Lo ocurrido en el partido Valencia-Real Madrid este domingo, con los insultos sufridos por el jugador madridista Vinícius, ha sido utilizado por Irene Montero y otros miembros de Podemos para cargar contra los medios y contra uno de sus blancos habituales, la presentadora Ana Rosa Quintana.
En un acto en el País Vasco, Montero ha condenado "rotundamente los ataques y agresiones racistas que ha sufrido Vinicius" y ha señalado que "se repiten desgraciadamente de forma habitual en diferentes ámbitos". "Creo que es consecuencias de la normalización de los discursos de odio, de los discursos xenófobos, como veíamos hacer el otro día a Ana Rosa Quintana", ha afirmado la ministra rodeada de compañeras de partido.
La ministra y dirigente podemita hacía alusión al discurso de Ana Rosa Quintana al recoger la Medalla de Oro de Madrid el pasado 15 de mayo, que ha servido a la izquierda para arremeter de nuevo contra la presentadora. Quintana, al referirse a su relación y sus vínculos con la capital, señaló que se había criado en Usera, "un barrio obrero y trabajador, antes de que fuera Chinatown".
"Normalizar y banalizar los discursos de odio, xenófobos, normalizar la violencia de género tiene consecuencias", ha proclamado Montero unos días después de que su candidato en Madrid llegara a reclamar que se le arrebatara la medalla a Quintana para dársela a la fallecida Almudena Grandes.
También Belarra ha utilizado lo que se vivió en el partido de fútbol para decir que la "normalización del racismo y el fascismo" en "grandes medios de comunicación y en la política" es el "caldo de cultivo en el que crecen agresiones" como este tipo de insultos.
"Eso es algo que muy poca gente se atreve a decir", ha aseverado Belarra en un tuit en el que también ha compartido una peculiar publicación del exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, que mezcló los insultos a Vinicius con la reciente polémica por el "sorda, bollera" que le dedicó Irene Montero a su candidata en Valencia e insultos a Pam y Ada Colau.
Iglesias, que este fin de semana llegó a decir que desde Madrid están "articulando un golpe de Estado", ha proclamado que el problema en España es "el auge del fascismo", que está "muy normalizado" en España y "muy tolerado en el fútbol" y, en su opinión, "también se está normalizando en los ámbitos mediáticos".