
Reunión entre el sindicato UGT y el partido independentista catalán Junts. El encuentro se llevará a cabo el próximo lunes en Bélgica y participarán el prófugo Carles Puigdemont y los sindicalistas Pepe Álvarez y Camil Ros, el jefe del sindicato en Cataluña. La intención de Álvarez y Ros es convencer al dirigente golpista de las bondades de la reducción de la jornada laboral y que se sume a la propuesta con los siete votos en el Congreso que monitoriza desde su mansión en Waterloo.
El viaje tiene una especial trascendencia pues se produce después de que Pedro Sánchez deslizase en la copa de Navidad de Moncloa que pondera reunirse con Carles Puigdemont, que permanece prófugo de la justicia española y pendiente de que el Tribunal Constitucional resuelva los recursos contra la ley de amnistía.
Álvarez ejercerá un papel similar al de José Luis Rodríguez Zapatero, el de una especie de embajador con Puigdemont, cada vez más tenso por su situación procesal (el cargo de malversación, que acarrea cárcel y no es amnistiable, le retiene en Bélgica) y porque constata día sí y día también que Sánchez no tiene problema alguno en cargar contra los jueces, pero sólo por los casos que le afectan a él.
Además, entre la UGT y Puigdemont hay una cuenta pendiente. Las relaciones eran magníficas durante el proceso separatista y la UGT fue uno de los sindicatos convocantes de la huelga general del 3 de octubre de 2017, dos días después de la asonada en forma de referéndum ilegal. Pero en la última campaña de las municipales, Matías Carnero, el presidente del sindicato en Cataluña y un hombre de prestigio en el sector de la automoción, arremetió contra el prófugo en un mitin del PSC.
El maletero de la fuga
Carnero afirmó que "Puigdemont se fue llorando en un maletero, no sé si cagado o meado". La arremetida obligó al PSC de Salvador Illa a pedir disculpas a Puigdemont, a quien le duelen e irritan especialmente las alusiones a las circunstancias de su huida de España.
Álvarez pretende, con el apoyo del secretario general de Cataluña, Ros, un independentista procedente de ERC, pasar página de incidente con Carnero y restaurar las relaciones con Junts, con cuyo líder se ha abierto a hablar no sólo de la reducción de la jornada laboral sino de más cuestiones, según ha expresado recientemente en Cataluña.