La campaña de las elecciones municipales ha arrancado en Barcelona en las inmediaciones de dos inmuebles okupados en la selecta zona de la Bonanova. Miles de personas han secundado la manifestación contra los okupas que se han hecho fuertes en los inmuebles conocidos como El Kubo y La Ruïna. El despliegue de los Mossos ha impedido que los antisistema agredieran a los vecinos que protestaban contra su presencia.
En la manifestación antiokupa ha tenido un especial protagonismo el propietario de la empresa Desokupa, Daniel Esteve. Además, se han escuchado gritos contra la alcaldesa Ada Colau. En cuanto a la manifestación okupa, grupos de jóvenes han protagonizado enfrentamientos con los Mossos d'Esquadra y han provocado altercados en las inmediaciones de los edificios usurpados.
La consigna política de los Mossos era la de no actuar contra los antisistema, pero estos han agredido a los agentes con el lanzamiento de objetos contundentes. El nivel de violencia exhibido por los okupas ha forzado unas intervenciones muy medidas por parte del cuerpo autonómico de policía.
La intención de los okupas era llegar a las manos con los miembros de la empresa Desokupa, pero el cordón de los Mossos ha frustrado el choque. El dueño de esta empresa, el antedicho Esteve, había prometido en días pasados que desalojaría a los okupas de la Bonanova, pero tras sendas reuniones con los Mossos y después de las advertencias de las autoridades autonómicas, Desokupa renunció al desalojo a pesar de contar con el apoyo de una parte de los vecinos, hartos de la impunidad de los antisistema y de la pasividad de las autoridades municipales y autonómicas.