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La prensa de un vistazo

Un escalofrío recorre España: Sánchez amenaza con una "tormenta tremenda" y habla de "arrestos"

Tras el inaudito discurso de ayer queda claro que Sánchez no reconoce el resultado del 28-M. ¿Qué pasará si se repite el 23-J?

Tras el inaudito discurso de ayer queda claro que Sánchez no reconoce el resultado del 28-M. ¿Qué pasará si se repite el 23-J?
Pedro Sánchez con sus diputados y senadores. | EFE

El Mundo


"Sánchez radicaliza el PSOE ante el desierto que deja Podemos". Sánchez ya era bastante radical, pero ayer era tal cual Pablo Iglesias. Lo mismo era a eso a lo que se refería Lucía Méndez, que Sánchez había dimitido para convertirse en Pablo.


"El presidente del Gobierno dio ayer inicio a una campaña de frentismo extremo en la que abandona definitivamente el espacio político de centroizquierda para lanzarse a por el electorado identificado con los postulados de la izquierda más radical", dice el editorial. Esa izquierda que se ha quedado fuera de la Asamblea y del Ayuntamiento en Madrid y del Gobierno valenciano.


"El presidente marcó cuál va a ser el tono del PSOE: igualar al PP con Vox -«no hay distinción alguna»- y a ambos con Donald Trump; señalar una conspiración de «los poderosos» contra él; insinuar que pedirán su arresto como responsable de un falso pucherazo; calificar a la derecha y a sus millones de votantes de «corriente reaccionaria», y acusar a los medios de comunicación que no le son afines de «lanzar infundios y traficar con la mentira»". Vamos, un tipo fuera de si que ha declarado la guerra a todos los españoles que no le votan. Y esto lo dice el personaje que engañó a sus votantes con que no pactaría con Podemos, que con Bildu jamás de los jamases, que ni hablar de los separatistas, el indivíduo que ha gobernado para minorías y ha escupido en la cara de más de media España. ¿Qué esperaba? ¿Que le votara la gente que él ha pisoteado? Y, por cierto, si intenta dar un golpe de Estado, que lo estamos viendo venir, naturalmente que acabará en la cárcel. Como Castillo en Perú.


"Un presidente del Gobierno debería gobernar para todos los ciudadanos y no descalificar a quienes no le han votado. Además, agudiza la crispación política y social, deteriora la calidad del debate público y destila, precisamente, el trumpismo que dice combatir". La que nos espera. Y, por cierto, si pierde esperemos que no lance a las calles a esa turba de la que hablaba ayer. En España, Pedro, la única turba que ha intentado tumbar presidentes y gobiernos ha sido la izquierda.


"Tras los pésimos resultados cosechados por Podemos y por las siglas apoyadas por Sumar, Sánchez ha pasado de encumbrar a Yolanda Díaz, aupándola en marzo como su ticket electoral, a considerar que su candidatura no le resultará rentable. Por eso ahora busca ocupar su espacio". Bueno, Sánchez siempre ha sido un ultra, solo ha intentado disimularlo y con el ataque de ira se le ha visto el plumero.


"La estrategia del miedo contra la caricatura de una España negra encabezada por PP y Vox se ha demostrado fallida para el PSOE. Acentuarla no solo divide más a la sociedad, sino que agrava la deriva de un partido históricamente clave en la vertebración democrática del país y que ha renunciado a dirigirse a la mayoría de la sociedad española". Y encima nos insulta.


A Leyre Iglesias le ha dado "miedo ver al presidente en la arenga que ha dirigido a los suyos en una sala del Congreso. Ha dicho que se avecina una «tormenta tremenda». Que nada distingue al PP de Vox, «derecha extrema y extrema derecha». Que dominan las grandes empresas y medios de comunicación. Que insultan, mienten, y que él es el único que puede parar al monstruo. Ha asegurado incluso que querrán detenerle por organizar un falso pucherazo, y ha recordado que Trump ya mandó a una turba a asaltar el Capitolio". Suena a aviso. Como si realmente estuviera organizando un pucherazo y estuviera poniéndose la venda antes de la herida. Y aquí las únicas turbas las ha organizado el PSOE (tras el 11-M) y Pablo Iglesias, que intentó tomar el parlamento andaluz. Recuerden la alerta antifascista. Y el rodea el Congreso. Y rodeen las sedes del PP. Esas turbas las ha organizado siempre la izquierda.


"Una cree que el PSOE debería volver a la centralidad tras el desastre probado del hermanamiento radical. Pero el camino es otro: convertirse en el voto útil de todos esos partiditos tenebrosos. En la casa común". Y todos los socialistas detrás, sin rechistar. No han entendido nada.


Raúl del Pozo augura que "la decisión personal de Pedro Sánchez acabará hundiéndole aún más". No hay vuelta atrás, o Pedro Sánchez o los españoles. "Se espera una alta crispación. La izquierda hará énfasis en el peligro del entrismo de Vox en el PP" . "Pero las elecciones, aunque sucias, serán emocionantes". La verdad, Raúl, no te tenía por un masoquista. Va a ser un horror y lo único bueno que puede salir es que Sánchez se vaya de una vez. Pero lo ha dicho claramente, morirá matando.


"Si Sánchez logra que los números mantengan con vida a Frankenstein, la nación saltará por los aires", dice con acierto Fernando Palmero.

El País


"Sánchez arranca la campaña al ataque". "El presidente busca movilizar a los progresistas contra una derecha "trumpista"". Lo que busca es perpetuarse en el poder y encarcelar a la oposición a lo Daniel Ortega. Es más fácil ver a Sánchez como un trumpista que a Feijóo.


"El presidente y su equipo parecen haber entendido, después de un varapalo durísimo el domingo que no vieron venir y que ha acabado con casi todo el poder autonómico y local del PSOE, que frente al sentimiento del antisanchismo, el gran movilizador de la derecha, deben contraponer otra pasión. Y han elegido la de frenar a una derecha que consideran trumpista". Pues si no lo vieron venir que le pidan cuentas a Tezanos, que no se entiende cómo sigue en el puesto. Pero el discurso de ayer de Sánchez era más propio de los dictadores latinoamericanos que de un líder europeo.


"La campaña ya ha empezado. Y el primer día deja muy claro que no será suave. El PSOE ha cambiado radicalmente de estrategia. Ahora falta por ver cuál elige el PP. Pero lo que es seguro es que serán dos meses muy intensos". Pues tal vez lo mejor será dejar que Sánchez se desgañite siempre que no sobrepase el Código Penal. Ah, y que procure que no vuelvan a pillar a su partido comprando votos, que lo del pucherazo vino por algo.


Daniel Gascón se troncha. "Miles de españoles votaron masivamente contra Pedro Sánchez en las elecciones autonómicas y municipales, pero el presidente del Gobierno ha decidido darles una segunda oportunidad". Jaja, jaja, bueno ahí.


"Sánchez presiona al espacio neurótico de "la izquierda de la izquierda" y se ahorra seis meses de gente muy nerviosa en su partido, inquieta por otras audaces decisiones que les pueden dejar sin trabajo". Pues casi con seguridad, esta será la última audaz decisión de este psicópata.


"La convicción del presidente de que todas las elecciones hablan de él ha costado cara a candidatos de su partido en comunidades y ayuntamientos. Esta maniobra personalista —repetir, porque él es el problema y también la solución— refleja oportunismo y osadía. Si sale mal, no perderá solo él. Dejará su partido arrasado". A él su partido se la trae al pairo. De hecho ¿existe ya el PSOE?

ABC


"Sánchez ya es Podemos". Y no hay más que hablar. "Sánchez se entregó este miércoles a un código discursivo que rompe con los moldes institucionales propios de un partido de gobierno en una democracia liberal. Su gestualidad, sus palabras y su estrategia resultan ya indistinguibles de Pablo Iglesias". Daba miedo, estaba declarando la guerra.


"Acusar, como hizo Pedro Sánchez, a poderes ocultos, cargar contra los medios de comunicación, o señalar a empresarios han sido recursos tradicionalmente empleados por los líderes populistas y resultan impropios en una democracia consolidada como la española". Tampoco es la primera vez, lo de los señores del puro viene de lejos, la diferencia es que ayer estaba amenazando, rezumaba odio.


"En el momento más álgido y alucinado de su intervención llegó a afirmar que podría incluso acabar detenido. Pocas veces en España hemos visto replicar el discurso de Donald Trump con una fidelidad tan literal". Lo que quiere decir que lo que le ronda por la cabeza es, o detener a la oposición como Daniel Ortega, o no reconocer el resultado del 23-J si no gana él, como ha hecho el 28-M. Lo de ayer fue una amenaza a los españoles que no le votaron.


"Optó por subir el volumen de la crispación presentándose como la víctima propiciatoria de una supuesta ola reaccionaria. Su derrota electoral no se explicaría, pues, por un rechazo a sus políticas sino por una inercia internacional frente a la cual Sánchez se presenta como la única solución". Es alucinante. El tío no puede entender que no le soportamos, que es un embustero, que mintió para llegar a Moncloa, que ha pactado con lo peor del parlamento y al resto de los españoles, que son la mayoría, los ha tratado a patadas. Que no te queremos, Sánchez, no te queremos A TI. Y si te lo tenemos que repetir en julio, pues lo haremos. ¿Y entonces qué vas a hacer? ¿Echarnos encima al ejército?


"La ovación cerrada por parte de sus diputados y senadores evidencia, además, la expulsión de todo juicio crítico que pudiera intentar enmendar la espiral autodestructiva hacia la que parece dirigirse el PSOE". Dan pena.


"Sánchez llegó a afirmar que quienes ejercen una oposición legítima a su Gobierno y a sus políticas «saben a quiénes sirven, tienen más medios y ningún pudor para lanzar infundios y traficar con la mentira». La deslegitimación del adversario nunca podrá interpretarse como una fortaleza democrática y demuestra una falta de respeto absoluto por el pluralismo político". Demuestra que su intención es imponer una dictadura a la bolivariana en España.


"Nunca hemos visto a un presidente en ejercicio pronunciarse en términos semejantes y a buen seguro los españoles tendrán ocasión de sancionar esta temeraria retórica populista el próximo 23-J". El problema lo tendremos después. ¿Aceptará Sánchez los resultados?


Luis Herrero entiende la servidumbre del PSOE al jefe. "El deporte de llevarle la contraria a Sánchez es de alto riesgo. No hay más que contar los cadáveres que jalonan su camino para tenerlo claro. En su descargo cabe decir que el origen de esa patología despótica no está sólo en su temperamento –que también–, sino en el aire que se respira en la pirámide del faraón. El síndrome de La Moncloa vuelve gilipollas a todos sus inquilinos". A este le ha vuelto un loco peligroso.


"Pedro Sánchez lleva camino de protagonizar un mutis aún más horrendo que el de sus predecesores. Sus últimas señales de vida demuestran que no se entera de nada". Se cree, al parecer, todas las chorradas que le dice Tezanos.


"Me apuesto pincho de tortilla y caña a que el batacazo del 23 de julio esculpirá en su lápida este fatídico epitafio: aquí yace el difunto que deja un Estado mucho más débil del que heredó y unos enemigos más fuertes gracias al influjo de su engendro Frankenstein". Que solo sea eso.


Ignacio Camacho también está asustado. "El candidato se ha lanzado a una ofensiva populista a base de palos de ciego y lo mismo apela al voto del miedo que arremete contra los medios calcando el discurso antistema –trumpista– de Podemos. Se avecina una campaña brutal, espasmódica, desquiciada; un oleaje de juego sucio, trabado, feo en busca del enfrentamiento cuerpo a cuerpo". Sánchez se quita la careta. Le estaremos esperando.

La Razón

"Huelga de manos caídas en el PSOE por la campaña electoral". Pues ayer esas manos aplaudían a rabiar. "En las sedes territoriales culpan a Sánchez y reducirán movilización de la militancia y del voto por correo. No quieren mítines con el candidato". Harán lo que diga el amo. "El PSOE es un partido hundido anímicamente, y, lo que es más perjudicial para los intereses de Madrid, motivado por una demanda revanchista hacia Moncloa que se extiende de federación a federación", dice Carmen Morodo. "Desde el domingo de funeral, el presidente del Gobierno se ha retirado del escaparate público, buscando refugio en su grupo parlamentario: diputados y senadores son los únicos que conservan el puesto que él les dio y que le mantienen su fidelidad". Ah, que eran esos los que aplaudían tanto.

El editorial le da un serio toque a Sánchez. "Es una grave irresponsabilidad, porque atañe al más elemental principio de la prudencia, invocar el fantasma del «pucherazo electoral» en vísperas de unas elecciones que pueden determinar un cambio político". A todos nos dio la misma sensación. Que estaba anunciando un pucherazo. "Mucho más, si quien agita la sospecha es el propio presidente del Gobierno y, por lo tanto, principal garante de la limpieza de los comicios". Que vengan observadores internacionales.

"Que el resultado de las urnas le haya sido adverso forma parte de las reglas del juego de la política y nunca debería tomarse como una ofensa personal, como si hubiera sido víctima de una conspiración de obscuras fuerzas, con los medios de comunicación dominados por los «poderosos», y no por la libre decisión de una mayoría de los electores, seguramente, descontentos con su gestión política, que han optado por otras opciones partidarias". Él, que tantas veces se ha quejado que le deslegitimaban, deslegitima ahora el voto de los españoles y no reconoce el resultado de las elecciones. "La «ola reaccionaria»", señor Sánchez, "se llama democracia".

También Francisco Marhuenda está indignado. "El líder socialista es muy libre de diseñar la campaña electoral como mejor le convenga, pero me parece un despropósito arremeter contra la «ola reaccionaria» que, según su peculiar metaverso, representaría la victoria de Feijóo y sus posibles pactos con Vox". Pero ¿cómo se atreve a hablar de pactos este impresentable?

"Como es normal, respeto que se quiera presentar, que culpe a los demás por el fracaso y que considere injusta la enorme derrota electoral. Lo que no existe es una «ola reaccionaria»". Y eso sí que es un pucherazo, no reconocer el resultado de unas elecciones porque no has ganado tu. ¿Reconocerá Sánchez el resultado de las urnas el 23-J si no gana él?

En España

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