
Igual que los Gobiernos separatistas y socialistas han empleado las lenguas autonómicas como barrera de entrada laboral en las comunidades gobernadas por ellos, exactamente igual el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha empezado a usar los conocimientos en materia de género como mecanismo de criba en la asignación de destinos y cargos en la Guardia Civil. Así ocurre ya en el Proyecto de Orden General, por la que se modifica la orden sobre la provisión de destinos por concurso de méritos en la Guardia Civil. Y para algunas de las plazas más solicitadas, los conocimientos feministas pesan ya más que la antigüedad en el cuerpo.
La denuncia acaba de ser elevada por la asociación mayoritaria de la Guardia Civil, JUCIL. En sus actas del "12-09-2023" han plasmado el resumen de la reunión de la Comisión de Normativa y del Estatuto Profesional del Consejo de la Guardia Civil. Y allí han destacado la oposición de la asociación a la postura del Gobierno: "Se les traslada nuestro malestar, haciéndoles saber que no estamos de acuerdo en que en la totalidad de las fichas de méritos se valore muy poco la antigüedad en el Cuerpo".
Exactamente igual ocurre "en la especialidad correspondiente", llegándose a "penalizar" a los guardias "más antiguos al valorar aptitudes, en la mayoría de los casos, no necesarias para el desempeño de los cometidos de las vacantes anunciadas". JUCIL ha destacado un ejemplo de forma especial: "El caso de la ficha de Fiscal, en la que se valora con 4 puntos el Curso de Igualdad de Oportunidades en los Cuerpos de Seguridad del Estado, sin entender lo que tiene que ver esto con la especialidad de fiscal". Lo mismo ocurre con "la titulación de Director de Seguridad Privada, no puntuando para nada los Cursos Avanzados de Fiscal realizados por los aspirantes, aptitud que si tiene que ver con el desempeño de los cometidos de la especialidad tratada". Y, casualmente, unos de los conocimientos premiados son los de género.
No se trata de una línea que avanza sólo en la Benemérita. Igualmente en la Policía Nacional ha empezado a ser decisivo el comportamiento y actitud mostrada en esta materia. Hace ya más de un año que el Gobierno de Pedro Sánchez busca el ascenso preferente de las mujeres en el Cuerpo Nacional de Policía y lo ha hecho por medio de cursos de liderazgo para el ascenso sólo para agentes femeninos. Se trata de una formación diseñada por el Ministerio de Igualdad para que cuenten con más probabilidades de ascenso en la Policía quienes los realicen. Y esos cursos se han ofertado exclusivamente a mujeres.
Es más, el ministro Fernando Grande-Marlaska ha impulsado un nuevo Plan de Igualdad para la Policía Nacional que dice defender la igualdad en base a controlar el lenguaje de los agentes y poder acusarles de usar lenguaje "sexista". Libertad Digital ha mostrado ya el contenido de este plan, en el que se plantea enseñar a hablar a los policías en cada minuto de su jornada sin "estereotipos" ni "androcentrismos".
Porque, a partir de ahora, hay que "hablar con los compañeros" de una forma admisible según los criterios de género.