
La determinación del Gobierno de coalición en funciones de tramitar de urgencia una ley de amnistía —saltándose todos los controles institucionales para que esté aprobada a tiempo y conseguir los votos de Junts en la investidura— sigue provocando reacciones de históricos socialistas.
En días pasados lo han hecho, entre otros, Felipe González, Ramón Jáuregui y Alfonso Guerra. Hoy otras dos voces autorizadas analizan la maniobra de Pedro Sánchez desde un punto de vista de su oportunidad política y del interés general. Por no hablar de que hasta el 23-J, ministros del actual Gobierno en funciones y el propio presidente se manifestaron una y otra vez en contra de conceder la amnistía a Puigdemont y demás involucrados en el procés del 2017 todavía pendientes de juicio.
Almunia: "No hay condiciones para una amnistía"
En una entrevista en Radio Euskadi, Joaquín Almunia —exministro socialista y excomisario de la UE— ha expresado su convicción de que "de momento" no hay condiciones para una amnistía "desde el punto de vista político del interés general de la sociedad", independientemente de si la amnistía es o no constitucional.
"No tengo conocimiento anticipado de lo que vaya a decidir el Tribunal Constitucional si el tema se le somete alguna vez. Hay opiniones a favor, hay opiniones en contra de la cabida dentro de la Constitución de una amnistía", ha señalado Almunia, que añade que ese "no es el problema político" sino si "dadas las circunstancias actuales, dado lo que he escuchado hace pocos días por parte de Puigdemont, desde Bruselas, hay condiciones para una amnistía desde el punto de vista político del interés general de la sociedad". "Y yo creo que, de momento, por lo que se ve, se escucha y se oye, no hay condiciones para una amnistía", ha dicho.
Es "inviable" una amnistía como la que se está planteando
Por su parte, el también socialista Tomás de la Quadra-Salcedo, exministro de Justicia con Felipe González, en una larga Tribuna en El País, defiende los indultos del Gobierno de Sánchez a los condenados del procés porque "no ponen en lo más mínimo en cuestión las sentencias dictadas, impecables en el fondo, en la forma y en el proceso". "La lectura de los reales decretos de indulto pone de manifiesto ese exquisito respeto a las sentencias y cómo los indultos responden a razones que en nada afectan a la lógica y justicia misma de las sentencias".
Siguiendo esta lógica, De la Quadra-Salcedo señala que "el indulto no tiene sentido en la situación de Puigdemont, máximo responsable de todo, fugado de la justicia y cabeza de un Consell per la República que sigue actualizando su declaración de independencia, negando la Constitución misma y propugnando su violación unilateral". Y este es el motivo por el que "pretende una amnistía que políticamente tampoco es posible en su situación actual —dejando aparte si encaja en la Constitución— pues no responde a la causa, finalidad y significado de la amnistía en una democracia avanzada del siglo XXI".
El fondo de la exigencia de Puigdemont implica "construir un relato que fundamente la amnistía en la bondad o en los derechos que los condenados pretenderían que justificaban sus acciones: el derecho a la autodeterminación de Cataluña. Inexistente derecho, supuestamente no respetado por el Estado". Es decir: con la amnistía lo que pretenden es "legitimar" lo sucedido en 2017 "y que el Estado se eche la responsabilidad de todos los actos de los amnistiados sobre sí mismo y sobre sus leyes y poderes".
La conclusión de De la Quadra-Salcedo no puede ser más demoledora para las pretensiones de Sánchez: "Ese planteamiento (el de los independentistas) imposibilita la investidura de cualquier representante de un partido de Estado, como el PSOE, que no puede aceptar esos términos, pese a que haya demostrado que está dispuesto a emplear las vías legales razonables, incluido el indulto, para buscar solución a los problemas de solo una parte de la sociedad catalana". Y eso que, en línea con lo expresado en Radio Euskadi por Almunia, no considera que la amnistía sea inconstitucional, pues "amnistía e indulto son dos especies de un único género: el derecho de gracia".
"Son argumentos políticos los que hacen, sobre todo, inviable una amnistía que ningún candidato puede aceptar con el significado que pretende dársele y menos como condición para apoyar una investidura", concluye el exministro de Justicia socialista.