El director general de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha levantado la suspensión de empleo y sueldo que pesaba sobre uno de los agentes de la policía autonómica investigados por la fuga de Carles Puigdemont del pasado 8 de agosto, cuando el líder golpista se presentó en Barcelona, dio un mitin y desapareció del radar policial hasta reaparecer en su mansión de Waterloo.
Se trata del mosso propietario del vehículo blanco conducido por una mujer que utilizó Puigdemont para abandonar la zona del Arco del Triunfo delante de seiscientos agentes de la policía autonómica catalana. Un recurso del abogado ha dado pie a que Trapero, el exjefe policial de los Mossos y ahora cargo político del 'Govern', levante la suspensión de empleo y sueldo, que se había determinado sobre este y otros dos agentes investigados por los mismos hechos, hasta que se resolviera su situación judicial.
"Traición a su deber"
Sin embargo, Trapero ha consignado en el expediente del mosso que "casos como el presente, con la atribución penal a un funcionario policial de hechos como los que son objeto de las diligencias previas seguidas judicialmente rompen la relación de confianza con la Administración a la que pertenece el funcionario (el cuerpo de Mossos d'Esquadra) porque son muestra de su traición a su deber y al compromiso adquirido con la sociedad a la que debería servir y ocasionan un grave perjuicio a la Administración".
Ha sido el digital independentista Vilaweb quien ha revelado la medida de Trapero, que interpreta en clave de castigo por el tono del expediente y porque ha decidido trasladar al agente desde un centro de prisiones en Barcelona en el que cumplía servicio a la comisaría de los Mossos d'Esquadra en el Aeropuerto de El Prat, infraestructura cuya seguridad dependerá en exclusiva de la Generalidad tras el traspaso acordado con el Ministerio del Interior.
Su coche y una amiga
Según la defensa del mosso, el coche en el que huyó Puigdemont es suyo pero se lo había cambiado por otro a una amiga, aunque no habían realizado el cambio de titularidad. Y esta amiga es la que supuestamente conducía el vehículo. Otro de los argumentos es que en aquel momento el policía estaba de baja, situación en la que llevaba desde hace casi dos años. Según la información del citado digital, el hombre se había reincorporado hace poco y prestaba servicio en una cárcel de Barcelona.
En el plano judicial, el agente está acusado de un delito de encubrimiento en la causa que se lleva en el juzgado de instrucción número 24 de Barcelona. Los otros dos agentes a los que Trapero todavía no les ha levantado la suspensión de empleo y sueldo son investigados en el mismo juzgado.