
Este martes el PSOE y sus socios aprobaron el cambio del reglamento en el Congreso que permite el uso de las lenguas cooficiales y supone desterrar el español como lengua común. El pleno se llenó de pinganillos y pantallas con traducciones simultáneas en una modificación que supone un triunfo para los separatistas, que reciben su primer pago por apoyar a Sánchez, y una derrota para la lengua de todos. Además, dificultará el entendimiento en la cámara, como deja claro el Congreso en el aviso legal que ha publicado en su web.
Tras la aprobación de los cambios, el Congreso de los Diputados lanzó un aviso que señala que "la interpretación simultánea de los debates no constituye en ningún caso una grabación autentificada de los debates". La aclaración, adelantada por El Mundo, alude a las traducciones durante los plenos, a cargo de profesionales que cobrarán entre 80 y 100 euros por hora y trabajarán en remoto.
En la cámara donde se debaten los textos legales, el Congreso avisa de que durante los debates "únicamente dan fe del discurso original o la traducción escrita revisada del mismo", no las interpretaciones simultáneas que escucharán los diputados a través de sus pinganillos y que les llegará exclusivamente en español en una vuelta de tuerca más del absurdo de renunciar en los debates en la lengua común.
"En caso de diferencia entre la interpretación simultánea y el discurso original (o la traducción escrita revisada del mismo), prevalecerá el discurso original (o su traducción escrita revisada)", apunta.