Los guardias civiles han elevado otra queja más al Ministerio del Interior. Y es que una práctica que no es nueva en el cuerpo ha alcanzado con Fernando Grande-Marlaska una nueva dimensión: la Dirección General de la Guardia Civil ha comunicado ya a las asociaciones profesionales de la Benemérita un borrador que tiene como consecuencia la precarización a gran escala en puestos clave como las comandancias de puesto repartidas por toda España. Allí el Gobierno quiere a guardias con graduaciones inferiores y pagados por debajo del coste de los oficiales. Un mecanismo que, tal y como denuncia JUCIL, busca un abaratamiento del gasto total.
La asociación mayoritaria de la Guardia Civil, JUCIL, destaca que "la Administración, de nuevo, ha menospreciado a las Asociaciones Profesionales de la Guardia Civil, haciéndonos llegar el proyecto de la norma (de tan solo 7 páginas) justo el día de antes de la reunión, negándonos así cualquier tipo de réplica constructiva basada en un estudio pormenorizado del texto, las disculpas por la tardanza en el envío de la documentación parecen formar parte ya del típico saludo diario".
Pero ese fue, simplemente, el preámbulo de lo que tenía que llegar después. Porque lo peor fue el contenido de la reforma. "Tras escuchar la exposición del simple preámbulo se la ha hecho saber a la Administración que este proyecto normativo en su totalidad es una tomadura de pelo o mejor dicho un fraude normativo, peor que lo anteriormente regulado, participándoles que no cuenten con nuestro apoyo para la elaboración de este texto en el sentido actual".
El motivo de esta reacción es doble. Por un lado, la regulación de los Núcleos Operativos: "La implantación de la figura de Coordinador de Servicio para este tipo de patrullas de Núcleo Operativo no parece estar bien entendida, ni definida por la Administración". JUCIL destaca que Interior se limita a sobrecargar a los comandantes de Puesto "ya que el texto que desarrolla este punto apunta a cualquier suboficial para el desempeño de la coordinación de servicio, sin diferenciar entre comandantes de puesto, segundos y resto de suboficiales de la compañía". Y, todo ello, disparando el número de funciones a realizar sin poder dejar de atender la comandancia del puesto.
Crear un nuevo puesto
JUCIL ha exigido ya la creación de "un nuevo puesto" a cargo de "un oficial y/o suboficial (brigada-subteniente), cosa que evitaría el tapón y las renuncias que existen actualmente en la escala de suboficiales para el ascenso". Pero, "llegados a este punto, la Administración ya no sabe ni que decir".
Y ahí llega el segundo motivo del fuerte encontronazo con el Ministerio de Grande-Marlaska. Y es que, "igual que un suboficial no ejerce de jefe de Compañía cuando el titular no está, ningún guardia civil debe ejercer la función de comandante de Puesto. Se hace necesario un desarrollo de la norma de la figura del 2º comandante de Puesto ejercida por Cabos/Cabos 1º que regule su actividad". La petición responde al deseo expreso de precarizar esos cargos con guardias de rangos inferiores a los que se les paga, obviamente, menos. "Las funciones de cada uno deben ir acordes al empleo que uno tenga y los comandantes de Puesto deben estar dedicados a sus funciones de mando y administración", señala JUCIL.
"Es evidente que la falta de personal en Seguridad Ciudadana, es el mayor problema al que se enfrenta la Guardia Civil, siendo este el impedimento para crear en catalogo la figura del Coordinador de Servicio o Coordinador, permitiendo este nuevo proyecto normativo que los núcleos operativos sigan sin una figura que los administre con continuidad en el mando de las mismas", explican los guardias civiles de esta asociación.