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Noelia de Mingo, conocida por el triple asesinato de la Jiménez Díaz, acepta 33 años de internamiento por otro ataque

La doctora agredió con un arma blanca a dos empleadas de un supermercado madrileño en 2021, cuatro años después de ser puesta en libertad.

La doctora agredió con un arma blanca a dos empleadas de un supermercado madrileño en 2021, cuatro años después de ser puesta en libertad.
Noelia de Mingo en el banquillo de los acusados por una agresión múltiple en 2021. | EFE

Noelia de Mingo se ha sentado de nuevo en el banquillo de los acusados este lunes, veinte años después de matar a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz. La Audiencia Provincial de Madrid tenía previsto celebrar el juicio contra la doctora, que fue condenada a 25 años de internamiento psiquiátrico en 2006 y puesta en libertad en 2017, por agredir con un cuchillo a dos empleadas de un supermercado Maxcoop de El Molar -municipio en el que residía con su madre- en 2021. Pero no se ha producido porque la acusada ha llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y las víctimas del ataque.

La Fiscalía solicitaba nueve años y nueve meses de prisión para ella. Le imputaba dos delitos de homicidio en grado de tentativa y otro de atentado, sin embargo solicitaba también que se le aplicase la eximente incompleta de anomalía psíquica al entender que "en el momento de los hechos tenía una floración de su enfermedad mental (esquizofrenia paranoide)" y "la percepción y el entendimiento de la realidad estaban gravemente alterados". "Por tanto, le limitaban sus capacidades intelectivas y volitiva" aunque "no las abolía".

En su escrito, el Ministerio Público recordaba que en la pena que le fue impuesta por el triple asesinato de 2003, que cometió en el hospital en el que trabajaba, concurrió la eximente completa de enajenación mental. Además, quedó en libertad en octubre de 2017 por decisión de la Audiencia Provincial de Madrid. De acuerdo con el juez de Vigilancia Penitenciaria y los informes médicos y forenses, el tribunal sustituyó el internamiento por el tratamiento ambulatorio y la custodia familiar.

Finalmente, la acusada ha reconocido los hechos y ha aceptado 30 años de internamiento en un centro psiquiátrico (15 años por cada una de las dos tentativas de asesinato) por el apuñalamiento múltiple que perpetró en el mencionado establecimiento madrileño, y otros tres años y un día más por el delito de atentado contra agente de la autoridad. Además, una vez sea puesta en libertad, no podrá acercarse a las víctimas, ni entrar en El Molar y estará en libertad vigilada durante cinco años.

El segundo ataque

Los hechos por los que Noelia de Mingo, diagnosticada de esquizofrenia paranoide, va a ser juzgada ahora tuvieron lugar el 20 de septiembre de 2021. Pasadas las 11:30 horas de la mañana, la doctora entró en un supermercado de El Molar provista de un cuchillo y atacó a una cajera del establecimiento, hiriéndola en la parte izquierda del abdomen, "con la intención de acabar con su vida" -según la Fiscalía-.

Después se dirigió a un cliente que en ese momento estaba pagando su compra e inició un forcejeo con él, y -por último- salió tras otra trabajadora del Maxcoop que cayó al suelo en su huida, situación que De Mingo aprovechó para asestarle dos puñaladas en la espalda. A pesar de la dureza de la escena, no hubo que lamentar víctimas mortales.

La mujer logró levantarse -con la ayuda de varios viandantes- y refugiarse en una farmacia. Los empleados del establecimiento lograron cerrar las puertas justo a tiempo, e impidieron que la doctora asesina -que aún portaba el cuchillo ensangrentado en la mano- la acuchillara de nuevo o hiriera a otras personas. De Mingo incluso trató de alcanzar a uno de los agentes de la Policía Local, que acudieron al lugar y lograron reducirla, con el arma blanca.

De ahí que la Fiscalía la acuse de dos homicidios en grado de tentativa y uno de atentado a agente de la autoridad. Lo que más llama la atención es que la atacante acudía regularmente a sus revisiones. La última la tuvo dos semanas antes de los hechos que van a juzgarse. "No presenta descompensación psicótica", determinaron los profesionales sanitarios que la atendieron.

¿Qué pasó?

La acusada no se saltó ninguna de sus citas médicas y en ningún momento dejó de recibir la medicación pautada -una inyección mensual que le administraba un enfermero, como garantía-. Cuando en octubre de 2017 la Audiencia Provincial de Madrid sustituyó el internamiento de la doctora De Mingo en el centro penitenciario-psiquiátrico de Foncalent (Alicante) por el tratamiento ambulatorio y la custodia familiar, lo hizo bajo cuatro premisas.

La primera de ellas la obligaba a someterse a controles médicos forenses cada tres meses; la segunda establecía que sus psiquiatras del Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes debían hacer el seguimiento de su enfermedad; la tercera recogía que tenía que presentar mensualmente el volante de haber recibido vía intravenosa la medicación pautada; y la cuarta, que fuese custodiada por alguien de su entorno familiar.

Esa función recayó sobre la madre de Noelia, ya octogenaria en el momento del segundo ataque. La mujer incluso recibió una pequeña formación con el objetivo de que tuviera algunas herramientas para poder detectar futuras recaídas. Pero, a la vista está, no sirvió para mucho. La doctora aprovechó la ausencia de la anciana, que había sufrido una caída y necesitaba curas, para perpetrar un ataque muy similar al que había efectuado 18 años antes.

El horror de 2003

Noelia de Mingo sembró el pánico el 3 de abril de 2003 en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. La entonces doctora apuñaló indiscriminadamente a pacientes, familiares y compañeros del hospital en el que trabajaba como residente de Reumatología. El resultado: tres muertos y varios heridos graves.

Según dijo, se sentía "espiada" por sus compañeros. Supuestamente, llegó a creer querían matarla. Así que compró un cuchillo de grandes dimensiones y perpetró el ataque. Eran las 14.20 horas, se encontraba en la sala de control 43, se levantó de su mesa y se dirigió a una joven con la que trabajaba codo con codo.

Leilah, una residente de 27 años, fue su primera víctima mortal. La siguiente fue Jacinta, una paciente de avanzada edad a la que se encontró en el pasillo y le asestó nueve puñaladas. Y Félix, que era esposo de una enferma y se acercó para intentar hablar con ella, al que le propinó varias cuchilladas en órganos vitales.

Absuelta en 2006

Se llevó por delante la vida de tres personas, pero pudieron ser muchas más. Noelia atacó a todo el que se encontró por el camino, dejando un reguero de sangre por donde pasó hasta que lograron reducirla. No obstante, la Audiencia Provincial de Madrid ha absolvió de todos los cargos al estimar la eximente completa de enajenación mental.

En consecuencia el tribunal ordenó en 2006 su ingreso en un centro psiquiátrico durante 25 años, del que no debía salir sin ser valorada judicialmente. Una vez allí estudió -idiomas y una carrera por la UNED-, tuvo un buen comportamiento y -a partir de 2011- comenzó a disfrutar de actividades terapéuticas fuera del recinto (como el Camino de Santiago).

En definitiva, De Mingo no cumplió ni la mitad de la condena. En octubre de 2017, salió en libertad. Y cuatro años le bastaron para volver a las andadas. En septiembre de 2021, perpetró una agresión múltiple con arma blanca en un supermercado del municipio en el que vivía que pudo haberle costado la vida a las dos mujeres a las que logró apuñalar.

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