La OMT apadrinó a Begoña Gómez y a la sociedad Wakalua que patrocinó al Africa Center que dirigía la mujer de Pedro Sánchez: y logró una sede gratis por 75 años en la mejor zona de Madrid, más una reforma adicional del inmueble de 24 millones de euros con cargo a los Presupuestos nacionales. Carlos Barrabés ayudó a Begoña Gómez con su máster: y logró unas cartas de recomendación para los concursos públicos justo en el periodo en el que su firma Innova Next multiplicó por 141 veces el importe conseguido en concursos públicos. Globalia creó Wakalua en los locales de Barrabés y con el respaldo de la OMT, la firma que patrocinó el Africa Center de la mujer del presidente: y logró un rescate multimillonario. Y el amigo íntimo de Sánchez, David Sanza, buscó patrocinadores para la cátedra inventada para Begoña Gómez en la Complutense: y logró 169.600 euros en ayudas del ICO justo en los meses previos y posteriores al lanzamiento de la cátedra y la firma de patrocinio. Y ni siquiera fue un problema para conceder esas ayudas el tamaño real de la empresa receptora -English for Fun-: las ayudas del ICO se dieron en 2020 y en sólo un año, en 2021, el valor total del "patrimonio neto y pasivo" de la empresa citada era prácticamente el de las ayudas: 182.560 euros. Todo un alarde de generosidad -u otra cosa- por parte del organismo que gestionó un parte importante de las ayudas a empresas y autónomos en época del covid.
La cátedra de Begoña Gómez se creó en septiembre de 2020. El convenio con los patrocinadores, sin embargo, tardo más pese a que la norma exige contar con los fondos antes de autorizar la cátedra extraordinaria: no se firmó hasta el 30 de octubre de ese mismo 2020. La persona que ayudó a buscar patrocinadores era un amigo íntimo de Pedro Sánchez, David Sanza. Y una empresa de Sanza -English for Fun- recibió ayudas del ICO por valor de casi 170.000 euros entre mayo y diciembre de ese mismo año 2020: justo los meses previos y posterior a la firma del convenio de patrocinio de la polémica cátedra de la mujer del presidente.
La primera de las ayudas fue concedida por el ICO (Instituto de Crédito Oficial) el 19 de mayo de 2020 "para paliar efectos del COVID19" por importe de "80.000 euros", tal como refleja el Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas y fue recogido en el BOE de su momento. La segunda llegó a los dos días: el 21 de mayo de 2020 y su importe fue de "49.600 euros" por el mismo concepto. La tercera, más de lo mismo: se oficializó el 21 de diciembre de 2020 por valor de 40.000 euros.
En aquel 2020, las cuentas de la empresa reflejaban una caída del patrimonio neto de 79.137 euros. Y un año después, en 2021, de nada menos que 237.304 euros. De hecho, el giro de la empresa a efectos de patrimonio, denominada English for Fun, se dio entre el año 2019 y el 2020: pasó de +116.034 euros a -79.137 euros.
Pero la cifra de negocios hacía tiempo que había empezado a reducirse. En 2017 rebasaba el millón de euros (1.011.069 euros). En 2018 quedaba en 913.318 euros. En 2019, antes del covid, se rebajaba hasta los 728.161 euros. En 2020 quedaba en menos de la mitad de 2017: 407.013 euros. Y en 2021, justo tras la concesión de las ayudas, se situaba en 319.103 euros.
De hecho, si el resultado antes de impuestos había llegado a suponer 102.198 euros en beneficios en 2018, antes del covid, en 2021, tras la concesión de las ayudas, quedó en -28.235 euros.
El administrador solidario de la firma era David Sanza, el mismo que ayudó a buscar patrocinadores para la cátedra de Begoña Gómez. Y el mismo amigo íntimo del presidente que del dedicó en un programa de TV y antes de que Sánchez llegara a La Moncloa aquello de ""¡venga Campeón, mucha suerte!", "ve buscando cancha de baloncesto en Moncloa" o "¿dónde colocamos la neverita en el palacio?".