
El Rey Felipe VI ha pronunciado un discurso este lunes en el monasterio benedictino de Montserrat, uno de los símbolos del catalanismo, en el que ha pedido "constancia" para renunciar "a los discursos totalitarios, las identidades excluyentes, los prejuicios, los extremismos y las pretensiones de superioridad moral".
Los Reyes han presidido la conmemoración del milenario, que ha dado comienzo con la intervención del abad de la Basílica papal de San Pablo Extramuros del Vaticano, Donato Ogliari, que ha hablado sobre "Los valores benedictinos como fundamento de la paz en la geopolítica mundial". A continuación, el comisario del milenario, Bernat Juliol ha moderado un coloquio entre Ogliari, el abad de Montserrat, Manel Gasch y el abad-presidente de la "Congregazione Sublacense Cassinese", Ignasi M. Fossas, sobre la misma cuestión.
Tras ese coloquio, el Rey se ha dirigido a los asistentes en catalán y en español y además de instar a renunciar a los discursos totalitarios ha señalado que "la comunidad de Monserrat es un gran punto de encuentro de nuestra cultura: de la cultura catalana, española y europea. Su valor simbólico trasciende su enorme dimensión religiosa. Europa entera se nutre de esa tradición de acogida, conocimiento y aprendizaje".
El Rey ha destacado además la vinculación de la monarquía con el Monasterio de Montserrat: "Cuando hemos traspasado el umbral de esta basílica, lo hemos hecho con la conciencia clara de su gran simbolismo y del peso de la historia: de lo que significa su milenario, pero también del vínculo entre este Monasterio y la Corona, encarnado en las visitas de tantos reyes y reinas, desde Jaume I el conquistador hasta los Reyes Católicos y el emperador Carlos V, o mis bisabuelos y mis padres. Hoy, nosotros lo hacemos por primera vez también como Reyes". Don Felipe y doña Letizia visitaron el cenobio en 2011 siendo príncipes.
El presidente de la Generalidad, Salvador Illa, el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Jordi Hereu, el delegado del Gobierno, Carlos Prieto, y la alcaldesa de la localidad de Monistrol de Montserrat, Núria Carreras, han acompañado a los monarcas en su visita al monasterio.
Frustración separatista
Por su parte, el independentismo ha cosechado un devastador fracaso en su convocatoria para reventar la visita de los Reyes. Sólo medio centenar de personas ha respondido a la llamada de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) de Lluís Llach. Sin embargo, ha habido momentos de cierta tensión con los Mossos d'Esquadra por la hostilidad de los convocados, en su mayoría jubilados.
Tanto el líder de Junts, Carles Puigdemont, como el de ERC, Oriol Junqueras, han cargado contra la visita del Rey.
El prófugo Puigdemont ha asegurado en la red social X que "La autoinvitación de los reyes españoles a Montserrat es una provocación, y lo saben. Es parte del plan para españolizar el país, y son conscientes tanto en Madrid como a ambos lados de la plaza de Sant Jaume, que colaboran con entusiasmo. Por eso no quieren que el Borbón se incomode y por eso han ordenado seguir reprimiendo. Que la hoguera de Sant Joan de esta noche queme, con la llama que ha bajado del Canigó, el colchón inmenso que nos quieren poner encima".
Junqueras, por su lado, ha señalado en la misma red social que "la visita del rey a Montserrat es una falta de respeto a Cataluña. La monarquía representa una institución caduca e impuesta que nunca se ha sometido a la voluntad popular. Hoy más que nunca, rechazamos ese gesto y defendemos con firmeza que nuestro país tiene derecho a avanzar con libertad, lejos de una figura que sólo perpetúa privilegios y desigualdades".