidera una lista local en el partido del golpista prófugo Carles Puigdemont y la sentenciada por prevaricación y falsedad Laura Borràs.
Según desvela el portal catalán de información religiosa no nacionalista Germinans Germinabit, Simó Gras es el número uno de la candidatura municipal de Junts per Catalunya en la localidad tarraconense de Montroig del Camp, municipio de la Costa Dorada de más de trece mil habitantes y del que Gras es natural. El PSC gobierna la localidad desde 2015, de modo que el reto de Gras es lograr para el partido heredero de la Convergencia de Pujol la alcaldía.
Explica Germinans Germinabit que "a nadie le consta que a Mn. Simó Gras le hayan dispensado del sacerdocio ni haya pasado al estado laical. Algo debería decir el arzobispado tarraconense respecto a que uno de sus clérigos pase meteóricamente de su carrera sacerdotal a la política y pretenda ostentar elevadas responsabilidades municipales. Nadie dice nada. Y tanto en la diócesis como en la población de Montblanc se hacen cruces de que aquel cura joven, con un porvenir tan brillante, haya abandonado los hábitos (él que no se quitaba el alzacuellos) por la política".
El arzobispo Planellas no dice nada. Él se hizo famoso también por la política, ya que en tiempos del proceso separatista proclamó su "fe" en la independencia de Cataluña, colocó una estelada gigante en el campanario y trató con desdén a la esposa de Albert Boadella (el matrimonio tiene una propiedad en el pueblo) cuando le pidió que retirase la bandera separatista.
Antecedente
La vinculación entre el nacionalismo y la mayor parte de la Iglesia en Cataluña es notoria. Pujol fundó Convergencia en la abadía de Montserrat y nombró al jesuita Enric Puig director general de Juventud.
También en ERC hay un cierto influjo clerical. Los dirigentes Àngel Colom y Carod Rovira fueron seminaristas. Pero sólo se conoce un caso de sacerdote con responsabilidades municipales. Fue Lluís Hernández, cura y alcalde de Santa Coloma de Gramenet por el PSUC. Era la época de los "curas rojos". Ahora Gras pretende emularle, pero por la bandería separatista de Puigdemont.