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Sánchez concede a ERC el "concierto catalán", la recaudación, gestión y liquidación de todos los impuestos

Los partidarios del acuerdo se imponen en Esquerra, que someterá el pacto a votación entre sus 8.700 militantes

Los partidarios del acuerdo se imponen en Esquerra, que someterá el pacto a votación entre sus 8.700 militantes
EFE

La dirección provisional de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno, el PSOE y el PSC para la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalidad. El nombre de la cosa es "concierto económico solidario", la financiación "singular" que exigía ERC desde el primer minuto, una traslación del concierto vasco a Cataluña. Y eso es lo que ha conseguido, que el Gobierno se comprometa con ERC a que la Generalidad recaude todos los impuestos y decida qué parte o cupo se destina a los gastos comunes. El resto, para lo que diga el gobierno catalán, un paso más cerca de la independencia desde este lunes.

El preacuerdo aún tiene que pasar el filtro de la militancia de ERC, esos 8.700 afiliados en cuyas manos está el futuro de los ocho millones de ciudadanos censados en la región. De ellos depende ya la investidura de Salvador Illa. De ellos y del prófugo Carles Puigdemont, que amenazó el pasado con volver a España para impedir que ERC haga presidente de la Generalidad al "españolista" Illa.

Las negociaciones entre socialistas y republicanos han llegado a buen puerto tras intensas sesiones "técnicas" que han implicado al ministerio de Hacienda de la vicepresidenta María Jesús Montero, al PSOE y en última instancia y en un papel secundario al PSC. A partir de ahora se abre la fase de la militancia. La secretaria general de ERC y líder provisional del partido, Marta Rovira es partidaria del pacto. Ella lo ha negociado y le ha dado el visto bueno. Oriol Junqueras no se ha pronunciado. La única que se ha pronunciado claramente en contra del acuerdo es la diputada en Madrid Pilar Vallugera. Ningún otro dirigente de relieve se ha manifestado.

Tras el movimiento de ERC le toca a Puigdemont. Prometió el pasado sábado regresar a España para asistir a la investidura de Salvador Illa a pesar de que el Tribunal Supremo mantiene la orden de detención contra él por el cargo de malversación. Pero su entorno no descarta que se presente antes de tiempo, en las próximas horas o días, para intentar condicionar el voto de los militantes de ERC e impedir de ese modo la investidura del candidato socialista.

Soberanía fiscal

El trofeo obtenido por ERC es el concierto económico, la recaudación de todos los impuestos y la última palabra sobre el gasto. Los republicanos han cantado 'bingo'. La amnistía de los golpistas fue el precio a pagar para la investidura de Pedro Sánchez. La independencia económica de Cataluña es el coste de la investidura de Salvador Illa. De Puigdemont depende tratar de dinamitar un acuerdo que supone la culminación de la aspiración separatista que según ellos mismos justificó el "procés" al negarse Rajoy a negociar otra financiación autonómica. El "concierto económico solidario" es la reproducción del sistema vasco, la desconexión con el resto de España de Cataluña por la vía de la soberanía fiscal, el último peldaño hacia la república catalana.

Fuga de empresas

El "preacuerdo" incluye compromisos por escrito, un andamiaje para impedir la intervención de futuros gobiernos y el establecimiento de un calendario para llevar a cabo la desconexión económica. El operativo no propiciará el regreso de las empresas que huyeron de la inseguridad jurídica y la inestabilidad institucional en octubre de 2017. Si el golpe de Estado causó una significativa fuga de depósitos y el fenómeno de las llamadas "cuentas espejo", el "concierto económico solidario" puede tener consecuencias más gruesas. Pero como todo en Cataluña desde que comenzó el "Procés", la decisión final será la de una minoría, antes los militantes de la CUP y ahora los afiliados de ERC. Si ellos revientan el acuerdo se disipará el "concierto económico solidario", aunque es seguro que lo venga después será peor.

Ejecutiva convulsa

La ejecutiva de ERC en la que se ha sustanciado la posición general sobre el "preacuerdo" ha durado nueve horas a causa de la división de opiniones en un partido roto entre los partidarios de la secretaria general, Marta Rovira, y los del expresidente Oriol Junqueras, que aspira a reconquistar su posición en el congreso extraordinario del partido del próximo 30 de noviembre. El contexto se completa con la guerra sucia en la que afloran escándalos como las campañas de falsa bandera contra los hermanos Maragall utilizando la enfermedad del alzhéimer o los muñecos colgantes de Oriol Junqueras en vísperas electorales.

La desaparición del idioma español

La nueva portavoz del partido y vicepresidenta segunda del parlamento autonómico, Raquel Sans, ha sido la encargada de anunciar el pacto. Flanqueada por la plana mayor del partido salvo Oriol Junqueras (que desde que renunció a la presidencia el día después de las elecciones europeas es un militante de base), Sans glosó el acuerdo económico, el avance para la desaparición del español en Cataluña y la imposición del catalán en contra de las disposiciones judiciales así como una "convención nacional para la resolución del conflicto político" en la que estará presente el PSC para hilvanar la propuesta de referéndum separatista. Todo ello será sometido a votación telemática de los militantes de ERC el próximo viernes 2 de agosto.

La "llave de la caja"

La "llave de la caja" fue la expresión que utilizó Sans en varias ocasiones para justificar el acuerdo con los socialistas. Tras una defensa cerrada del pacto, aseguró que el resultado de la votación con los militantes será de obligado cumplimiento, "vinculante", dijo Sans. De su intervención se puede inferir que todas las carpetas económicas entre la Generalidad y el Estado han quedado resueltas de un plumazo a favor de Cataluña. Sans presumió también de las garantías obtenidas por parte de los socialistas para implantar el "concierto catalán" y el resto de acuerdos alcanzados a cambio de investir a Illa.

El 100% de los impuestos

En materia económica, Sans insistió en que con el pacto Cataluña sale del régimen común, que se recaudará el 100% de los impuestos y que será la Generalidad quien decida cómo se gastan. Habrá un cupo para el pago de los servicios del Estado y también un "fondo de solidaridad" mientras Cataluña siga siendo España, ha expuesto. "Cataluña recaudará, gestionará y liquidará el 100% del IRPF", insistió Sans a preguntas de los periodistas, antes de remitir a explicaciones en los próximos días. Pero su resumen fue contundente: "soberanía fiscal para conseguir la independencia de Cataluña".

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