El socialista Salvador Illa será el próximo presidente de la Generalidad. Eso es lo que han decidido los militantes de ERC que han votado en la consulta organizada por la dirección provisional del partido sobre el preacuerdo alcanzado entre socialistas y republicanos. 3.397 militantes sobre un total de 8.266 han votado a favor del pacto con el PSC. 2.847 militantes han votado "no", el 44,8%, y 105, el 1,7% han votado en blanco. La participación final ha sido del 77%. Han participado 6.349 afiliados.
La decisión aboca a un escenario explosivo. La próxima semana se debería llevar a cabo la sesión de investidura. Este lunes Salvador Illa debería comunicar al presidente del Parlamento catalán, Josep Rull (JxCat) su intención de concurrir a la investidura. A partir de ahí, Rull debe consultar con los grupos para comprobar las posibilidades de Illa. El pleno podría comenzar el miércoles 7 e Illa resultaría elegido con los votos de ERC y de los Comunes, la facción catalana de Sumar.
Sin embargo, hay numerosas sombras en el horizonte. Las juventudes de ERC tienen vida propia y un escaño en el "Parlament" que es crucial. Lo ocupa Mar Besses, contraria a la investidura de Illa, al que en ERC tachan de "españolista" y de paladín del artículo 155 de la Constitución. El otro punto de fricción es el anuncio de Carles Puigdemont de acudir a la sesión de investidura a pesar de la orden de detención que pesa sobre él. El regreso de Puigdemont a España puede condicionar sobremanera la investidura de Illa.
El factor Puigdemont
El expresidente de la Generalidad ha prometido por activa y por pasiva que estará presente en la sesión de investidura, un pleno que seguramente se lleve a cabo la próxima semana. Su intención es plantarse en la cámara autonómica para montar el pollo. El presidente de la cámara le ha garantizado que no será detenido en el recinto que custodian los Mossos d'Esquadra. Al tiempo, el letrado de Puigdemont, Gonzalo Boye, ha asegurado que los Mossos han contactado con el entorno del de momento prófugo para facilitar su detención, un operativo que sería similar al de la golpista Clara Ponsatí, que fue arrestada por un veterano de los Mossos de paisano en presencia de su letrado, también Boye.
Contexto convulso para una investidura de un socialista avalada por los pelos
Según la propaganda socialista, la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalidad ratificará el cambio de ciclo de la política catalana. El "Procés" será historia en el momento en que Illa asuma como presidente de la Generalidad. Puigdemont pretende que no sea así. Cuenta para ello con la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y con los sectores más radicales del independentismo, como los Comités de Defensa de la República (CDR), dispuestos a ejercer la máxima presión sobre ERC. Sin embargo, el movimiento independentista está en horas muy bajas desde la pandemia. La ANC ya no tiene la capacidad de convocatoria de los años fuertes del proceso separatista. Y Puigdemont ha prometido demasiadas veces que estaba dispuesto a regresar a Cataluña.
Y el factor cachorros de ERC
El elemento incontrolado son las juventudes de ERC y su diputada Mar Besses. Sin su voto es imposible la investidura de Illa. Las Joventuts d’Esquerra Republicana de Catalunya (JERC) van a su bola y se han mostrado contrarias a un gobierno socialista en Cataluña. La consulta ha sido muy ajustada, sólo un 53'5% de los votos. El porcentaje no sólo da pie a que las JERC se subleven sino a toda clase de sospechas sobre la limpieza de la consulta.
ERC está sumida en una guerra interna propiciada por las filtraciones sobre las campañas de falsa bandera organizadas con conocimiento de la dirección del partido desde al menos 2019. En aquel año, un comando de militantes de ERC colgó un muñeco con la cara de Junqueras en un puente del pueblo del líder de ERC, que entonces estaba en la prisión catalana de Lledoners. En una pared del puente pintaron "Junqueras, púdrete en prisión". Fue dos días antes de las elecciones europeas a las que se presentaba el entonces preso. También fue obra de ERC la campaña contra su último candidato a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, el año pasado. Se trató de los carteles con las fotos de los hermanos Pasqual y Ernest Maragall y la leyenda "Fora l'Alzhéimer de Barcelona". También se enviaron mariachis a la sede de Junts cuando este partido abandonó el gobierno catalán, en octubre del año pasado, además de numerosas campañas en redes sociales.
El pucherazo
Esos episodios abonan las acusaciones de pucherazo que han comenzado a circular en redes sociales nada más hacer se públicos los datos de la consulta telemática, factor que engrosa las sospechas. Sea como fuere, el sí a un gobierno socialista de la Generalidad es el último test de stress del proceso separatista. Si Puigdemont regresa sin pena ni gloria, se habrán cumplido los pronósticos socialistas sobre el efecto balsámico de los indultos y la amnistía. Otra cosa será abordar la hoja de ruta de los 25 folios suscritos con ERC, la independencia económica de Cataluña a través de la recaudación, gestión, liquidación e inspección de todos los tributos.
Ganó Rovira entre los militantes de ERC
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, es la gran triunfadora del momento. Pilotó la negociación con los socialistas para obtener la independencia fiscal y económica de Cataluña y ha logrado convencer a las bases de su partido, ocho mil personas. Habrá que comprobar las "actas" digitales, pero en cualquier caso, ha ganado el "sí". Salvador Illa puede ser el próximo presidente de la Generalidad a cambio del 100% de los tributos que pagan los ciudadanos y las empresas en Cataluña. "Hemos dicho 'sí' a tener la llave de la caja", ha resumido Rovira.
El movimiento de Marta Rovira se produce en el peor escenario para Puigdemont, en plenas vacaciones y con la Assemblea Nacional Catalana (AN) del cantautor Lluís Llach en pleno desguace. No tiene pinta, al menos este viernes por la noche, de que se vayan a producir alteraciones como cuando Puigdemont fue detenido en Alemania o cuando se hizo pública la sentencia del Supremo sobre el 1-O.