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Menos mal que quedan al menos dos hombres en Murcia

  

El otro día, durante una comida de colaboradores del periódico "La Opinión" de Murcia, le dije a su directora que lo único que tenía que afearle al empresario Jesús Samper, gran bestia negra de cierto regionalismo "chipirrín", polémico propietario del Real Murcia club de fútbol y posible inversor de la operación "Paramount" (por la que la productora hollywoodense tendría un parque temático en la Región) es que la única vez que me convidó a cenar sólo se estiró para que nos trajeran una mísera tortilla a la francesa. Y eso que eran los tiempos de la alegría inmobiliaria. A qué no me invitaría ahora.

-Bueno, pero esa sobriedad también la observa con él mismo -me contestó la directora.

Entonces no tengo nada que alegar. Jesús Samper, al frente del grupo promotor "Santa Mónica", fue el único que quiso quedarse con el primer club de fútbol de la Región cuando se pidió a los empresarios murcianos que levantaran el dedo. Como acostumbradamente, el empresariado murciano cree que haciendo proclamas al murcianismo para el cuello de la camisa tenemos para pasar el invierno. El empresariado murciano, salvo escasísimas excepciones, sólo acude al llamado y al olisque de la subvención oficial, en una especie de filantropía de signo inverso: consideran que la obra social no la deben hacer ellos, sino que el poder político (o sea, el sendero más corto que lleva hacia nuestro bolsillo) la debemos hacer con ellos. Son emprendedores en tanto en cuanto la emprenden, y muy duro, con el presupuesto público. No están muy alejados del sentir "sindicata" (nada de extraño que el mismo moderno edificio acoja a los empresarios de Murcia y a la UGT regional, organizaciones ambas en las que las puertas de acceso podrían ser perfectamente intercambiables).

Con lo del asunto "Paramount", un exitazo para su audaz conseguidor, el consejero de Kultur Pedro Alberto Cruz, y la mejor noticia económica para la Región desde el "crack" del ladrillo, ha vuelto a repetirse la vergüenza para los supuestos líderes económicos regionales. Cuando se trata de dar la cara de verdad por la Región la única que aparece es la que está de guardia para estas cosas, y que no es de la Región: Jesús Samper. Sí, el mismo empresario que llevaba en el capirote una leyenda labrada por algunos políticos murcianos de vuelo gallináceo, que decía así: "antimurciano". El monto de dinero amasado por un puñado de avispados en Murcia es bestial, indescriptible, practicamente ingastable por muchas vidas que se vivieran. Cuando esos avispados son convocados por el Gobierno Regional para que estudien una inversión importante, de interés estratégico, siempre responden lo mismo: que el dinero será suyo si se gana en la operación, y si no se gana, el dinero será el que pongamos los ciudadanos, vía aval de la Comunidad Autónoma, ya que ellos entonces no piensan pagar. El clásico chalaneo de la tierra. El duro a cuatro pesetas.

Y eso que se hablaba de la modernización del empresariado murciano. El empresariado moderno venía a reformar la Región y lo peor de la Región les ha reformado a ellos. Y por aquí llamaban "especulador" a Samper, quien, de nuevo, es "the last man standing", el último hombre en pie cuando los especuladores aborígenes han huido, una vez que han oído que se trataba de poner algún duro que de verdad fuera de ellos, no juergueado del presupuesto de todos.

Postdata: Un periódico regional sacaba esta semana en portada, como si fuera un enemigo público, al diputado en Cortes sr. don Arsenio Pacheco Atienza, al que el Supremo quiere juzgar por haber dado positivo en un control de alcoholemia, esa prueba de que la derecha bebe para olvidar lo que Zapatero está haciendo con España. Nada me importan los vagos restos de una copa de "Carchelo" en un aliento noble. Sé decir de Pacheco que es de los hombres que más ha hecho por la región y por su dignidad, gracias a su voto parlamentario (o a la valiente ausencia de él, en flagrante quebrantamiento de la vergonzante disciplina de grupo) desde que se instituyó como Comunidad Autónoma. Un benefactor. Un hombre que, cuando el Destino lo requirió, supo estar justo en el sitio y haciendo lo que debía, no lo que le decían. A ver cuántos podemos decir lo mismo. En el periodismo actual no puede decirse que haya muchos de ésos. 

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comentarios
1 peabody, día

Nunca he entendido la manía que le han cogido los progres a Samper. Vino, se quedó con el Murcia, invirtió y ha ganado dinero.....creo. Lo que sí podemos reprocharle los aficionados al fútbol es que haya dilapidado tanto dinero en hacer equipuchos. Pero solo los aficionados al fúnbol. Y por otro lado...¿cual es ese periódico regional que la ha emprendido contra el PP?. ¿Es uno que haya suceda lo que suceda siempre saca en portada algo del caso Gurtel, aunque no venga a cuento?, ¿uno que dicen que es de derechas?

2 AnkHor, día

Estimado don Jose Antonio, Pacheco se llamaba también aquél alcalde que dijo que en España la Justicia era un puro cachondeo. Y el tiempo, como el más justo de los jueces ha terminado por darle la razón. Aunque yo emplearía otra palabra menos jocosa para definir a ciertos elementos de la Justicia como el prófugo inventor de la prevarigarzón, celoso custodio de la receta del faisán a la vizcaína, que ésta noche la cadena amiga de Intereconomía se ha atrevido a publicar. Ruego a todos que no se lo cuenten a don Pablo, pero como no dispongo de dispositivo de grabación, me he visto obligado a elegir y la verdad es que el faisán estaba para chuparse los dedos. Y otra más, anoche tampoco vi a don César, pues teníamos a don Federico bregando para remojar a un gato y tampoco me pude resistir a verlo. ¡Hala, ya me he confesado!.... Joer qué alivio.

3 hsegurae, día

Tiene usted mucha razón, D. José Antonio. El empresario murciano suele ser el que vendió sus tahullas a cambio de unos pisitos, y luego fue a más en el chanchulleo terrenal. No han desdeñado ninguna subvención ni ayuda, y se jactan de conocer consejeros y alcades, siempre para pedir, pocas veces para dar, sobre todo si no hay beneficio o hay riesgo. Lamentable. A ver si aprenden de una vez nuestros políticos, y dejan de mirarse tanto el ombligo. Bravo por Samper y su ilusión por Murcia. A ver si toman nota "los del mercedes"

4 davruros, día

Estimado Sr. Abarca: Ya sé que el mal de muchos es consuelo de tontos, pero no crea que lo que pasa con el empresariado murciano es un caso especial. Ya Adam Smith dijo que los empresarios no son en absoluto amigos del liberalismo, el libre mercado y la competencia, sino que están más por el compadreo, el chalaneo, la colusión y, sobre todo y ante todo, por ver qué tajada de dinero público se pueden llevar, especialmente en España. Es muy lamentable, pero es verdad, los empresarios españoles están más pendientes de las subvenciones que salgan en el BOE que de hacer buenos estudios de mercado y aventurarse. Muchas veces pienso que la definición de empresario como aquel que emplea capital y trabajo en búsqueda de lucro "a su riesgo y ventura" es un puro sarcasmo, puesto que no hay un solo empresario que no esté más preocuapdo de hacerse con un colchón de dinero de los impuestos que de ninguna otra cosa. El riesgo y ventura lo corremos siempre los que pagamos impuestos. En fin, mal remedio tiene. Un saludo.