
La asociación mayoritaria de la Guardia Civil, JUCIL, ha registrado una instancia en Navarra exigiendo chalecos antibalas para todos los guardias. El motivo: la situación es más "crítica" de lo habitual con 30 unidades para 176 agentes. JUCIL lo ha denunciado por "la especial situación crítica en la que se encuentra el núcleo de servicios de Pamplona, que deben compartir aproximadamente 30 chalecos para 176 componentes".
Y ha añadido que, "ni siquiera la medida de compartir placas balísticas es suficiente, ya que, en este caso, están obligados a compartir hasta funda de chaleco, que ha podido ser utilizada por otro componente del turno de servicio anterior, y ni siquiera ha pasado por un proceso de limpieza". Y la "situación se repite en varias unidades de la Comandancia", señalan los guardias de la asociación. "Resulta bochornoso, que en numerosas Comandancias, aún no se cuente con un chaleco para cada guardia civil, contraviniendo la normativa de prevención de riesgos laborales, mermando la seguridad y la salud de los efectivos", afirma JUCIL.
Pero el caso navarro va más allá de lo habitual: "Solicitamos tanto a nuestros asociados como al resto de compañeros que nos hagan llegar la problemática en relación a este equipo de protección, ya que en el mes de febrero se expondrá en el seno de la comisión de riesgos laborales la falta de chalecos antibalas en las diferentes unidades, porque es un deber de la Administración dotar de medios de trabajo y equipos de seguridad al personal para proteger a los guardias de los riesgos", explica JUCIL.
Pero será complicado que el Gobierno cambie de idea. Lo primero, porque en Navarra ya manda en realidad Bildu, y es conocida su actitud ante la Benemérita. Y lo segundo, porque en el Ministerio manda Fernando Grande-Marlaska. Y también es conocida su actitud. De hecho, la asociación JUCIL también se ha cansado ya del último sistema de asignación de turnos inventado por el Gobierno sólo para la Benemérita.
Y es que el resultado de ese sistema es que "obligará a los guardias civiles a trabajar 250 horas más al año que un policía", tal y como explican los equipos jurídicos de JUCIL. La asociación, por ello, ha decidido impugnar en los juzgados el sistema de turnos en su enésimo choque con el Gobierno de Pedro Sánchez. JUCIL asegura que el sistema de asignación de trabajo "incurre en un claro agravio comparativo para los guardias civiles con respecto al resto de Fuerzas de Seguridad del Estado".
La asociación profesional recurrirá, por ello, ante los tribunales de Justicia la orden general 27/2023 del 28 de diciembre que implanta la nueva regulación de este sistema de turnos. Esta orden, publicada oficialmente el 2 de enero en el Boletín Oficial de la Guardia Civil, pero de la que ya había informado Libertad Digital, "supone un agravio comparativo para los guardias civiles con relación al resto de empleados públicos en otros cuerpos policiales y representa, de media, trabajar 250 horas más al año, casi dos meses más de trabajo, para los integrantes de este Cuerpo frente al resto de policías", explica JUCIL.
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