
Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) están a la greña y continúan su guerra en medio de las negociaciones para investir presidente a Pedro Sánchez a cambio de la amnistía y la autodeterminación. En paralelo a la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso, el parlamento catalán celebra un pleno de política general que muestra las tensas costuras del independentismo.
El portavoz de los posconvergentes de Puigdemont, Albert Batet, ha exigido al presidente de la Generalidad, el republicano Pere Aragonès, que corrija el rumbo o convoque elecciones. Según Batet, el gobierno catalán y su presidente están "desorientados", "desaparecidos" y "desconectados de la realidad y de la sociedad". Batet también ha reprochado a Aragonès que Junts ha logrado más en cuatro semanas de negociación con Pedro Sánchez que ERC en cuatro años.
El presidente catalán ha instado de nuevo a recomponer la unidad separatista, pero se ha topado con la radical negativa de Junts, formación que hace un año abandonó el gobierno autonómico y dejó a ERC en minoría con tan sólo 33 diputados sobre un total de 168. Sin embargo, tanto el PSC de Salvador Illa como los comunes han mostrado su disposición a negociar los presupuestos con la formación republicana y darles su apoyo, igual que el año pasado.
La pugna entre los independentistas se produce en plenas negociaciones de ERC y Junts con el PSOE y Sumar, que según Pedro Sánchez se deben acelerar tras la fallida sesión de investidura de Feijóo. Según la portavoz de ERC Raquel Sans, el Gobierno en funciones y su partido ya se han intercambiado documentos técnicos sobre la amnistía al tiempo que Aragonès presiona a los socialistas para que se comprometan a negociar también la autodeterminación. Por su parte, Puigdemont niega cualquier avance y la existencia de los documentos a los que alude ERC.