Los afrancesados no eran de izquierdas
La homilía dominical de Pedro Jota tenía ayer un interés especial por su agudo comentario en torno a la celebración del dos de mayo por parte del gobierno socialista.
En efecto, regalar el librito de Artola a los periodistas, como hizo M.T. Fernández etcétera la semana pasada, es como si el presidente del Barça regalara a sus socios la enciclopedia de grandes hazañas del Real Madrid, o sea, una chorrada.
El problema de la vice es que comparte con su jefe una ignorancia insondable sobre la historia contemporánea española. Al parecer, ambos piensan, y con ellos el PSOE en pleno, que la guerra de la independencia fue un conflicto entre los progresistas (afrancesados, partidarios de Napoleón) y los reaccionarios (curas y gente inculta, partidarios de los borbones). Es un nuevo ejemplo de interpretación de la Historia en clave de la lucha de clases, pero más tosco de lo habitual.
La realidad es que los afrancesados no eran de izquierdas, como pretenden los zetajeros, aunque sólo sea por el simple hecho de que el concepto de izquierda política no estaba ni siquiera esbozado en nuestro siglo XVIII.
Entre los afrancesados predominaban los funcionarios obligados a "afrancesarse" bajo la amenaza de perder el puesto, y cierta oligarquía oportunista que se arrimó a las ascuas bonapartinas pensando que la victoria francesa era inevitable. Aún más, cuando el ejército francés fue finalmente rechazado, casi todos volvieron poco a poco del exilio, disculpando su pasado bonapartista con el expediente de que era la única forma posible de no entregar todo el poder a un gobierno extranjero (una de las tesis del libro de Artola). Por otra parte, hubo un gran número de ilustrados preminentes que rechazó aceptar la constitución de Bayona y entrar a formar parte del gobierno afrancesado. ¿Ha oído la vicepresidenta hablar de Jovellanos? Por supuesto que no. Ni falta que le hace.
Pero yo quiero ir más allá y traer a colación otro elemento estructural que explica el neoafrancesamiento de nuestros socialistas. La guerra contra Napoleón fue un fenómeno patriótico, en que el bajo clero y la gente humilde defendió la integridad de la Nación española frente al invasor.
Si nuestros gobernantes actuales no creen en la nación española y eso del patriotismo les parece nada más que un residuo franquista, se entiende perfectamente que traicionen la memoria de sus antepasados situándose en el bando antipatriota doscientos años después de la gesta. En eso, la vice y su jefe son perfectamente coherentes.
En efecto, regalar el librito de Artola a los periodistas, como hizo M.T. Fernández etcétera la semana pasada, es como si el presidente del Barça regalara a sus socios la enciclopedia de grandes hazañas del Real Madrid, o sea, una chorrada.
El problema de la vice es que comparte con su jefe una ignorancia insondable sobre la historia contemporánea española. Al parecer, ambos piensan, y con ellos el PSOE en pleno, que la guerra de la independencia fue un conflicto entre los progresistas (afrancesados, partidarios de Napoleón) y los reaccionarios (curas y gente inculta, partidarios de los borbones). Es un nuevo ejemplo de interpretación de la Historia en clave de la lucha de clases, pero más tosco de lo habitual.
La realidad es que los afrancesados no eran de izquierdas, como pretenden los zetajeros, aunque sólo sea por el simple hecho de que el concepto de izquierda política no estaba ni siquiera esbozado en nuestro siglo XVIII.
Entre los afrancesados predominaban los funcionarios obligados a "afrancesarse" bajo la amenaza de perder el puesto, y cierta oligarquía oportunista que se arrimó a las ascuas bonapartinas pensando que la victoria francesa era inevitable. Aún más, cuando el ejército francés fue finalmente rechazado, casi todos volvieron poco a poco del exilio, disculpando su pasado bonapartista con el expediente de que era la única forma posible de no entregar todo el poder a un gobierno extranjero (una de las tesis del libro de Artola). Por otra parte, hubo un gran número de ilustrados preminentes que rechazó aceptar la constitución de Bayona y entrar a formar parte del gobierno afrancesado. ¿Ha oído la vicepresidenta hablar de Jovellanos? Por supuesto que no. Ni falta que le hace.
Pero yo quiero ir más allá y traer a colación otro elemento estructural que explica el neoafrancesamiento de nuestros socialistas. La guerra contra Napoleón fue un fenómeno patriótico, en que el bajo clero y la gente humilde defendió la integridad de la Nación española frente al invasor.
Si nuestros gobernantes actuales no creen en la nación española y eso del patriotismo les parece nada más que un residuo franquista, se entiende perfectamente que traicionen la memoria de sus antepasados situándose en el bando antipatriota doscientos años después de la gesta. En eso, la vice y su jefe son perfectamente coherentes.
Le doy las gracias por artículos como este. En estos tiempos de confusión da gusto leer algo que se entiende y que tiene sentido. El pueblo, o mejor dicho, cada individuo tenemos nuestro tenemos nuestras convicciones, nuestro sentido común y nuestro corazón. El dos de Mayo, todo un pueblo formado por personas individuales, sin estar guiados ni influenciados por elites, pero si guiados por lo que se sienten miembros de una comunidad, de un estilo de vida y forma de ser. Nación, patria o como le queramos llamar pero el dos de Mayo demuestra lo que existía. Hoy vemos a una élite (PSOE, Nacionalistas Periféricos y PP) que no creen en la nación, que piensan que a la gente se le puede estar manipulando continuamente y dirigiendo como a borregos. Mi esperanza es que hoy en día, en un escenario tan distinto (sin Díos, sin Patria y sin Rey) sustituidos por los la tv basura, los conceptos débiles de la cultura y ZP; podamos también revelarnos contra todos estos falsos dioses que nos condicionan y no nos dejan ser libres y pensar como realmente queremos pensar. Ya esta bien, ¡VIVA INTERNET! Abajo la partitocracía. Queremos LIBERTAD
Resulta curioso el sesgo benéfico que se le da al término ‘afrancesado’. Porque veamos, supongo que el primera afrancesado de hecho fue el propio Fernando VII, Rey felón. Después de todo, fue quien animó en su estupidez la conquista de España por los franceses, facilitó su abdicación a manos de un francés, vivió relajado en Valençay en la Francia profunda, bailando minués franceses, incluso se cuenta que ofreciéndole el culo a un guapo oficial francés que lo custodiaba. Recibía puntualmente una sustancial pensión del emperador francés. Y nunca olvidó celebrar las victorias francesas sobre los ejércitos españoles en empalagosas y abyectas cartas a Napoleón. También fue muy afrancesado en su hostigamiento contra liberales y constitucionalistas españoles tras la restauración. Persecución que habían impulsado originalmente y con saña los afrancesados durante la ocupación al servicio del invasor francés. Afrancesados colaboracionistas y Rey felón compartían igual cólera contra liberales. ¿Quiénes fusilarían mas liberales y constitucionalistas españoles?¿los afrancesados o Fernando VII?. Se lo preguntaré a De la Vega. Yo animaría a una cuestación popular para una escultura proclamando al rey felón el primer y mas insigne afrancesado de la historia por meritos propios, y luego se la instalaría a De la Vega en el jardín de su casa-chabola de Valencia. Así, si invita a una horchata a Almudena Grandes podrán emocionarse juntas plenas de turbación imaginando esos liberales fusilados todas las mañanas por los franceses y delatados previamente por sus admirados afrancesados.
No solamente no eran de izquierdas, sino que pasaban de las "realidades nacionales". Sobre este tema hay un enlace interesante en: http://www.debate21.com/articulos_7447.html
Y si la Vice se llega a enterar de que al movimiento popular contra los franceses se le ha llamado siempre el ALZAMIENTO NACIONAL, denominación luego copiada en el siglo XX por Franco...
buenas tardes. menos mal que llego el dos de mayo,para echar al rey felon a su hijo y a todos los afrancesados que son los progres que tenemos en estos momentos y depaso a los gabachos. encuentro faltar cuando serrefieren al dos de mayo los nombrs de dos militares que dieron su vida en ese glorioso alzamieento nacional,son churruca y gravina
¡Hola! Me parece que olvidáis que a Z y a la izquierda no les gusta el Dos de Mayo porque no sólo tienen una aversión total al patriotismo, sino también al pueblo llano al que dicen representar; detestan sus costumbres, casi todas enraizadas en el catolicismo, y en un sentimiento natural de amor a España, que según ellos, los alejan del ideal progresista. Lo curioso es que los progres, cuando gobiernan, no facilitan al pueblo llano una educación que le permita superarse social, personal y culturalmente para saber de verdad lo que es la libertad. Les dan un sucedáneo, eso si, sin que se esfuercen mucho, que lo del sacrificio es cosa de curas; y así después se tragarán cualquier cosa. Si ahora sale Z diciendo que Napoleón era un férreo enemigo de Franco y de Hittler y que estar de su lado era lo democrático, se lo tragan, os digo que se lo tragan. Lo triste es que parte de este pueblo despreciado, se siente identificado con la élite socialista, les llama "los nuestros". Pero bueno, también Napoleón era hijo de la Revolución Francesa y acabó convirtiéndose en emperador ¿?