
El Mundo
"Feijóo lanzará en el 24-S ‘la revuelta de la España de la igualdad’ contra ‘la izquierda que privilegia a la burguesía política catalana’". Puede que sea pesimista, pero ya será menos. La verdadera revuelta tuvo que haberse producido el 23-J y fue una auténtica catástrofe.
Jorge Bustos, sin embargo, está de lo más animado. "Cuando hasta Felipe González y Alfonso Guerra tienen que salir a desgañitarse contra el malversador de su herencia, el mutismo ya solo es la opción de los cobardes, de los mediocres o de los cómplices". Y de los decepcionados y los hasta la coronilla de dejarse el pellejo durante cuatro años de desgañitarse contra Pedro Sánchez y que la gente se ponga miramelindres con ay, es que Vox.
"Quien detenta el poder se mofa cínicamente del derecho a la pataleta: el ruido de la calle llega sofocado a su despacho. Lo aplastará bajo el espesor de las alfombras —las literales y las mediáticas— que pisa cada día". ¿Y cómo no se va a mofar, Bustos? En mayo estuvo a punto de caer y dos meses después ahí le tienes, con más poder que nunca.
Pero Bustos no se rinde, y hace bien. "El verdadero poder no cruje, no se exhibe, no anuncia sus intenciones y deja hablar a los efectos. Pero cuidado: tampoco las revoluciones avisan hasta que es tarde. Se originan en el silencio de las conciencias hastiadas, empobrecidas y coléricas cuando al fin caen en la cuenta de la estafa. No se ve todavía, pero el murmullo ya se oye crecer". Si tu lo dices, yo voy a pedir cita al otorrino, porque no oigo absolutamente nada fuera de la prensa de siempre.
Santiago González defiende al Rey, se mete con el PP y prevé elecciones. "Corramos un piadoso velo sobre los esfuerzos de algunos dirigentes populares para alentar la ilusión de que algunos diputados socialistas, puestos a elegir entre sus conveniencias y sus principios, optarían por estos como un solo hombre. Esto viene a demostrar por si hiciera falta mayor certidumbre que el PP no sabe con quién se la está jugando". Sí, pobres ingenuos.
"Sánchez solo pudo aportar los 152 escaños del PSOE y Sumar y los 5 del PNV que expresaron su intención de apoyarle. Junts, ERC y EH Bildu que suman los 20 escaños necesarios para la absoluta se negaron a reunirse con el Rey, razón por la que Felipe VI no ha podido acreditar sus intenciones". Y lo mismo pasará cuando vaya Sánchez a pedirle turno.
"Así pues, estamos ante la segunda hora decisiva del Rey seis años después, con un reto extraordinario, el de tener que desestimar al candidato Sánchez por no poder verificar que tiene los apoyos necesarios para la investidura o bien porque esos apoyos son el producto de un trueque obsceno y anticonstitucional, por lo que pasado el tiempo necesario, debería disolver las cámaras y convocar elecciones a las que Pedro Sánchez podría presentarse con las velas desplegadas. Después de todo, el golfo de Tezanos le asegura que las gana". Tampoco Feijóo pudo acreditar que tenía los apoyos necesarios y el Rey le dejó buscarlos. Me temo que algunos viven de ilusiones.
Andrés Trapiello comenta cómo ha cambiado España. Antes, "excepto los txapotes de Eta y sus cómplices, la mayoría se daba cuenta de que arrebatarle la vida a alguien por lo que pensara o dijera era, es, un crimen. Hoy el país está dividido por la mitad. Y una mitad no sabe o no quiere saber lo que está mal y lo que está bien, no distingue entre la justicia y la injusticia". Peor, están a favor de los asesinos.
"Los asesinos de Eta y quienes les secundaban eran pocos. Fueron creciendo. Hasta tener hoy a su lado a la mitad de este país, han ido sumando, claro, a los socialistas y a quienes como los nacionalistas y comunistas nunca estuvieron lejos de ellos. No es que Sánchez cuente con el apoyo de Junts, Erc o Bildu para su investidura, sino que Bildu, Erc y Junts cuentan con Sánchez y diez millones de españoles para consumar sus planes". Es terrible, pero resulta que la mitad de los españoles prefiere a ETA antes que al PP. Es la realidad que han arrojado las urnas.
El País
"El PP alienta el transfuguismo en vísperas de la investidura". "Bruselas no detecta riesgos de inestabilidad política en España". A Bruselas le importa un comino España, seamos sinceros.
Berna González Harbour condena a Guerra por lo de los pelos de la Yoli. "Hay razones serias para oponerse a la amnistía. Alfonso Guerra podía haberse agarrado a ello y seducirnos con argumentos racionales, pero ha preferido darnos una ración de tics machistas". El machismo, siempre el machismo. Supongo que las mujeres que también nos asombramos de que Yoli se pase la vida en la peluquería somos tremendamente machistas. Además de fachas, claro.
"Guerra no solo no se ha enterado de que el mundo ha cambiado, sino de que, para buena parte de la sociedad, su latiguillo sexista al aludir al aspecto de una mujer le deslegitima como interlocutor. Su mundo, como el de Stefan Zweig, es el de ayer. Y no lo sabe". Eso sí, aludir al aspecto de un hombre, por ejemplo, el propio Pedro Sánchez, es perfectamente legítimo.
"La causa de la amnistía es suficientemente seria como para que nos esforcemos en buscar argumentos". "A ello debemos aplicarnos sin que la senilidad, el sexismo o el devenir de los pelos del contrario nos den argumentos. Y eso puede hacerse hasta en la peluquería". Suponemos que llamar senil a Guerra es perfectamente aceptable y no deslegitima a la que insulta porque es una mujer. Y de izquierdas.
Ana Irís Simón, sin embargo, le echa valor en el periódico ultrasanchista y dice verdades como catedrales, algo insual en el panfletillo de Pepa. Compara la que le ha caído a Guerra con los pelos de la Yoli con el silencio sobre el machismo de Baldoví.
"El jueves por la mañana, Alfonso Guerra ironizó en Espejo Público con que Yolanda Díaz se pasaba el día de peluquería en peluquería. Y a Alfonso Guerra le dieron la del atún. Periodistas y opinólogos progresistas, con sueldo y sin él, salieron enseguida a defender a la vicepresidenta y a calificar el comentario de Guerra como machista".
"El caso es que ese mismo día, a unos cuantos kilómetros del plató en el que Susanna Griso llamó al orden a Guerra, Joan Baldoví perdió los nervios. Fue en las Cortes Valencianas. Resulta que una diputada de Vox que se sienta a su lado estaba riéndose mientras él hablaba, y a Baldoví se le hincharon los cojones. Ni corto ni perezoso, el socio de Yolanda Díaz se levantó de su asiento y se encaró de muy malas formas con la diputada"." Pero a Baldoví no le cayó la del atún. No, al menos, por parte de los que pusieron el grito en el cielo con el comentario de Guerra". De eso ya nos habíamos percatado muchos, pero no está de más que la izquierda lo vaya admitiendo.
"Con toda la razón del mundo, porque la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero, periodistas y opinólogos de derechas se preguntaban en las redes qué habría pasado si el macarra hubiera sido un diputado de Vox, y la mujer reprendida de una manera tan fea, de Compromís. La respuesta es sencilla: tendríamos tertulias, editoriales, artículos de opinión y tuits para tres meses, donde muchos de los que hoy callan calificarían el gesto de machismo intolerable". Claro, Iris, y si una mujer de derechas denuncia una agresión por parte de un hombre de izquierdas, se pone en duda su palabra. Si es al revés, salen en tromba las del hermana yo sí te creo. Bienvenida a la España real que habéis creado desde la izquierda.
ABC
El periódico le da mucha cancha a la charla de Évole con el asesino Josu Ternera. Dice el editorial que "desde ABC defendemos que se pueda entrevistar a cualquier persona". ¿Es Josu Ternera una persona? Esa es la cuestión. En todo caso, les ha decepcionado. "Después de haberlo visionado, la conclusión es que se trata de un producto frustrado que no arroja más verdad ni otros matices que los que ya eran conocidos". El asesino tenía que haber sacado una pistola y pegarle un tiro al Follonero para darle emoción. En su papel, vamos.
José F. Peláez recrea lo que hubiera sucedido si Baldoví hubiera sido de Vox y la diputada agredida de Compromís. La columna es algo larga, pero merece la pena reproducirla entera. "La joven diputada se siente amenazada –lo está– y sufre un ataque de pánico que le impide continuar con su trabajo. Mientras una ambulancia se la lleva al hospital con un cuadro de ansiedad, su grupo parlamentario pide la reprobación del diputado. El resto de grupos se unen a la petición y se suspende la sesión mientras la policía acude a tomar declaración al diputado de Vox, que, evidentemente, ya ha sido denunciado. La fiscalía se suma a la denuncia y los medios abren sus ediciones digitales con ‘Agresión en el Parlament’, ‘Peor que Rubiales: violencia en directo’ o ‘Atentado machista de la derecha en Valéncia’. Las redes se llenan de acusaciones de otras actuaciones similares del mismo diputado, el hashtag #DerechaEsViolencia es 'trending topic' y el acusado se ve obligado a dimitir y a pedir disculpas".
"El alboroto que se forma es de tal calibre que las calles de Valencia comienzan a llenarse de gente con pancartas, fotos de la diputada y camisetas en las que se puede leer: ‘Unides contra el feixisme’. La concentración es inmensa, ya nadie sabe donde comienza y donde termina. Sumar convoca movilizaciones frente a las sedes de Vox en todas las ciudades, a las que se une el PSOE, los sindicatos, los partidos independentistas, Amnistía Internacional, Greenpeace y Juana Rivas lee un comunicado de repulsa en el Parlamento Europeo. Irene Montero pide abiertamente la ilegalización de Vox. «Hemos pasado de una agresión sexual a una agresión física. La intimidación es una forma de violencia y la compañera va a pedir una orden de alejamiento inmediata por las coacciones y amenazas sufridas. La 'ley del sí es sí es' más necesaria que nunca’".
"El PP se ve obligado a reprobar la actuación e inmediatamente rompe sus acuerdos de gobierno en la Comunidad Valenciana, lo que hace que Vox rompa, a su vez, los gobiernos en el resto de comunidades. La crisis es enorme y la investidura de Feijóo se convierte en una batalla campal de la izquierda contra el fascismo con medios de toda Europa haciéndose eco de la situación de inseguridad en las comunidades ultraconservadoras. Ya nadie habla de la amnistía y se presentan un millón de firmas en el Congreso para que Vox sea tratado como un partido terrorista y sus afiliados inhabilitados para cargo público". Por supuesto, eso no ha sucedido. El agresor es de izquierdas y la mujer agredida de derechas. Esa es la verdad, la diga Argamenón o su porquero, que diría la columnista de El País.
Isabel San Sebastián se compadece de Guerra. "Quién le iba a decir a Alfonso Guerra que serían sus propios compañeros de siglas quienes lo quemarían en la hoguera de la nueva Inquisición 'progesista'". "Se ha convertido en un fascista peligroso, amén de un repugnante machista. ¡Quién se lo iba a decir!". Las vueltas que da la vida.
"El sanchismo instalado en Moncloa y la calle Ferraz ha implantado un modelo de partido basado en la obediencia ciega al líder y la asunción de los dogmas cambiantes que han sustituido a las ideas". A ver si va a ser verdad que Guerra está senil y no se ha enterado de lo que hay en su antiguo partido.
La Razón
"El Supremo espera la ley de amnistía para activar una ‘reacción’. Fuentes del alto tribunal defienden que ‘no es posible’ encajar en la Constitución la propuesta independentista que el Congreso ya rechazó hace dos años". ¿Y eso lo sabe Pumpido?, que diría Otegi.
Jesús Rivases destroza las ilusiones del PP. "Es inimaginable que un diputado del PSOE vote, no ya a favor de Feijóo en la investidura, sino que se abstenga y menos aún que se oponga a la de Sánchez", no hagan más el ridículo. "Los parlamentarios socialistas deben sus escaños al líder del partido y llevarle la contraria significaría el final de sus carreras políticas". Pasaría lo mismo si fuera el PP, no nos engañemos. Así que sí, "Sánchez conseguirá la investidura gracias al poder que otorga la obediencia". Y las urnas, esta vez no conviene olvidarlo. Nadie, ni los que se abstuvieron, ni los que votaron a Sánchez por temor a Vox, comprándole la mercancía a la izquierda, tienen ahora el menor derecho al pataleo. Todos sabíamos perfectamente quién era Sánchez el 23-J. Y no habrá elecciones.