En una jornada marcada por la tristeza y la incertidumbre, un operativo de alrededor de 200 efectivos, entre bomberos, protección civil y voluntarios, se encuentra desplegado en la zona para intentar localizar a los vecinos aún desaparecidos.
A mediodía, el equipo de buzos de la Guardia Civil se unió a los esfuerzos de búsqueda, concentrándose en zonas de difícil acceso y en cuerpos de agua donde la corriente de la riada fue más fuerte. Las autoridades locales han emitido recomendaciones para evitar acercarse a las áreas afectadas y facilitar el trabajo de los equipos de rescate, quienes trabajan intensamente en un terreno complicado debido a la acumulación de lodo y escombros.
Letur, conmocionada por la pérdida de uno de sus vecinos y en vilo por el paradero de los otros cinco, permanece en alerta, mientras que el operativo continúa a contrarreloj para intentar encontrar a los desaparecidos.