
El expresidente de la Generalidad prófugo en Bélgica, Carles Puigdemont, ha claudicado ante el líder socialista, Pedro Sánchez. Se ha entregado al PSOE en la votación de la presidencia del Congreso. La lectura del independentismo de calle es que el líder moral del separatismo se han rendido. El tono de las respuestas a su último mensaje en la red social X indican un profundo malestar entre sus más acérrimos seguidores, los tuiteros separatistas de piedra picada que hasta ahora jaleaban todas las travesuras y andanadas contra el PSOE y Sánchez que han caracterizado la actividad de Puigdemont durante las últimas semanas.
El voto a favor del PSOE de los siete diputados de Junts en el Congreso a cambio de la propuesta para que el catalán sea idioma oficial en la Unión Europea les parece poca cosa, nada. Exigen, por contra, la imposición total y definitiva del catalán en Cataluña, la erradicación del español y la independencia de manera inmediata. Es lo que les ha venido prometiendo Puigdemont con la coraza de su falsa condición de "exiliado" y "mártir" del 1-O.
Todos los mensajes de Puigdemont tras el 23-J abundaban en una posición dura, en que JxCat haría pagar a Sánchez un alto precio por la Mesa del Congreso, pero la letra pequeña del acuerdo ha causado una mezcla de indignación y decepción entre sus seguidores, que le acusan de haber caído en la trampa de Sánchez, de haber vendido Cataluña por un plato de lentejas, de haber creado falsas expectativas. Ahora, Junts es la nueva ERC, otro partido "autonomista" sometido a las formaciones "ñordas" del 155.
Pérdida de crédito
Puigdemont ha perdido este jueves gran parte del crédito como líder irredento e inmune a las presiones.
A estos independentistas les ha soliviantado el último mensaje de Puigdemont, donde dice que la solicitud de España a través del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para el reconocimiento del catalán, el vasco y el gallego en el listado de lenguas oficiales es uno de esos "hechos comprobables" que reclamaba hace tan solo unas horas para no hacer descarrilar la legislatura. Poca cosa para quienes aspiraban a que Puigdemont reventara la política del "país vecino".
El Regne d'Espanya, que en aquests moments presideix el Consell de la UE, ha sol·licitat a aquesta institució la incorporació del català, l'euskera i el gallec al llistat de llengües oficials que consten al reglament 1/58. És un fet, no pas una promesa, que mai s'havia volgut…
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) August 17, 2023
El expresidente catalán se ha justificado así: "Para JxCat, el acuerdo para formar la Mesa del Congreso no iba de cargos en la Mesa ni de presidencias de comisiones, que es lo que habitualmente figura en este tipo de acuerdos. Ni podía ir, en modo alguno, vinculado a la investidura. No nos van a mover promesas o voluntades políticas sin garantías de cumplimiento de quien no nos genera ninguna confianza. No sé si esa distancia se acortará o no. Pero si llegan acuerdos futuros, será porque llevan incorporado su cumplimiento de forma comprobable. Cómo ha sido el caso. A algunos les parecerá demasiado y a otros les parecerá poco. Es una negociación por la Mesa del Congreso. La investidura está exactamente donde estaba al día siguiente de las elecciones".
ERC atiza a Junts
El mensaje no ha satisfecho a sus bases después de semanas de amenazar con el bloqueo y la repetición de las elecciones, según se puede comprobar en un somero vistazo a las respuestas en la red social X.
Amics de @JuntsXCat benvinguts a la política dels independentistes d'@Esquerra_ERC "nyorda", "traïdora" i "botiflera" evidentment.
— Joan Tardà i Coma (@JoanTarda) August 17, 2023
Un cualificado representante de ERC, el exportavoz en el Congreso Joan Tardà no ha tardado en reírse de Junts y de su voto final a favor de Francina Armengol: "Amigos de Junts, bienvenidos a la política de los independentistas de ERC 'nyorda', 'traidora' y 'botiflera' evidentemente". Tardà recogía así las sensaciones causadas en gran parte del independentismo por el resultado de la estrategia de Puigdemont.