El Mundo
"Ferraz ataca a los críticos y agita las bases para blindar la amnistía". Demasiado tarde salen los críticos. Ya pueden ir largándose del PSOE antes de que los echen a patadas como a Redondo Terreros. A ver si se van enterando de que Pedro Sánchez es una copia de Daniel Ortega. "Se les da carta de naturaleza, como si su posición en el PSOE fuese algo, y es la absoluta irrelevancia", desdeñan fuentes de la Ejecutiva Federal socialista". Que ya no pintan nada, vaya, que a buenas horas mangas verdes. Cero preocupación en Ferraz. "Las bases del PSOE a día de hoy son muy sanchistas". Totalmente podemizadas, como el amado líder.
"El PSC ofrece a Puigdemont una "hacienda federal" y atar a Ayuso con "mecanismos contra el 'dumping' fiscal". Más y más pasta. Y dicen que se quieren ir de España. No se lo creen ni ellos, si viven como marajás.
"Sánchez asume el marco independentista: los nacionalistas son víctimas de una crisis política que no debió judicializarse", dice un alarmado editorial. "Sánchez ha articulado un proyecto que, presentándose como progresista e integrador, se edifica sobre aquellos partidos reaccionarios cuyo fin existencial es dividir a España e impedir la alternancia en el poder con el centroderecha". O sea, una dictadura sanchista de por vida. Eso es lo que nos espera, más vale que nos hagamos a la idea.
"El precio que paga el disidente es un ataque personal coordinado con el que Ferraz pretende acallar la crítica y evitar argumentar sobre el fondo de una iniciativa inconstitucional e inmoral". Y tendrán suerte si no los meten en la cárcel. Ya les tocó a los jueces, los empresarios, los periodistas y ahora los del propio partido.
"Estamos a diez minutos de que Dolores Delgado pida la imputación del Rey por alentar a la defensa del régimen constitucional frente al golpe de Estado de 2017", dice Federico Jiménez Losantos. "Dice Sánchez, el piafante dictador, más que en ciernes en vísperas, que la crisis política no debió llevarse nunca a los tribunales". Bueno, dice ahora, ya se sabe, un cambio de posición política más del embustero patológico.
"Decir que un golpe de Estado no debe juzgarse porque es una «crisis política» no es una condena del Sánchez de ayer por el Sánchez de hoy, sino un avance de la impunidad dictatorial del Sánchez de mañana". Del Sánchez de siempre.
El País
"Feijóo acusa a Sánchez de ‘fraude electoral’ por negar la amnistía antes del 23-J". Todo el mundo sabía quién era Sánchez cuando fue a votar el 23-J. Quienes lo votaron, votaron amnistía, referéndum y lo que se tercie para seguir en el poder. Y los que no votaron a Feijóo también sabían lo que se iban a encontrar. Cada palo que aguante su vela.
"El Gobierno defendió al conceder los indultos que el ‘procés’ tuviera respuesta penal, porque ‘nadie está por encima de la ley’". "El ministerio remarcó entonces que la amnistía era claramente inconstitucional". Fuentes fiscales lamentan que Sánchez reniegue ahora de la vía judicial y recuerdan que sólo se actuó "cuando la gravedad era extraordinaria", recuerda Reyes Rincón en El País. Pero entonces no necesitaba sus votos, y punto, no hay que darle más vueltas.
"Sortu apoya la investidura de Sánchez porque permitirá fijar ‘el campamento base hacia la república vasca’". A ver si es verdad. Una región que vota asesinos merece ser una república dirigida por asesinos.
ABC
"Ferraz rompe con sus ‘padres fundadores’ y los acusa de servir a poderes económicos". Típico de la dictadura sanchista. Dice el editorial que "el Partido Socialista ha emprendido un proceso de metamorfosis en el que corre el riesgo de sacrificar tanto su historia como su identidad ideológica". El sanchismo. "Las grandes personalidades políticas se han fraguado, siempre, en momentos críticos y es ahora cuando el Partido socialista debe decidir si sacrifica su historia y su memoria o si, por el contrario, opta por volver a ser un instrumento imprescindible para la leal gobernabilidad de España respetando el imperio de la ley y preservando el cuidado de nuestras instituciones". Ya es demasiado tarde, no podrán hacer contra la dictadura sanchista. Tuvieron una oportunidad el 23-J y la perdieron.
Para Carlos Herrera "Sánchez es un aglutinador indudable: ha conseguido que hasta la derecha, que en su tiempo detestó a los jóvenes sevillanos, los consagre como la cúspide de lo deseable, cosa que la cabaña bovina del sanchismo jamás perdonará. No habrán de tardar los tragapollas de hogaño en sacar a colación los muertos en el armario del felipismo, de tal manera que no habrá de pasar mucho tiempo en que volvamos a oír hablar del GAL y otras hierbas. Me juego lo que quieran. En orden a la lealtad del tiempo, creo que les debemos una honrosa defensa. No hay comparación". Vamos, hoy mismo pondrá Sánchez su maquinaria mediática a funcionar.
Cuartango deja claro que "la cuestión es que no hay otro motivo para plantear la necesidad de la amnistía que no sea el interés personal de Sánchez de mantenerse en el poder. La ley tiene que adaptarse a las necesidades del que manda, tal y como han procedido los caudillos de los regímenes autoritarios". Inmediatamente se autocorrige, no vaya a ser que le caiga la del pulpo cuando tertulienee con Ferreras. "No digo que Sánchez sea un gobernante totalitario". Pues sí, Cuartango, Sánchez es un gobernante totalitario, no hay más que ver cómo reacciona a las críticas.
La Razón
"Page reúne apoyos como alternativa a Sánchez". Anda ya. "En el PSOE hay miedo a hablar. Dentro de las estructuras territoriales son más los dirigentes y cargos públicos que comparten la posición que ayer marcaron Felipe González y Alfonso Guerra, y que, en activo, simboliza el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Son más, pero el poder lo tiene Pedro Sánchez a través del control absoluto de Ferraz y del grupo parlamentario". Y de la Fiscalía, y de los jueces, y del Constitucional y de todo. "Temen las represalias del secretario general socialista". "Son conscientes de que Sánchez puede llegar a utilizar hasta a la militancia, como ya hizo en el pasado, contra ellos". Eso como mínimo.
Marhuenda cree que "a los más relevantes, como González y Guerra, no se atreven a expulsarlos". No hará falta, les cubrirán de basura para aniquilarlos. "El PSOE ha desaparecido y ahora solo queda el sanchismo". Pues que se hubieran atrevido a acabar con él el 23-J. Ya no hay nada que hacer.
Sandra Golpe dice que "mantenerse en el poder, al precio que sea, en este PSOE, equivale ahora mismo a ser ‘progresista’. Hablar de deslealtad, en este PSOE, significa referirse a quienes, entre los suyos, discrepan con las decisiones del líder". Los mismos que dijeron hace poco que en el PSOE se ahora el que se mueve sí sale en la foto. Para miccionar y no echar gota. "Cuando dos pesos pesados como González y Guerra se revuelven públicamente, sin rodeos, contra las maniobras del presidente en funciones para ser investido, mucho ruido interno tiene que existir en las filas de su partido, aunque no trascienda". Pues si no trasciende es como una pelea familiar, no vale para nada. Si hay algo de verdad es todo este festival de la hipocresía, que los diputados de Page voten la investidura de Feijóo. ¿A que no? Pues eso.