La era Sánchez en la Guardia Civil se ha caracterizado por la crítica de los agentes a sus mandos políticos. Desde María Gámez, hasta Mercedes González. La primera tuvo que ser destituida tras ser imputado su marido en un millonario escándalo familiar ligado a los ERE. La segunda acaba de dimitir para ir en listas del PSOE el 23-J y fue nombrada tras permitir, por ejemplo, una manifestación neonazi por el barrio de Chueca -epicentro gay de Madrid- justo tras el ridículo de su ministro Grande-Marlaska dando por bueno el bulo de que habían agredido a un homosexual marcándole la palabra "maricón" en el culo. La asociación mayoritaria de los guardias civiles -JUCIL- no aguanta más politización y ha despedido a su directora más efímera con un sonoro "¡adiós directora general! Cierre al salir, pero sin dar portazo".
El comunicado de JUCIL es rotundo: "La asociación profesional expresa su tristeza y su malestar por el abandono que los políticos demuestran hacia los guardias civiles". "Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha expresado públicamente su malestar por el desgobierno en el que permanece la Institución y que sufren miles de guardias civiles, abandonados a su suerte, sin una dirección y sin que los actuales dirigentes parezcan interesados en la resolución de los muchos problemas que afectan a quienes a diario nos esforzamos en nuestra tarea como servidores de la ley en España". Y ahora, según esta asociación, se confirma esa falta de respeto por el Cuerpo: "La dimisión de Mercedes González sólo dos meses después de jurar el cargo como directora general expresa la desvergüenza de los políticos ante la desgobernanza en la que se encuentra sumida la Guardia Civil".
El secretario de comunicación de JUCIL, Agustín Leal, señala que el paso de la directora por la Institución "ha sido irrelevante, anodino y frustrante". "En ningún momento ha mostrado un mínimo interés por las reclamaciones del colectivo de guardias civiles. En lo personal le deseamos todos los éxitos del mundo y que tanta gloria lleve como paz deja" añade el secretario de comunicación.
JUCIL despide, así, a Mercedes González con una frase: "Cierre cuando salga, pero sin dar portazos" y pide al ministro del Interior que, en estos momentos, en los que se han programado dos importantes reuniones del Consejo de la Guardia Civil para determinar la jornada laboral de los guardias civiles a partir del año próximo, se ponga al frente de la Institución, "aunque le cueste o no lo desee, y haga frente al permanente desgobierno al que se arroja al Cuerpo. ¡Y a pesar de todo lo anterior, los guardias civiles seguiremos prestando nuestro servicio a la sociedad española, a los ciudadanos! ¡No nos merecemos a estos dirigentes!"