
Oriol Junqueras se ha pronunciado sobre el "preacuerdo" suscrito entre el PSC y ERC para la investidura del candidato socialista Salvador Illa. Fiel al estilo sibilino que sacaba de quicio a Carles Puigdemont, Junqueras ni apoya ni se opone al pacto. En dos medidos mensajes en la red social X, el expresidente del partido republicano muestra en primer lugar su "respeto" por el trabajo de los negociadores de su formación y dice entender "las dudas expresadas por parte de muchos compañeros y compañeras sobre los acuerdos y su cumplimiento por parte del PSOE y el PSC".
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— Oriol Junqueras 🎗️ (@junqueras) July 31, 2024
Tot el respecte per la feina feta per l'equip negociador encapçalat per la Marta Rovira i pel contingut del preacord que ens van donar a conèixer dilluns, i també ahir, amb més detall, a les assemblees informatives.
Aquest divendres la militància d'Esquerra Republicana de…
Parece intuirse del segundo mensaje que sería partidario de ofrecer un apoyo condicionado al seguimiento del pacto para evitar su incumplimiento cuando afirma que "en caso de que la militancia valide el acuerdo de investidura propuesto por la Ejecutiva, el eventual apoyo al gobierno del Estado y al Gobierno de la Generalitat por parte de ERC se tendrá que ir validando con el desarrollo del acuerdo y retirarse explícitamente en caso de incumplimiento".
Junqueras está en campaña para lograr revalidar la presidencia del partido en el congreso extraordinario que se celebrará el próximo 30 de noviembre y no quiere que se le atribuya ninguna responsabilidad sobre el pacto con el PSC ni sobre la investidura de Salvador Illa, a quien el independentismo considera "representante del 155" por haberse manifestado a favor de la aplicación del artículo de la Constitución en Cataluña en los meses posteriores al golpe de Estado separatista. Ese "argumento" no sólo se maneja en Junts sino que también es corriente entre los contrarios dentro de ERC a pactar con el PSC.
Guerra interna
En medio de este debate sobre el entendimiento con los socialistas para entregarles la presidencia y el gobierno de la Generalidad ERC vive una guerra interna entre los llamados junqueristas y los roviristas, que consideran que se debe renovar la dirección del partido. Las filtraciones sobre las campañas de falsa bandera del partido (carteles contra los Maragall, un muñeco con la cara de Junqueras colgado de un puente, enviar mariachis a la sede de Junts e imprimir billetes con la cara de Laura Borràs son algunas de las 'hazañas' de una estructura del partido conocida perfectamente por la dirección) forman parte de esa guerra que tendrá su episodio definitivo en el congreso del 30 de noviembre, un cónclave para el que sólo hay de momento un candidato a presidir el partido, Oriol Junqueras.