
El exministro José Luis Ábalos se ha defendido de la sombra del caso Koldo asegurando que se había distanciado con el paso de los años de su mano derecha, Koldo García Izaguirre. Que no sabe "ni cómo" contactar con él. Koldo ha sido detenido por agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia por un caso de presunta corrupción en la compra de mascarillas por parte del Gobierno central y ejecutivos autonómicos por un importe total de 53,1 millones de euros.
Pero lo cierto es que fueron habituales y continuos los encuentros de ambos durante el largo periodo que ha durado la investigación previa a las detenciones. Uno de los sitios en los que testigos visuales no han dejado de localizar a ambos es un discreto bar madrileño, La Tragantia, ubicado en la esquina entre Príncipe de Vergara y Ramón y Cajal. Se trata de un restaurante en el que se citaban y en el que se sentaban "en una zona discreta y con distancia con respecto al resto de clientes de la cafetería", señalan testigos de las citas.
No eran los únicos encuentros. Allí también ha sido visto Koldo García Izaguirre junto a otro de los detenidos: el presidente del Zamora. El presidente del club Zamora CF, Víctor de Aldama, también fue detenido en el marco de la misma operación de la Guardia Civil.
"Koldo y el presidente del Zamora quedaban por su cuenta. Y Koldo con Ábalos en días distintos", confirman las mismas fuentes.
"La Tragantia era uno de sus puntos de encuentro. Después, cuando Koldo fue colocado como consejero de Renfe Mercancías también fue visto solo, después del caso de Delcy Rodríguez". Pero "era habitual verles juntos", añaden las mismas fuentes. Y es que la cercanía entre todos ellos parece innegable.
Por el momento, parece haberse abierto un caso de corrupción de grandes dimensiones. El nombre oficial es Operación Delorme, e investiga el cobro de comisiones en la compra de mascarillas durante la pandemia de coronavirus. Un caso con ramificaciones en dos ministerios debido a las compras de mascarillas efectuadas: Interior y Fomento. Y cuya suma total alcanza los 53,1 millones de euros.
Origen del caso
Tanto en Ferraz como en Moncloa han saltado las alarmas y la defensa, en estos momentos, consiste en negar tener conocimiento de las actividades presuntamente delictivas de Koldo García Izaguirre y en atacar, de nuevo, a un ciudadano particular, el hermano de Isabel Díaz Ayuso, cuyo caso fue investigado tanto por la Fiscalía española como la europea y fue archivado rechazando el más mínimo indicio de ilegalidad.
La detención de Koldo García y otras 20 personas —entre las que se encuentran su mujer y un hermano— dentro de unas diligencias de investigación de la Audiencia Nacional por los delitos de organización criminal, tráfico de influencias y cohecho, tiene su origen en una denuncia del Grupo Parlamentario del PP en la Asamblea de Madrid por una docena de contratos por valor de 326 millones de euros, relacionados con José Luis Ábalos, el propio presidente del Gobierno o la entonces ministra Nadia Calviño.
Más concretamente, el PP de Madrid hacía hincapié en los contratos adjudicados a la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a la Empresa SL, que pasó de una cifra de negocio de 0 euros en 2019 a 53,13 millones en 2020, fruto de las adjudicaciones públicas directas relacionados con la covid-19. En la denuncia del PP se citaban dos contratos que se tramitaron por el procedimiento negociado sin publicidad y carácter de emergencia —uno de 24.200.000 € y otro de 12.500.000 € , IVA incluido— para el suministro de mascarillas. El primero adjudicado por Presidencia del Organismo Público Puertos del Estado y el segundo por ADIF, ambos organismos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
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