
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Victor Torres y la presidenta de la Comunidad Navarra, María Chivite han empezado ya las negociaciones para la cesión de un nuevo paquete de competencias. Los contactos se han iniciado tras cerrarse el acuerdo estable del PSOE con Bildu para la gobernabilidad de los socialistas en la Comunidad Foral y tras la entrega del Ayuntamiento de Pamplona a los proetarras. Y la cesión incluye desde un tramo de autopista hasta la gestión de las becas.
En su primera reunión, el ministro de Política Territorial y la presidenta de la comunidad foral han abordado "el desarrollo de los trabajos para los nuevos traspasos de competencias a Navarra en los que intervendrán varios ministerios", según fuentes oficiales. ¿Y de qué competencias se habla? Pues, entre otras, de la gestión de las competencias en materia de becas e investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) y de la titularidad del tramo navarro de la autopista Vasco-Aragonesa AP-68.
Es más, oficialmente el Gobierno admite que se abrirá un diálogo entre las dos administraciones para "abordar otras competencias". Los Ministerios de Educación, Formación Profesional y Deportes; Ciencias e Innovación; y Transportes y Movilidad Sostenible serán los afectados inicialmente en un gran paquete de cesiones para el que ya "disponen la documentación inicial para el avance de esas transferencias a la Comunidad Foral de Navarra siguiendo los pasos reglados, en los tiempos formales, pero sin pausa", confirma Moncloa.
Al primer encuentro ya celebrado en Madrid han asistido también el secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España, y el vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad del Ejecutivo Foral, Félix Taberna. Y es que la idea es abordar ya la fase técnica del traspaso.
Los equipos de ambas administraciones, de hecho, han acordado la reactivación de la Junta de Cooperación con Navarra, que llevaba 25 años sin convocarse. Y todo ello ocurre cuando Bildu ya ha avanzado su deseo de imponer un modelo educativo que expulse la posibilidad de ser educado en Navarra exclusivamente en español. Y cuando al cierre de la pasada legislatura ya se traspasó el control de las competencias de tráfico con el objetivo de expulsar a la Guardia Civil de la Comunidad Foral.
Y es que Bildu ha pisado el acelerador separatista en Navarra tras confirmar su hermanamiento con el PSOE. De hecho, y en materia educativa, dos medidas acaban de saltar al panorama navarro. La primera se ha conocido de forma oficial: gratuidad para las escuelas infantiles públicas desde el próximo curso para niños de 0 a 3 años. ¿Y quién controla esos centros? Pues el eje socialista-comunista-proetarra que ha pactado en Navarra. La segunda medida no se ha conocido de forma oficial, sino por la denuncia del alcalde de Tudela: la presidenta socialista de Navarra ha empezado a discriminar en la asignación de fondos a los colegios de los municipios gobernados por fuerzas constitucionalistas, en una estrategia de claro desgaste contra UPN o el PP, que toma como rehenes nada menos que a los niños de esta comunidad.
Y el objetivo no es otro que arrinconar al modelo escolar preferido en Navarra: el denominado como modelo G –sólo en lengua española, la única oficial en la Comunidad Foral–. La gestión de las becas permitirá ahora a los proetarras dirigir sus importes al plan de desarrollo del vascuence y discriminar al español.
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