Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Islas Baleares y Murcia son las cinco comunidades en las que el Partido Popular necesita apoyo externo para poder gobernar después de no haber alcanzado la mayoría absoluta en las elecciones del pasado domingo 28 de mayo.
En las tres primeras comunidades citadas necesitan el sí de los representantes de Vox en la investidura mientras que en Baleares y en Murcia les serviría con la abstención ya que superan a la izquierda.
Este martes, todos los barones del PP se dieron cita en Génova en una concurrida reunión de la Junta Directiva Nacional en la que Alberto Núñez Feijóo les dio "libertad" para lo que quieran hacer en las futuras negociaciones.
Los acuerdos para conformar gobiernos autonómicos han pasado a un segundo plano para el líder del Partido Popular que ya está centrado en las elecciones generales del 23 de julio. "Hay que rematar al sanchismo", aseguran voces de la dirección popular.
Por ello, en Génova ya están poniendo otra vez en marcha la maquinaria electoral y aseguran que, a nivel autonómico, "no darán ninguna directriz general" a sus territorios para las próximas semanas. "Que cada comunidad autónoma analice sin prisa y a fondo" sus posibles pactos, aseguran. Eso sí, esta "libertad" no quita que desde la dirección nacional del PP estén "pendientes" de lo que suceda y puedan "aconsejar" cuando se tercie.
Ir a una primera investidura sin negociar
Con esta situación, barones autonómicos ya perfilan sus estrategia en los próximos días. En algunos casos, explican, valoran la idea de llegar a una primera investidura sin negociar con Vox para que los de Santiago Abascal se retraten: "Impedir un gobierno de la derecha que acabe con el socialismo, supondrá un tiro en el pie para Vox en las generales", sentencian.
"Que Vox vote que no y hago la campaña de las generales desde mi región", sentencia otro barón popular. Además, los dirigentes autonómicos del PP están convencidos de que tienen que "hacer todo lo posible" por conformar "gobiernos en solitario" en los que no entren miembros de Vox.
Si los de Abascal impiden una primera investidura de los candidatos del PP, los populares irían a la segunda vuelta que dilataría los tiempos hasta después de las generales. Es decir, Feijóo no iría a las elecciones con un pacto con Vox bajo el brazo.