La trama de compra-venta de votos en Melilla para las elecciones del próximo 28M ha sufrido un golpe en las últimas horas. Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo este martes una operación en diferentes puntos de la ciudad que, de momento, se está saldando con nueve detenidos y varios registros. La actuación policial continúa abierta, por lo que el número de arrestados podría aumentar en próximas horas o días.
Fuentes policiales han explicado que algunos de los primeros detenidos son una red conocida de delincuentes comunes, relacionados con el menudeo de hachís, que se estaban dedicando en las últimas semanas a comprar votos entre electores melillense, es decir, que serían la parte más baja de la trama. Pero también hay algunos de la parte más alta de la trama.
En este caso, se trata de cargos de Coalición por Melilla (CpM), el partido islámico y promarroquí de la ciudad. Es el caso del del consejero de Distritos, Juventud y Participación Ciudadana del Gobierno local y número tres de las listas de CpM para el 28-M, Mohamed Ahmed Al-Lal, además de un yerno de Mustafá Aberchán, presidente de esta formación política localista.
La gran mayoría de las detenciones se han producido este martes: seis de ellas. La Subdelegación del Gobierno en Melilla ha explicado que las tres primeras se produjeron durante la jornada de ayer lunes, aunque no se informó públicamente de las mismas.
La operación, ordenada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla, la está llevando a cabo el Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) de Málaga, una unidad que es la hermana menor del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, que están llevando a cabo una decena de registros. Entre esos inmuebles, la sede del gabinete de prensa de Coalición por Melilla (CpM), un estudio de grabación que es utilizado por un militante de Cpm, a la altura del número 66 de la Carretera de Farhana, o en el edificio Alta Miwa 4, de la zona de chalets de Farhana, según han explicado las mismas fuentes.
De manera paralela, agentes de la Policía Nacional han detectado un intento de sobornar a funcionarios de Correos en Barcelona. Las primeras pesquisas apuntan a que personas que tienen relación con la trama de compra-venta querían colocar en oficinas de la Ciudad Condal votos por correo de las elecciones de Melilla con la intención saltarse los controles en la ciudad, algo de lo que ya estaban advertidas las autoridades.
Precisamente, las autoridades sabían que tanto Marruecos como la península podían ser puntos clave en el intento de intentar colar votos comprados en las elecciones. Es por ello que la Guardia Civil estaba controlando la posible salida de votos por correos por el puerto o el aeropuerto melillense y a través de la frontera con la ciudad marroquí de Nador.
El voto fraudulento en Melilla no es algo nuevo. De hecho, el Supremo condenó en 2020 a las cúpulas de PSOE y Coalición por Melilla (partido local de corte islámico y promarroquí) por haber comprado votos por correo para el Senado en las elecciones de 2008. La pasada semana, cuando se cerró el plazo, en Melilla había 11.707 peticiones de voto por correo, es decir, casi el 20 por ciento del censo, cuando en el resto de España está de media en el 3 por ciento del censo.
Hasta ayer lunes, según los datos hechos públicos por el Ministerio del Interior, sólo se han validado 1.302 votos, es decir, tan sólo el 11,12 por ciento de los votos por correo que se han solicitado en la ciudad autónoma. Pese a que todavía queda tiempo para que se emitan votos por correo, es muy probable que la medida de que cada voto debe ser identificado con un DNI ha supuesto un duro golpe para las mafias de la compra-venta de votos.