El afán de Pedro Sánchez de fagocitar y controlar todas las instituciones públicas ha tenido su último y enésimo capítulo con la propuesta para nombrar a Miguel Ángel Oliver presidente de la Agencia EFE. Un personaje que tiene tras de sí un currículum a mitad de camino entre la censura y la propaganda, antes pero sobre todo desde que fuera nombrado secretario de Estado de Comunicación en el año 2018.
El que fuera, entre otras cosas presentador de los informativos de la noche de Cuatro, vivió varios enfrentamientos al frente de su departamento con los periodistas que cubrían la información relativa al jefe del Ejecutivo con la reiterada limitación en el turno de preguntas, cuando cuando daba la oportunidad de interpelar a Sánchez, en las comparecencias del presidente del Gobierno. Una actitud que le valió la reprimenda de las asociaciones de periodistas Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y Asociación de la Prensa de Madrid (APM) por "despreciar" a la prensa.
"La imposición de ruedas de prensa sin derecho a preguntas o con límites que escapan a lo razonable es una manera de hurtar a los ciudadanos la explicación de las decisiones y de negarles la respuesta a sus preocupaciones y problemas", subrayó la FAPE en un comunicado.
El nombramiento de Oliver ha sido criticado por el principal partido de la oposición, que considera que "perjudica de igual manera a los trabajadores de la Agencia EFE, puesto que pondrá en cuestión su profesionalidad al estar a las órdenes de un comisario político de Sánchez". El PP ha anunciado que pedirá "explicaciones en el ámbito parlamentario" y ha lamentado el hecho de que "Pedro Sánchez coloque al ex responsable de información de Moncloa al frente de una Agencia de información pública" porque "demuestra no sólo su interés por utilizar los medios de titularidad estatal en beneficio personal, sino que además ha renunciado siquiera a hacerlo con el más mínimo disimulo".
Ataque a los periodistas
Oliver también ha atacado a los periodistas que acudían a las ruedas de prensa de Moncloa y eran críticos con el Gobierno de Sánchez acusándolos de ser "insaciables" con las preguntas y calificándolos de "tertulianos".
En unas sorprendentes declaraciones en un foro organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y KPMG, Miguel Ángel Oliver lamentó la "tendencia enfermiza" a preguntar de los periodistas de Moncloa, a los que desdeñó por ser, "todos, tertulianos". Según él, eso no tiene nada que ver con la información: "Tienen una cuota de activismo y protagonismo mediático, sobre cuál es la posición" y "cómo inquieren al actor político", que tiene "una determinada responsabilidad, que aparte de responder a las preguntas tiene que gestionar la política".
Oliver se preguntó entonces, tras citar las, según él, 70 ruedas de prensa del presidente, si "alguien puede imaginar esas intervenciones sin un límite, como una sucesión interminable de cuestiones". Oliver, que también es periodista, pidió "autocrítica" y sentenció, tras denunciar que a veces tiene hasta 60 preguntas distintas de medios sin contestar, que "no debe haber un derecho a obtener respuestas". "Los periodistas son insaciables. ¿Todas las veces tienen que ser respondidas las preguntas? Políticamente, no", añadió.
Censura durante la pandemia
No hay que olvidar que Oliver fue quien organizó el ‘aló presidente’ de Pedro Sánchez durante los días más duros de la pandemia del coronavirus. Momentos en los que la tensión entre el secretario de Estado de Comunicación y la prensa libre que cubría la información del presidente fue en aumento cuando más de 400 periodistas firmaron un manifiesto #PorLaLibertaddePreguntar.
El veto que se estaba imponiendo a los periodistas que querían transparencia en aquellos fatídicos días de la pandemia en los que morían cientos de personas cada día ya fue denunciado por Libertad Digital.
Y sí hay que recordar que creó un chat para que los periodistas que, como el resto de los españoles, permanecían en casa por la cuarentena anticonstitucional impuesta por el Gobierno mandaran sus preguntas que serían seleccionadas cuidadosamente por el departamento de comunicación dirigido por Oliver para censurar las preguntas más incómodas para los responsables políticos e institucionales que a diario pasaban por la sala de prensa de la Moncloa. Además de contar con la posibilidad de conocer de antemano las preguntas de los periodistas para evitar el factor sorpresa y poder prepararlas o censurarlas.
En ese alarde de favorecer la libertad de prensa, entiéndase la ironía, Oliver castigó a los periodistas que firmaron ese manifiesto censurando sus preguntas durante las sucesivas ruedas de prensa. Fue entonces cuando el encargado de presentar las ruedas de prensa con filtros y vetos, Miguel Ángel Oliver, censuró las quince preguntas de todos los medios habituales que firmaron el manifiesto y que previamente habían mandado sus cuestiones vía WhatsApp al chat habilitado por Moncloa —Chat Preguntas SEC—, del que Libertad Digital y esRadio se salieron por considerarlo arbitrario y censor.
Tal y como contamos entonces desde LD, todas las preguntas iban acompañadas de una segunda cuestión: "¿Está considerando el Gobierno cambiar el sistema de las ruedas de prensa para atender a la reclamación de profesionales de los medios de comunicación, que piden comparecencias con preguntas y repreguntas libres que no pasen por el filtro del secretario de Estado?".
La respuesta fue ninguna. Oliver no formuló ninguna de las quince preguntas realizadas por parte de los periodistas habituales de Moncloa entre los que se encontraban Libertad Digital y esRadio, así como el diario ABC, la agencia EFE, la agencia Colpisa, OKdiario, cadena COPE, El Confidencial, eldiario.es o El País. En su lugar los medios premiados fueron: la agencia catalana de noticias, la web 65ymás.com, la radio La Buena Onda (de un pueblo de 165 habitantes de Toledo), Cuatro, MadridDiario, Dirario Crítico, Ondacero, 20 minutos, La Vanguardia, Rac1, Onda Madrid y El imparcial.
Otro tenso episodio se vivió con la enésima rueda de prensa que los técnicos ofrecían desde la Moncloa para valorar la evolución de la pandemia. Fue después de que el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, dijera que trabajaban para "minimizar ese clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno".
Ese día se pudo ver al general Santiago dominado por los nervios, al jefe de coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, indignado y atacando a los críticos y al secretario de Estado de Comunicación ejerciendo de nuevo como censor mayor del reino. Oliver volvió a obviar y censurar cualquier pregunta que fuera dirigida al jefe del Estado Mayor de la Benemérita.
Un sueldo 'acorde' a sus servicios
Sin duda fue una labor perfectamente remunerada y recomensada ya que cobraba 126.124 euros anuales, cuando el presidente del Gobierno cobraba poco más de 83.000 al año. Si Gabriela Cañas, predecesora de Oliver al frente de la agencia pública de información tenía un sueldo que rondaba los 80.000€ al año, estimamos que lo que va a percibir Miguel Ángel Oliver por poner a la Agencia EFE más todavía al servicio del Gobierno será un monto similar. Dice la conocida expresión que "Roma no paga a traidores", pero Pedro Sánchez sí lo hace con sus colaboradores necesarios.