
Nuevos datos siguen confirmando la implicación directa de Pedro Sánchez en las actividades de la trama del PSOE. Y, en especial, en todo lo que tiene que ver con las relaciones con Venezuela, la "engrasadora" de negocios, tal y como afirmó Víctor de Aldama. Los últimos datos aportados a la causa confirman que Sánchez ordenó a Fernando Grande-Marlaska gestionar una "zona Schengen" para que no se detuviera a la narcodictadora Delcy Rodríguez al llegar a España. La misma que se iba a reunir con todo el Gobierno, incluido Pedro Sánchez, para tratar negocios y contratos.
La Policía sabe lo que significa gestionar una zona Schengen: "Significa definir una zona de libre circulación, sin restricción de visados ni permisos de residencia. Es decir, que se habría ordenado crearla dentro del aeropuerto para que personas ajenas a la UE pudieran desembarcar y moverse sin restricción dentro de esa zona". El problema que tuvieron fue que ella exigió moverse y entrar en España. Es más, exigió llamar al propio Pedro Sánchez para dejar clara su exigencia. "Delcy tenia prohibida la entrada en la UE. Pero con una zona Schengen podía moverse dentro de ese espacio", explican las mismas fuentes policiales.
La información procede de Víctor de Aldama y significa que la implicación del Gobierno en la visita era plena. Plena hasta el punto de que Exteriores conocía la visita, Presidencia también, Interior por supuesto, y todo el resto de ministros porque se había cerrado una agenda de encuentros entre ellos y la mano derecha del narcodictador Nicolás Maduro.
La nueva información confirma, además, el famoso whatsapp de Pedro Sánchez que autorizó la llegada de la narcodictadora Delcy Rodríguez. Porque aquel cruce de mensajes no fue un mero trámite informativo, como ha señalado el receptor del mensaje y ex número dos en todo del presidente, José Luis Ábalos. Víctor de Aldama había preparado con Delcy hasta el último detalle de un viaje en el que la mano derecha del tirano Nicolás Maduro iba a verse con el propio presidente y con cada uno de los ministros implicados. Y eso requería de una coordinación al máximo nivel.
Aldama, de hecho, esperó a tener el OK presidencial para confirmar con su invitada la visita. Es más, Aldama recibió garantías de Ábalos de que todo estaba ya en marcha y que no habría problemas. Y los ministros no improvisan agendas, lo que quiere decir que tuvo que haber una comunicación a todos los afectados para que se reunieran con la dictadora venezolana. Aldama no sólo mantiene su versión sino que quiere aportar más información sobre la visita de Delcy Rodríguez a España con permiso de Pedro Sánchez.
Aldama siempre ha sostenido que esa visita es una de las pruebas de la enorme implicación del Gobierno en la trama. Ábalos ha negado todos los detalles. Y Aldama ha respondido reclamando la visualización de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del aeropuerto de Barajas para que se pueda apreciar el clima de cordialidad con Delcy Rodríguez, la presencia de Ábalos y Koldo y hasta la suya propia. Pero esas imágenes pueden dar más pruebas. El vídeo debe estar minutado por tratarse de cámaras de seguridad, lo que implica que una de las llamadas podría confirmarse, incluso, en el móvil presidencial.
La llamada en cuestión es la que exigió Delcy Rodríguez para aclarar qué estaba pasando cuando, tras llegar y haber sido autorizada por el propio Sánchez con aquel famoso mensaje —ya judicializado— de "bien", después de que Ábalos le confirmara la llegada de la narcodictadora, resultó que el miedo a filtraciones se apropió de los presentes y pretendieron que el aparato siguiera rumbo, incluso con pilotos militares españoles, y que antes se resolvieran las gestiones dentro del jet en el que viajaba ella.
Delcy no aceptó, esgrimió que su visita había sido autorizada por Sánchez, que así se lo había confirmado Aldama y que Aldama había recibido esa confirmación directamente de Ábalos. En ese momento hubo una supuesta llamada al móvil de Pedro Sánchez para confirmar los extremos del viaje. Y tras esa llamada -que se habría realizado desde el avión de la dictadora venezolana y entre Ábalos y Sánchez-, Delcy bajó de su avión y accedió a suelo español.
La visita en cuestión tuvo que contar con comunicación a todos los ministerios implicados, porque el plan de trabajo para toda la semana incluía a todo el Gobierno, sin excepción del presidente. De hecho, Libertad Digital ha publicado los contratos de alquiler de una villa de lujo en la mejor zona de Madrid por más de una semana para que Delcy pudiera abordar todas sus reuniones.
Y hay que recordar que ya se conocen las anotaciones de Aldama donde se confirmaba la presencia de los "M" [ministros] y, en especial, del ministro de Sanidad. Pero Exteriores e Interior estuvieron informados de la visita, como acredita el sumario, y otros ministerios como Industria (implicado en las negociaciones de la licencia de Villafuel, Transición Ecológica —fue el aval definitivo de la citada licencia de Villafuel—, Economía o Hacienda (participaron en el rescate de Air Europa tras ser declarada la aerolínea aliada estratégica de Venezuela) tuvieron que tener conocimiento obligatorio de la visita porque le fue confirmada a Delcy tras el OK presidencial, tal y como sostiene la versión de Aldama.
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