Según los cálculos de la asociación profesional de la Benemérita, Galicia podría sumar ya un déficit de entre 400 y 500 guardias. Siendo una comunidad con un especial componente rural.
JUCIL ha denunciado tanto la reducción de horarios como el cierre de cuarteles de la Guardia Civil en Galicia, "una práctica cada vez más común en esta Comunidad Autónoma", añade la asociación. "La instalación de carteles en las dependencias con horarios restringidos, que redirigen a los ciudadanos al cuartel más cercano, representa un riesgo para la tranquilidad de los vecinos", ha señalado Javier Montero, coordinador de JUCIL en Galicia.
Zonas rurales
La situación, por pura lógica, afecta sobre todo a zonas rurales, donde la presencia de la Guardia Civil es fundamental para garantizar la seguridad de los vecinos. "Durante el verano, cuando el turismo incrementa la población en muchas localidades, la reducción de horarios ha puesto en peligro la seguridad de los ciudadanos, quienes se ven obligados a desplazarse a otros municipios para recibir atención, incluso en situaciones de emergencia", añade Montero.
"Los ciudadanos sufren las consecuencias de esta falta de personal ya que, en ocasiones, se enfrentan a largos tiempos de respuesta de las patrullas, que en algunos casos deben recorrer hasta 150 kilómetros", explica JUCIL.
JUCIL denuncia que el foco del problema reside en la anticuada distribución geográfica de las dependencias de la Guardia Civil en esta comunidad autónoma junto con la insuficiencia de efectivos en todo el territorio español. Y especialmente en este segundo argumento, desde la asociación no dejan de ver la mano política del Gobierno de Pedro Sánchez y del Ministerio de Fernando Grande-Marlaska.
De hecho, desde la asociación han reiterado desde hace años las reducción prácticas de servicios, personal y dotaciones en País Vasco, Navarra, Cataluña y otras plazas ajenas a los deseos separatistas. Pero, en especial, en aquellos territorios en los que las demandas de los socios separatistas han exigido, como parte de sus pactos, la pérdida de peso de la Guardia Civil.
Escasez de efectivos
"La escasez de efectivos compromete la seguridad de los ciudadanos y afecta la capacidad operativa de los agentes. Se ven sobrecargados y sin los recursos necesarios para cumplir con sus responsabilidades. Insistimos en que la seguridad de los ciudadanos no puede depender de soluciones temporales o de parches que ignoran las necesidades reales de la población y de los guardias civiles", señala JUCIL.
En abril de este año, la misma asociación lanzó ya otra alerta. Una alerta de asfixia por falta de efectivos que Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska han buscado intencionadamente. Y una asfixia que hace que casi un tercio del cuerpo supere los 50 años con unas tasas de renovación bajo mínimos.
La asociación denunció, así, que "está previsto un incremento del 1,44% del empleo de cabos y del 14,98% para Sargento 1º, muy por debajo de los porcentajes previstos para los incrementos de plazas en los empleos de oficiales". JUCIL lanzó, además, "una advertencia clara sobre la situación de dificultad en la que se encuentra el cuerpo, dado que en la actualidad hay más de 27.000 efectivos, por tanto prácticamente un tercio del total de la plantilla, con edades que superan los 50 años, lo que adelanta un importante número de jubilaciones en las próximas anualidades y la reducción considerable real de la cifra de guardias civiles en activo".