El PSOE no se resigna a que el escaño por Madrid del voto exterior haya ido al PP en lugar de al PSOE. Pese a que tanto la Junta Electoral de Madrid como la Junta Electoral Central se han negado a revisar los 30.302 votos nulos registrados, los socialistas continúan con la estrategia trumpista de insinuar un pucherazo y han decido recurrir ante el Tribunal Supremo.
Las fuentes han precisado que aún no han decidido en qué fecha presentarán este recurso a una semana de que se constituyan las Cortes Generales con los resultados de las elecciones del pasado 23 de julio.
Con esta revisión, el PSOE tiene la esperanza de arrebatar al PP el escaño logrado tras el recuento del voto exterior. La clave: con ese escaño no le basta la abstención de Puigdemont, necesita su voto afirmativo tanto para la constitución de la Mesa del Congreso como para la investidura de Pedro Sánchez.
El PSOE presentó un primer recurso ante la Junta Electoral de Madrid después de finalizar el escrutinio general con el voto exterior y se confirmara que el PP había obtenido 137 escaños, uno más que la noche del 23-J, y el PSOE se quedara con 121. El recuento se hizo, como siempre en presencia de apoderados de todos los partidos, también del PSOE, que no puso ninguna queja en ese momento.
Este recurso fue desestimado el pasado 30 de julio, por lo que los socialistas elevaron su petición a la Junta Electoral Central, que también rechazó la pretensión de los socialistas de repetir el escrutinio porque no había ninguna necesidad. La JEC alegó que los socialistas "no aducen ninguna irregularidad en el escrutinio general como para justificar la repetición que solicita".
Según su argumento, el PSOE se limitó "a invocar su derecho a revisar el voto nulo indicando la cercanía en el número de votos necesarios para modificar la distribución de escaños en la circunscripción de Madrid". El argumento del derecho hace sospechar que lo que pretenden los socialistas es llegar al Constitucional, que preside Conde Pumpido.
Para la JEC, estas alegaciones no pueden ser tenidas en cuenta porque resultan contrarias "al procedimiento establecido por la Ley Electoral y haría inviable cumplir con los plazos previstos".
Pero al PSOE la Ley electoral no le interesa lo más mínimo. Necesitan ese escaño y no dudan en extender la sospecha de pucherazo, como Donald Trump, para salirse con la suya.
Se da la circunstancia de que la Junta Electoral Central está conformada por un vicepresidente y cinco vocales del Tribunal Supremo ante el que han recurrido.