
Los socios de coalición acaban de obtener el visto bueno del Congreso a la celebración de unas Jornadas Parlamentarias en defensa del cierre de las nucleares, el nuevo tema de fricción entre el PSOE y Sumar mientras el Consejo de Seguridad Nuclear prepara su dictamen sobre la prórroga de la central nuclear de Almaraz, que las eléctricas quieren operar hasta junio de 2030.
Los preparativos de Sumar para estas jornadas coinciden con la campaña en Extremadura, en el que el futuro de Almaraz es un asunto central. Aunque en el Congreso el PSOE siga votando contra la prórroga y el Gobierno haya optado por hablar lo menos posible del asunto, allí los socialistas sí defienden abiertamente que la central siga abierta y garantice la pervivencia de más de 4.000 puestos de trabajo y el futuro económico de la comarca. El candidato socialista, Miguel Ángel Gallardo, ha tenido que justificar ahora y en el pasado la esquizofrenia del partido en este asunto, un tema que complica su campaña y que se suma al de su imputación en el caso del enchufe al hermano de Pedro Sánchez.
Las jornadas de Sumar se celebrarán el próximo mes de febrero y aspiran a contar con la presencia del ministro Ernest Urtasun, de parlamentarios del partido, como la portavoz, Verónica Barbero, de entidades ecologistas, de asociaciones de energías renovables y de representantes sindicatos (aunque cabe recordar que en este tema UGT y CCOO se han alineado inequívocamente contra el cierre) y también aspiran a contar con diputados del "bloque de investidura", entre los que citan a Bildu, ERC, BNG o PSOE para una mesa titulada "El papel de los grupos políticos en la transición energética".
Desde que arrancó con más fuerza el debate de la prórroga, Sumar ha venido clamando contra esa posibilidad señalando que en su día entre los acuerdos con el PSOE estaba el del cierre nuclear.

