
La fugada Marta Rovira, secretaria general de ERC, ha dado por sentada la amnistía en una comparecencia telemática ante la dirección de su partido. Según Rovira, tal amnistía era una de las condiciones para la elección de la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso y tanto el PSOE como Sumar se han comprometido a "poner fin a la represión política" y trabajar por la "desjudicialización".
Sin embargo, la prófuga republicana ha alertado de que no consentirán al PSOE una "negociación de último minuto". Es decir, que lo de la amnistía está hecho, pero no del todo. ERC da por asumida por parte de Pedro Sánchez "una ley de amnistía que solo falta acabar de concretar" al tiempo que alerta de que la negociación está muy verde y en sus inicios.
Marta Rovira ha apuntado además que la negociación sobre esa amnistía, que ya estaría en el saco separatista, y también sobre la autodeterminación debe ser paralela a otras en las que se aborde el traspaso de más competencias, una suerte de "totum revolutum" con todos los expedientes abiertos.
Y tras dar por sentada la amnistía, Rovira ha asegurado que "no vamos del todo bien", introduciendo más dudas y confusión entre los dirigentes de ERC que seguían la intervención de su secretaria general por videoconferencia.
Los socialistas "van tarde"
Del mismo tenor ha sido la reunión de Junts, "consejo nacional", en la que también ha participado Carles Puigdemont de manera telemática con un largo discurso a pesar de no ocupar cargo alguno en el seno de la formación. La arenga del prófugo a los suyos ha sido a puerta cerrada, pero la presidenta del grupo de JxCat en el Congreso, Miriam Nogueras, ha repetido los argumentos del líder separatista en una intervención posterior. El partido separatista alerta a los socialistas de que "van tarde" y les apremia a ponerse a negociar sin esperar a que fracase Núñez Feijóo en su sesión de investidura.
También fija la atención Junts en la cuestión del catalán en Europa, asunto que se va torciendo a pesar de que el Gobierno trata de convencer al resto de los países de la UE con el argumento de que sería España la que asumiría los costes económicos de introducir el catalán, el gallego y el vasco en el catálogo de idiomas oficiales de la UE. Pero esa promesa no le basta a JxCat, que reta al Gobierno a demostrar el peso del que presume Sánchez en Europa consiguiendo la oficialidad del catalán.
En cuanto a la amnistía, Junts insiste en el pago por adelantado. No le vale, como al parecer a ERC, el "compromiso" del Gobierno. Que Puigdemont desconfía de Sánchez es notorio.
Nogueras ha repetido las condiciones expuestas por Puigdemont para negociar la investidura de Sánchez dando a entender que de momento siguen las conversaciones pero no hay nada concreto ni se ha empezado a negociar. De ahí que adviertan a Sánchez de que dejar pasar el tiempo como hacía Rajoy no resuelve los problemas. Sin embargo, en Junts presumen de haber llegado en dos meses a donde no se había llegado en cuarenta años.