Restricciones de agua para seis millones de personas en Cataluña. La Generalidad ha decretado la emergencia por sequía en más de doscientos municipios, aquellos que dependen del sistema Ter-Llobregat. La medida reduce el consumo de agua por habitante y día a 200 litros. Estará prohibido llenar las piscinas, se limitarán las duchas y el riego en instalaciones deportivas, el mantenimiento de las zonas ajardinadas se llevará a cabo con agua potable y en algunas zonas se reducirá la presión con la que el agua sale del grifo. Esas son algunas de las consecuencias del decreto de la administración autonómica que entrará en vigor este viernes, tras ser publicado en el Diario Oficial de la Generalidad (DOGC).
Los embalses del sistema Ter-Llobregat están ya por debajo del 16% de su capacidad, en torno a los cien hectómetros cúbicos. La siguiente fase de la emergencia, cuando se pase a menos de 67 hectómetros cúbicos, implicará medidas más severas. En ese estadio, se reducirá el consumo de agua por persona y día a un máximo de 180 litros. La fase que entra en vigor ahora afecta a 5,9 millones de personas, el 80% de la población catalana.
Autobombo
A pesar de las graves deficiencias de gestión y de la falta de previsión, el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, ha comparecido este jueves junto al consejero de Acción Climática, David Mascort, para pedir a la ciudadanía, la industria, el sector agrícola y las administraciones locales que "intensifiquen sus esfuerzos" para reducir el consumo de agua. Además ha subrayado que en los últimos tres años y medio ha llovido muy por debajo de la media y que "Cataluña sufre la peor sequía desde que se tienen registros".
Aragonès se ha defendido también de las críticas, entre ellas la falta de inversiones en infraestructuras de un ejecutivo autonómico volcado en el proceso independentista y ha asegurado que la gestión de su gobierno ha permitido retrasar quince meses el decreto de emergencia.
Y mientras la mayoría de la población catalana debe afrontar restricciones en el uso del agua, en las zonas abastecidas por el Ebro sobra el agua y los pantanos abren compuertas. Colegios profesionales de ingenieros y economistas, así como la patronal Foment del Treball reclaman a la Generalidad la conexión de la red de abastecimiento de Barcelona y Gerona con la del Ebro para evitar las restricciones. El gobierno de Aragonès se niega en redondo atendiendo las peticiones de las administraciones locales de Lérida y Tarragona así como las organizaciones agrícolas y ecologistas de ambas provincias.