La Comisión de Investigación del Senado que analiza los contratos públicos relacionados con la trama de Koldo García durante la pandemia de Covid-19 ha vivido una jornada agitada durante este lunes. Y el protagonista ha sido el comisario Daniel Belmar, quien fuera alto cargo del Ministerio del Interior en aquellas fechas. Exactamente, estuvo al cargo de la Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad.
Los populares Ana María Beltrán y Fernando Martínez Maíllo, los últimos en tomar la palabra, le acorralaron de manera continuada por las contradicciones en las que había ido incurriendo durante toda su comparecencia frente a lo dicho con anterioridad en sus declaraciones como testigo a la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil o sus respuestas firmadas a la Oficina contra el Fraude de la Agencia Tributaria.
"Usted viene muy bien aleccionado. Pero en el juzgado no va a ser tan fácil. Cuando se miente en las declaraciones se acaba en el juzgado. Usted está de testigo pero, lamentablemente, como siga así va a acabar de otro modo. Está mintiendo absolutamente en todo", le llegó a decir Maíllo, quien no sólo le recordó que estaba obligado a decir la verdad sino que también podría tener complicaciones más allá de lo que estaba respondiendo en la Cámara Alta.
Las supuestas contradicciones del excomisario Daniel Belmar hacían alusión a si había tenido conocimiento de la reunión interministerial Interior-Transportes en las que se coló en nombre de las empresas proveedoras de la trama Koldo, sobre si tuvo en su poder o no un acta sobre esa reunión –según la UCO la mostró en el ordenador a los agentes pero no se la entregó– y en su comparecencia de este lunes ha dicho que no sabía absolutamente nada de esa acta.
O sobre si el Ministerio del Interior si adhirió a una compra masiva de mascarillas llevada a cabo por el Transportes y luego pagó el dinero de sus mascarillas a la investigada Soluciones de Gestión S.L. o si la compra de las mismas se había hecho por independiente. El comisario jubilado respondió a lo primero en una respuesta a petición de Hacienda o mantuvo lo segundo en su comparecencia en el Senado.
Mucho malestar provocó en los diputados del PP cuando Belmar dijo que nunca había hablado con el número dos de Interior y secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz, del hecho de que tanto Hacienda como la UCO estaban investigando ese contrato con la trama Koldo. Así lo mantuvo pese a que reconoció que Pérez Ruiz era su jefe directo. El popular Maíllo reaccionó con un socarrón "¡Venga ya!".
En lo que sí coincidió tanto en sus declaraciones a la UCO como en su comparecencia en la comisión es que como no encontraba empresas que le sirvieran mascarillas fue el número tres de Interior y director del Gabinete de Coordinación y Estudios del Ministerio, José Antonio Rodríguez, quien le puso sobre la pista de la empresa Soluciones de Gestión SL y que fue él quien le proporcionó el contacto del ahora imputado Íñigo Rotaeche.
Durante su comparecencia ha mantenido que su relación con Rotaeche se limitó a un contacto telefónico y que no hubo relación más allá de cerrar los plazos y el modo de entrega. También negó haber conocido a ninguno de los otros miembros de la trama, más allá de Rotaeche, y no haber visto nunca al supuesto líder, Koldo García. "Ni los conocía, ni los conocí, ni los conozco", ha mantenido durante toda su comparecencia.
También ha negado que le sobornaran o le presionaran para firmar el contrato con Soluciones de Gestión. "No soy político, soy funcionario público, pero además dentro de la función pública muy orgulloso de haber pertenecido a la Policía Nacional. Y sé de las consecuencias legales, administrativas y penales que tiene el soborno. Por lo tanto, señoría, por ahí no vaya", contestó a la pregunta directa de la popular Beltrán.