Sentencias didácticas
Creo que existe unanimidad (una "gran unanimidad" que diría el presidente Murciano) en que Federico Jiménez Losantos es, hoy por hoy, la persona más insultada de España.
Un juez expresó públicamente su deseo de que los terroristas que atentaron contra él hubieran apuntado unos centímetros más arriba, al corazón para ser más exactos.
La TV3 programó un ¿documental? en el que un ex-terrorista catalán justificaba el atentado contra FJL.
El director de la Cadena SER le incluyó hace poco en un selecto grupo al que dedicó los más feroces epítetos, la mayoría de ellos de connotaciones sexuales.
En los editoriales del periódico El País se le han propinado los más diversos insultos, los últimos en el reciente número en que celebraban la sentencia que le condena por "menoscabar el honor de la familia Zarzalejos". Es el mismo periódico que se refirió a la mujer de Gómez de Liaño como "su barragana" y el mismo también en el que escribe una simpática columnista que llamó a los votantes del PP "hijos de puta".
En los mítines del PSOE durante el tardofelipismo, González y Guerra levantaban aullidos de satisfacción cuando se referían a FJL en los términos más denigrantes.
Actualmente existen pocos columnistas y opinadores de izquierdas que no hayan vejado a FJL en alguno de sus artículos o intervenciones públicas.
Pues bien, el que tiene que indemnizar a los demás es precisamente el que lleva soportando en su breve, pero sólida, espalda semejante catarata de injurias desde hace más de una década.
En efecto, como dice Bermejo, la sentencia es didáctica. Es una sentencia que distingue a quienes pueden insultar impunemente ("los buenos"; la izquierda) de los que tienen que soportar estoicamente las vejaciones sin ejercer la más mínima réplica ("los malos", la derecha). En la próxima reunión de LD voy a proponer abrir una suscripción pública para tener un fondo de reserva con que pagar las indemnizaciones que seguramente nos van a imponer los juzgados a partir de ahora (no se asusten, es broma). Porque ni FJL ni quienes hacemos LD estamos dispuestos a cercenar ni una milésima de milímetro la libertad de expresión a que tenemos derecho, no porque nos la conceda ZP ni la constitución, sino porque es un atributo del ser humano decente. De eso puede estar todo el mundo seguro.
Un juez expresó públicamente su deseo de que los terroristas que atentaron contra él hubieran apuntado unos centímetros más arriba, al corazón para ser más exactos.
La TV3 programó un ¿documental? en el que un ex-terrorista catalán justificaba el atentado contra FJL.
El director de la Cadena SER le incluyó hace poco en un selecto grupo al que dedicó los más feroces epítetos, la mayoría de ellos de connotaciones sexuales.
En los editoriales del periódico El País se le han propinado los más diversos insultos, los últimos en el reciente número en que celebraban la sentencia que le condena por "menoscabar el honor de la familia Zarzalejos". Es el mismo periódico que se refirió a la mujer de Gómez de Liaño como "su barragana" y el mismo también en el que escribe una simpática columnista que llamó a los votantes del PP "hijos de puta".
En los mítines del PSOE durante el tardofelipismo, González y Guerra levantaban aullidos de satisfacción cuando se referían a FJL en los términos más denigrantes.
Actualmente existen pocos columnistas y opinadores de izquierdas que no hayan vejado a FJL en alguno de sus artículos o intervenciones públicas.
Pues bien, el que tiene que indemnizar a los demás es precisamente el que lleva soportando en su breve, pero sólida, espalda semejante catarata de injurias desde hace más de una década.
En efecto, como dice Bermejo, la sentencia es didáctica. Es una sentencia que distingue a quienes pueden insultar impunemente ("los buenos"; la izquierda) de los que tienen que soportar estoicamente las vejaciones sin ejercer la más mínima réplica ("los malos", la derecha). En la próxima reunión de LD voy a proponer abrir una suscripción pública para tener un fondo de reserva con que pagar las indemnizaciones que seguramente nos van a imponer los juzgados a partir de ahora (no se asusten, es broma). Porque ni FJL ni quienes hacemos LD estamos dispuestos a cercenar ni una milésima de milímetro la libertad de expresión a que tenemos derecho, no porque nos la conceda ZP ni la constitución, sino porque es un atributo del ser humano decente. De eso puede estar todo el mundo seguro.
D. Pablo: Vaya preparando 100.000 euros para pagar el "honor" de la "miembra" "de apellido diminutivo pero satisfactorio". Hacía mucho que no me reía tanto. Gracias.
Pues a mi lo de la suscripción pública me parece muy bien, no sólo para pagar indemnizaciones, sino también para interponer demandas contra los que os insultan. No siempre comparto vuestras opiniones pero cada vez que uno de los "buenos" con derecho a insultar, lo hace, me siento agredida; no sólo insultan a las personas, sino también a la libertad que deberíamos tener para expresar nuestras ideas y principios. ¿O es que deberíamos aprender, portarnos "bien" y ser sumisos como quiere el zafio de Bermejo?
Por favor, no dejen de hacer lo del fondo común en LD. Pónganos un número de cuenta en la web a los lectores y contribuiremos encantados. Mucho ánimo y un abrazo.
Hombre Pablo, tu ya sabes como entiende una mayoría de la izquierda la libertad de expresión: "para mi todo, para los demás, mientras no molesten, sino demanda.". No es el primer caso el de Federico, aquí en España los menesterosos de la SGAE han conseguido indenmizaciones de bloggers por comentarios en contra de "su honor" en blogs. Además, los jueces lo aplican según conviene. Sólo hay que ver el Progre5 como se insultan y se especula con la vida de los famosos y no pasa na. Pero vamos, es la carnaza que vende. Seguro que ninguno de estos jueces tan sensibles con el honor de las personas se atreve meterle un puro a la Noria, al Tomate o A qué está pasando.
No es ninguna tontería lo del fondo. A mi me gustáis sueltos, no agarrotados por la didáctica chekista contra la libertad que promueven nuestros tribunales coránicos. Yo, aun, puedo aportar unos 50 euros para ese menester. Lo mismo en septiembre solo son 10. Animo.
Hay sentencias que son un verdadero blasón, y otras que son baldones teóricamente vitalicios. Pues bien, estamos en la Villa Beodez: el ratón persigue al gato y el bandido juzga al juez. Llevamos una temporada extraordinaria: los Albertos, las dos sentencias contra FJL, De Juana, la dama esa que se quiere hacer inseminar a los 47 (supongo que paga el Estado español, o sea, todos nosotros), y más que hay. La idea de un nuevo partido y la de un aporte para cumplir la sanción son buenas ideas. A ver si de verdad salen adelante. Alguien tendrá que hacer algo alguna vez, se supone.
Hola Pablo, ¿no habrás visto a Rajoy por Murcia? Es que estoy esperando a que defienda la libertad de expresión de los españoles y no sé dónde se ha metido. Un saludo
Rajoy está encantado con la sentencia, por eso no dice nada, el muy hijo de p...
Hay que insistir en LD, en lo de la cuenta, para que sepan los otros que somos muchos!
Hola Pablo, hace tiempo que no participo en tu blog, pero te leo. En fin, que te voy a decir, tu articulo viene al pelo. Me ha gustado mucho la frase que pones, diciéndo: "la libertad de expresión es un atributo del ser humano" Por lo visto, desde ahora será algo así como una -bula-(aquel privilegio eclesiástico que se concedía a determinadas personas) Gracias a los que seguís valientemente en la brecha. Sino fuera por vosotros sería para exiliarse. Yo me apunto a lo de la cuenta, que por ahí se nombra, creo que seríamos muchos los contribuyentes gustosos en participar. Un abrazo y felíz verano a todos los inconformistas como Federico, si es que aún podemos expresar nuestras preferencias, sin que nos multen. Instrucciones