Puigdemont contraprograma el pleno de investidura del socialista Salvador Illa. Ha citado a sus acólitos a las nueve de la mañana en el paseo Lluís Companys, a escasos metros del Parlament donde una hora después está previsto que arranque la sesión de investidura. La intención del expresidente de la Generalidad es reventar el arranque de la legislatura catalana, aumentar la presión sobre ERC para que desista de votar a los socialistas y crear las condiciones para un nuevo choque con el Estado.
El prófugo ha colgado en su cuenta en la red social X un vídeo en el que anuncia el retorno, carga contra los jueces y califica su eventual arresto de "arbitrario" e "ilegal". Se consuma, por tanto, la amenaza. Puigdemont pretende saltarse todos los controles y eludir así una posible detención parapetado detrás de la multitud que prevé que le reciba en Barcelona.
El Parlament de Catalunya ha convocat a tots els diputats al debat d'investidura del pròxim president de la Generalitat. Jo hi he de ser i hi vull ser. Per això he emprès el viatge de retorn des de l'exili. pic.twitter.com/jcO5MA8czX
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) August 7, 2024
El inesperado anuncio complica el dispositivo de seguridad que están preparando los Mossos d'Esquadra para detenerle. Mientras, en Junts confían en que miles de personas acudan a la cita con el expresidente de la Generalidad y que el clamor popular impida la celebración del pleno.
Es un nuevo órdago de Puigdemont, que pretende dinamitar con su vuelta no sólo la investidura de Illa sino también la legislatura de Pedro Sánchez.
Suspensión del pleno de investidura
Es probable que la multitud pueda dificultar el acceso de los diputados al recinto parlamentario, en el interior del parque de la Ciutadella. En esas condiciones, el pleno debería ser aplazado, tal como pronostican numerosas fuentes. ERC y los Comunes (la versión catalana de Sumar) han acordado con Junts la suspensión automática en el momento en que se produzca la detención. Pero no sería un aplazamiento indefinido sino hasta la próxima semana. El plazo para investir un presidente de la Generalidad acaba el 26 de agosto. En caso de que no fuera posible investir a Illa, se repetirían las elecciones el 13 de octubre.
En el vídeo en el que anuncia su regreso, Puigdemont reprocha al Tribunal Supremo que se niegue, según su versión, a aplicar la ley de amnistía aprobada en el Congreso "y que es de obligada aplicación". Puigdemont afirma que esa negativa de los jueces es lo que le obliga a volver para enfrentarse a ellos. "Si nos creemos la ley de amnistía no podemos callar ante la actitud de rebelión en la que se han bunkerizado algunos jueces del Supremo", sostiene el líder del golpe de Estado de 2017, un político que hizo mofa y se fotografió junto a los cinco requerimientos en los que el Tribunal Constitucional le instaba a cancelar el referéndum ilegal.
El dirigente de Junts también carga contra el Gobierno, al que reprocha que "no le inquieta demasiado" la supuesta rebelión judicial y sostiene que debería ser "normal" que él pudiera acceder al Parlament. También apunta que su detención "sería la evidencia de la anomalía democrática que tenemos el deber de denunciar".
Con su anuncio, Puigdemont pone en un compromiso a la consejería de Interior. Los Mossos tienen transferidas todas las competencias en materia de seguridad ciudadana y a ellos corresponde practicar la detención. Ahora ya saben que Puigdemont estará a las nueve de la mañana en el paseo Lluís Companys, donde también está la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Es ahí a donde debería ser conducido por su calidad de diputado autonómico.