En la primera entrega ya vimos parte de su casa-biblioteca-museo, escenario de su memoria y su vida teatral. Recuerdos superpuestos: esculturas, premios, atrezzo, figurines, creaciones de Fernando Arrabal… y por supuesto, libros.
En esta segunda entrega el director comparte anécdotas y estrenos. Las fotografías con compañeros como Lina Morgan, Nati Mistral, María Jesús Valdés, Arrabal, Amparo Rivelles, Vicente Parra… Sus principios, con el grupo de teatro de su pueblo, Talamanca del Jarama, ‘Armántica’. Sus primeras representaciones, incluso en la casa del cura, donde. representaron Agnes de Dios, algo impensable hoy día. Se pregunta: ¿Qué hemos hecho con la libertad?". Se ríe rememorando las giras de ese grupo de jóvenes de los años 80 subidos a un tractor.
Tantos estrenos, como por ejemplo La dama del Alba, La tejedora de sueños de Buero Vallejo, El abanico de lady Windermere o la importancia de llamarse Wilde, versión de Ana Diosdado en La Latina, o Las de Caín de los hermanos Álvarez Quintero, que estuvo en cartel 18 meses.
Cuenta en el reportaje que compró esta casa, que ha abierto en exclusiva a Libertad Digital, con 18 años, cuando era empleado de banca y todavía hoy la tiene hipotecada por sus producciones: "Quien venga al teatro a hacerse millonario que se vaya. Con no arruinarte…". En las estanterías perdemos la cuenta de los premios que ha recibido.
Para él "el hecho teatral es de todo menos un acto intelectual", "los escenarios y los ensayos dan vida", nos dice. Es el primero que se expone y juega con los actores. Vitalista, alegre, generoso, receptivo, un hombre lleno de ganas y emoción. Juan Carlos es un creador sin prejuicios, de gran intuición, arriesgado, que ama el teatro español y que se tuvo que enfrentar al sectarismo de la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, cuando dirigía el Teatro Español.
Hace unos meses fue elegido por el Ayuntamiento de Madrid para dirigir el Teatro Fernán Gómez, el Centro Cultural de la Villa, y hasta este espacio traerá a Cela, a Nieva, a Carlos Arniches, a la Pardo Bazán, a Zorrilla o a Kafka.
Hasta el día de hoy nos han abierto las puertas de sus bibliotecas, entre otros, Antonio Escohotado, Luis Alberto de Cuenta, Alaska, Sánchez Dragó, Amando de Miguel...