
Fiasco de participación en los actos convocados por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y los Comités de Defensa de la República (CDR) para conmemorar el sexto aniversario del referéndum golpista del 1 de octubre. Las columnas en moto y en coche que debían tomar Barcelona se han quedado en decenas de vehículos en marcha lenta con profusión de banderas independentistas. Menos de quinientas personas han participado en el acto de los CDR en la vieja cárcel Modelo de Barcelona (reconvertida antes del inicio del proceso en un escuela y un espacio para exposiciones) en el que se exigió una "amnistía total". Y sólo unas mil han secundado la manifestación de la ANC que ha discurrido entre la plaza de Urquinaona y la de San Jaime. En esa cita el eslogan era "independencia o elecciones".
Las bases del independentismo se muestran muy críticas con las negociaciones que mantienen ERC y Junts per Catalunya (JxCat) para la investidura de Pedro Sánchez y reprochan a sus dirigentes políticos que no exijan con más contundencia un referéndum. También censuran la falta de transparencia sobre la amnistía y temen que sus efectos no alcancen a los separatistas condenados o investigados por actos violentos, como los miembros de los CDR procesados en la Audiencia Nacional por tenencia de explosivos, entre otros delitos.
Fiasco en las convocatorias
Sin embargo, el poder de convocatoria de las entidades separatistas creadas por los partidos y sostenidas financieramente por las administraciones durante el procés ha caído en picado. La ANC ya no puede hacer exhibiciones de masas y los CDR se limitan a apariciones puntuales. La última, los cuatro detenidos que pretendían sabotear la Vuelta Ciclista arrojando aceite de motor sobre los participantes. La falta de motivación del independentismo se ha vuelto a poner de relieve este domingo, otro 1-O marcado en rojo en el calendario separatista. En plenas negociaciones para investir a Sánchez, con la discusión de fondo sobre la autodeterminación una vez lograda la amnistía (según ERC), la calle ya no es un elemento de presión por parte del separatismo.
No obstante, los discursos vuelven a tener los tintes gruesos de los peores momentos del proceso. Así, el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, ha asegurado este domingo que "la amnistía por sí sola no resuelve el conflicto" y que es imprescindible un referéndum "respetado e implementado". Aragonès se ha pronunciado en estos términos durante una alocución "institucional" con motivo del sexto aniversario del golpe que ha llevado a cabo en la pequeña localidad barcelonesa de Fonollosa.
Aragonès ha celebrado la resolución de ERC y JxCat en el parlamento catalán que insta a Sánchez a comprometerse a trabajar para sentar las bases de un referéndum de autodeterminación y ha glosado el 1-O para acabar diciendo que "el conflicto con el Estado español sólo se puede resolver votando, con urnas, papeletas y votos".
En cuanto a la pugna entre JxCat y ERC, Aragonès ha dado la bienvenida al partido del prófugo Puigdemont a las negociaciones y ha reivindicado la supuesta vuelta a la unidad del independentismo.
Intervención de Puigdemont
El expresidente de la Generalidad prófugo, Carles Puigdemont, protagonizó el acto central de la jornada, una concentración en la plaza de Cataluña en la que participaron todas las entidades separatistas. Puigdemont mandó un mensaje desde Waterloo a los concentrados en el que ha reivindicado el referéndum ilegal y ha asegurado que su Consejo de la República es el "guardián del legado" del golpe de Estado. También ha asegurado que no permitirá que nadie pase página en su nombre y que el 1-O sigue vivo.
Puigdemont ha hecho un repaso victimista de los últimos seis años pero no ha hablado sobre el curso de las negociaciones para investir a Pedro Sánchez y ni siquiera ha pronunciado la palabra amnistía en el discurso que ha puesto el broche al acto.